Lo dije en mi última crítica a la obra de Makoto Shinkai “5 centímetros por segundo” y lo vuelvo a decir en esta ocasión: no hay películas de animación más impresionantes que las de Makoto Shinkai. Como fiel seguidora del director no he podido resistirme a la edición coleccionista del nuevo título que Selecta Visión ha lanzado en España y, aunque peque de nuevo de poca duración, está claro que Makoto Shinkai no dejará de sorprendernos. En esta ocasión con El Jardín de las Palabras conoceremos una historia platónica de amor que nos hará pensar sobre lo que queremos hacer en la vida y sobre el amor prohibido.
Nombre original: Kotonoha no Niwa
Estudio de animación: CoMix Wave Inc.
Año de publicación: 31 de mayo de 2013 (Japón), 7 de Mayo de 2014 (España)
Duración: 46 minutos
Versión utilizada para el análisis: Edición Coleccionista Combo Bluray + DVD Selecta Vision
Género: Romance, Drama
Director: Makoto Shinkai
Clasificación: Recomendada para todos los públicos
Argumento
“No sé nada sobre esa mujer… su trabajo, su edad, qué le preocupa, ni siquiera su nombre… Pero incluso así, no he podido evitar enamorarme de ella”. Con esta cita se puede resumir el fuerte sentimiento que tiene uno de los protagonistas, Takao Akizuki, hacia una misteriosa mujer que se encuentra en un jardín. Takao es un joven de 15 años aspirante a diseñador de zapatos que se escapa de las clases los días lluviosos para disfrutar de la tranquilidad de los verdes jardines.
Un día se encuentra en un rincón apartado del jardín Shinjuku Gyoen a una mujer llamada Yukari Yukino que se sienta a su lado mientras él dibuja zapatos, sin hacer nada más que beber cerveza y compensar su amargor con tabletas de chocolate. Esto levanta interés en Takao e inician una relación platónica sin siquiera saber nada del uno del otro. Inevitablemente, Takao se enamora perdidamente de ella, aun sabiendo que es un amor prohibido, pues claramente ella es una adulta, y él un crío de 15 años. No importa quienes sean, ni su pasado ni futuro, lo único que importa es el momento en que se ven en el jardín los días de lluvia. Cada día desean que siga lloviendo para poder escaparse de sus vidas y poder compartir el máximo tiempo posible juntos, incluso si no hablan. Todo cambia cuando las lluvias cesan y ninguno de los dos tiene escusa para poder encontrarse, mostrando así los verdaderos sentimientos de cada uno.
Ambos se encuentran en un punto en que no saben qué hacer con sus vidas y están buscando su camino. No es casualidad que nuestro protagonista sea zapatero, es una especie de metáfora en la que Takao debe guiar a Yukari por el buen camino y así salvarla, es por ello que decide diseñar y fabricar unos zapatos para ella. Algo que llama mucho la atención es el “Tanka” (poema oriental) que citan los protagonistas en el jardín. El Tanka al que se refieren en concreto es como un grito de protesta a los convencionalismos sociales ya que su significado es el amor prohibido. Es como si ambos expresasen sus sentimientos verdaderos de amor pero cerciorándose de que lo suyo no es posible, y así debe de ser.
Como siempre, Makoto es capaz de expresar y conmover tantísimo de la forma más sencilla. Lo realmente increíble es que lo consiga en tan solo 46 minutos que dura la película. Los seguidores del director ya estamos acostumbrados a la poca duración de sus películas, pero aún así no deja de decepcionar un poco, porque te quedas con ganas de más. Quizás alargando un poco la duración para poder desarrollar un poco más a los personajes hubiese sido lo óptimo, pues en menos de una hora no da ni para terminarte las palomitas.
Animación
Detallismo, armonía, relajante, poesía visual, colorido… podría describir las animaciones con cientos de adjetivos y aún me quedaría corta de la belleza de cada imagen en los trabajos de Makoto Shinkai. Es imposible no quedarse embobado con cada reflejo, cada gota que cae sobre un charco de agua, las hojas moverse con el viento… Cada detalle de la película evoca sensaciones de tranquilidad y te enamora de cada pincelada. Creo que no hay cosa más impresionante en las películas de Makoto.
Muchos escenarios son tan increibles que cuesta distinguir el dibujo con la realidad, ya sea el estanque del jardín Shinjuku Gyoen o un simple boceto de zapatos siendo dibujado por Takao. Destacan los colores verdes y azules que transmiten las sensaciones adecuadas para meternos en la película, envolviéndonos junto a los personajes.
Personajes
Es difícil comentar con extensión algo sobre los personajes, debido a la corta duración de la película que apenas les permite desarrollarse. Como tampoco aparecen muchos personajes relevantes, me limitaré a hacer hincapié en los dos protagonistas, a quienes apenas conoceremos hasta mitad del metraje.