Square Enix prometió una serie de tres DLCs argumentales encargados de solventar esos «pequeños agujeros» narrativos que se extendían a lo largo de Final Fantasy XV. Así, el pasado mes de marzo os hablábamos del primero de ellos, Episode Gladio, y ahora es el turno de Episode Prompto; un fragmento que nos narra los hechos sucedidos tras la desaparición de Prompto en el onceavo episodio del juego.
De la misma forma que ya pasaba con Episode Gladio, se siente que el DLC sirve como vehículo para fomentar esa visión humana que el título original intenta mostrar de sus personajes. Nos pone en la piel de un Prompto muy diferente al que se muestra en la historia principal y, como ya pasaba con su compañero, se centra en sus peores miedos y aventura al jugador en un arco de redención y autosuperación. A su vez se agradece, aunque sea por una vía de pago, que el equipo solvente el problema que suponían esos agujeros argumentales tan presentes en el juego.
El protagonista no es el único que ha vivido cambios; pues las mecánicas generales también se han adaptado para ofrecer una experiencia nueva e innovadora que se desmarca de las originales. El cambio más evidente es el nuevo sistema de combate, que deja atrás las espadas y lanzas y se centra en el uso de armas de fuego. Así Prompto cuenta con un reducido arsenal que le permite utilizar subfusiles, rifles de francotirador, lanzacohetes y granadas de mano. La munición es limitada, y escasea, por lo que es obligatorio hacerse con su sistema de combate para arrebatar pistolas a los enemigos gracias a la posibilidad de realizar ataques sigilosos o golpes de gracia. Esto hace que su jugabilidad sea muy fluida y dinámica; es necesario moverse de forma constante, buscando coberturas y aprovechando los puntos débiles de los enemigos para abatirlos rápidamente y obtener su equipamiento.
A esto se suma el uso de diferentes artes (algo que arrastra de Final Fantasy XV) y la posibilidad de combatir junto a Aranea, que pelea de forma más fluida que Cor en el anterior episodio. En su contra cabe decir que el gunplay no es todo lo preciso que podría ser; se denota la inexperiencia del equipo en el terreno de los shooters. Si bien se respira una ligera sensación de kinestesia, el juego no consigue reproducirla del todo bien, en especial al usar armas de fuego automático.
Otro añadido de Episode Prompto es la conducción. No del Regalia o de los adorables chocobos, sino de una motonieve, que permite al protagonista avanzar por los helados páramos de Niflheim. Para mejorar la experiencia se incluye un pequeño mundo abierto por donde se puede viajar y realizar diversas misiones secundarias, que varían según el momento del día. Su mundo per se resulta algo vacío e insulso pero, lejos de suponer un problema, casi parece algo necesario; creado expresamente para utilizar la motonieve con total libertad y disfrutar de cada trayecto.
En líneas generales Episode Prompto parece una extensión extirpada de Final Fantasy XV. Su narrativa se atreve a ir un poco más allá de lo que hacía su juego original y nos presenta a un Prompto más real y consistente; un Prompto sin máscaras, que brilla por su fuerza y personalidad. Se hace uso de recursos narrativos que, si bien asoman la cabeza en la historia original, apenas tienen presencia, como los constantes flashbacks, que sirven como base para la evolución de la historia. Su jugabilidad se ve trastocada y, sin incluir cambios demasiado considerables, consigue sentirse fresca e innovadora. Se denota la evolución del desarrollo desde su salida en noviembre del pasado año; como si sus creadores hubiesen tenido tiempo para experimentar y mejorar su producto. Episode Prompto tiene algunos puntos reprochables: el uso de las armas de fuego podría sentirse más correcto, quizás sus enemigos podrían ser más originales; pero si algo se siente mal al jugarlo es su exclusión del juego original.