De la mano de Saibot Studios nos llega Doorways: The Underworld, un espectacular título de horror que mezcla de forma magistral una historia de lo más atrapante con un clima realmente sobrecogedor. Sumerjámonos en la tercera entrega de esta saga que apuesta por llevar el terror a nuestras pantallas para que después penetre hasta lo más profundo de nuestra mente.
Nos pondremos en la piel de Thomas Foster, un investigador de Doorways dispuesto a desenmascarar a una de las científicas más despiadadas de la región. Según los rumores recogidos, la doctora Katherine Stein, cirujana especializada en neurología, ha estado realizando atroces experimentos refugiada en una extraña guarida. Poco a poco descubriremos cómo, bajo el amparo de la oscuridad, secuestra y tortura a personas inocentes para hurgar dentro de sus cuerpos y sus mentes en un juego macabro que sólo ella conoce. ¿Te atreves a aprender las reglas y desafiarla en su propio tablero?
Doorways: The Underworld
Plataforma: PC
Género: Survival Horror
Desarrollador: Saibot Studios
Distribuidor: Saibot Studios
Fecha de lanzamiento: 17 de septiembre de 2014
Idioma: Español, inglés (interfaz, voces y subtítulos)
Precio: 8,99€
Bienvenido al Inframundo
Nada más iniciar el juego nos damos cuenta de que no vamos a tener ni un minuto de respiro, a no ser que tengamos en cuenta la respiración y el pulso acelerados. En ese caso, lo cierto es que iremos bien servidos. Sin más arma que nuestro ingenio, nos adentramos en una especie de laberinto subterráneo donde la luz escasea y todas las paredes nos parecen iguales. En este punto podemos empezar a sentir la tensión que se respira en el ambiente y pasaremos bastante tiempo preguntándonos dónde narices estamos y por qué no paramos de oír gritos. ¿Son reales o sólo están en nuestra cabeza?
A pesar del aspecto laberíntico de este tétrico sótano, la ruta que debemos seguir se revela de forma intuitiva. Habrá momentos en los que no queramos continuar debido a uno o dos alaridos, pero nuestro trabajo es descubrir qué está haciendo la doctora Stein allí dentro, así que no nos queda otra que seguir adelante y descubrir a dónde llevan las intrincadas galerías.