Tras lo acontecido en “Inuyasha: La Batalla A Través Del Tiempo” y con Shinohara de nuevo a la cabeza, se nos presentaba en las navidades de 2002 la segunda película basada en la popular serie de Rumiko Takahashi.
En esta ocasión y a diferencia de la primera película, la nueva aventura está basada en una leyenda japonesa, donde se hablaba de la princesa de la luna, Kaguya, y una lucha contra ella por querer vengarse del emperador.
Podremos disfrutar también de la presencia de uno de los villanos por excelencia de la serie, como es Naraku, que también se interpondrá para poner fin a la vida de nuestros héroes.
Nombre original: Inuyasha-Kagami no naka no mugenjou
Productora: Sunrise
Año de publicación: 2002
Duración: 100 minutos aproximadamente
Género: Animación/Aventuras
Clasificación: Todas las edades
Argumento
La acción nos sitúa en una lucha encarnizada contra el archienemigo de nuestros héroes, Naraku, culpable de muchísimas desgracias para gente como Miroku, ya que gracias a él lleva el vórtice. Pero principalmente los males los ha causado a Sango, ya que Naraku exterminó a toda su familia y usó a su hermano Kohaku para sus trabajos sucios.
En medio de la lucha, la acción se desenvuelve y finalmente la balanza de la victoria acaba inclinándose para Inuyasha y compañía, logrando desterrar a Naraku.
Todo esto trae una paz inmensa en el mundo, y nuestros héroes se permiten descansar hasta que llega el momento crítico en que el periodo de paz muere y nace la desesperación y el caos. Este periodo tiene lugar cuando la princesa Kaguya es liberada de su prisión dentro de un espejo por Kanna y Kagura, dos encarnaciones de Naraku.
El principal cometido por el que Kaguya quería ser liberada, reside en la obtención de un poder inmortal utilizando la sábana sagrada y así, sumir al mundo en un horizonte de terror, oscuridad y desolación.
En esta ocasión y con respecto a su anterior película, Inuyasha nos ofrece una aventura un poco más adulta aderezada con la siempre inagotable fuente de oscuridad que predomina en ellas mismas. Esta vez se las tendrá que apañar contra una enemiga versátil, que te puede sorprender paralizándote o lanzándote un potente rayo, todo gracias a su espejo, que funciona como arma mortífera y como una herramienta de dolor.
A la suma de la acción nos volvemos a encontrar los mismos géneros que en la anterior película, es decir, nos encontramos también humor, toques de drama y romanticismo, aunque este último tenga menos potencial en esta película pero que se manifiesta de mayor forma en pocas acciones.
El ritmo de la película tiene dos partes, y esta vez se me hizo más pesado el inicio, el cual sirve como introducción notable pero que apenas guarda momentos sorprendentes y suponen muchos clichés que no nos mantienen pegados a la pantalla, deseosos de saber qué es lo siguiente que está por ocurrir. Pero entonces aparece la historia de la carismática Kaguya y contemplamos un giro drástico en el asunto, olvidando los clichés que comentaba y pasando a una tensión que se agradece y que no tenía su antecesora película.
Kaguya no es alguien a quien se pueda derrotar fácilmente, y en esta ocasión el esfuerzo de superación será de vital importancia si nuestros héroes quieren tener un éxito arrollador y salvar al mundo de tal amenaza una vez más.
Animación
Mejorando un poco el estilo visual pero sin pasarse de alabanza. Así se nos presenta este título donde no vamos a ver prácticamente otra cosa que no sean tonalidades oscuras en el paisaje, sobre todo a partir de la aparición de Kaguya en la historia.
La concepción de un mundo de oscuridad y caos como quiere formar la princesa, hace que la paleta de colores ofrecida por la película sea de tonos negros, azules oscuros y demás, guardando otro tipo de tonos para posibles renacimientos de luz y tranquilidad.
En el tema de los diseños de personajes y escenarios, resplandece sobre lo demás El Castillo de los Sueños, lugar donde Kaguya juega al escondite con Inuyasha y que a pesar de tener una arquitectura impresionante resulta ser un hogar donde reina el caos. Consigue con esto, que las apariencias engañen y que lo más bonito resulte ser lo más aterrador, algo difícil de conseguir.
La animación cumple con éxito, llegando a ofrecer momentos dignos de repetir como es el viaje hacía el Castillo y todos los peligros que esto conlleva.
Personajes
- Inuyasha (Doblador original: Yamaguchi)
Inuyasha es el protagonista principal de la serie y es el hijo del legendario Inu No Taisho (un demonio) e Izayoi (una humana).
Mitad demonio y mitad humano, Inuyasha fue sellado en un árbol sagrado por 50 años por una sacerdotisa de la cual estaba enamorado llamada Kykyo. Debido a la aparición de Kagome en su mundo, es liberado y se pone en marcha para encontrar la Shikon para convertirse en un demonio completo, lo que se conoce como Yokai.
En esta ocasión, Inuyasha empieza haciendo frente a Naraku, su archienemigo, logrando vencerle gracias a la siempre presente ayuda de sus compañeros. Dado el tiempo de paz que surge, Inuyasha se marcha con Kagome a su mundo pero este tiempo de paz será escaso, dado que un nuevo enemigo amenaza el mundo: Kaguya.
- Kagome Higurashi (Doblador original: Satsuki Yukino)
Kagome es una chica quinceañera común, dotada de gran valor y decisión que vive en Japón con su madre, su abuelo y su hermano Sota. Un día, por culpa de su perro, Kagome cae accidentalmente a un pozo; allí conoce en primer lugar a Kaede, una anciana que le comenta lo mucho que se parece a su hermana muerta Kykyo.
Más tarde, conoce a Inuyasha y lo libera después de 50 años sellado en un árbol sagrado. Junto a él y a otros amigos que se unen, deberán ayudar a Inuyasha en la búsqueda del Shikon.
Kagome será la marioneta principal en esta historia, dado que de las manos de Inuyasha pasará a las manos de Kaguya, a pesar de sólo utilizarla como prisionera en un principio para atraer a Inuyasha a su Castillo.
La relación que se forma alrededor de los dos personajes principales se hace mucho más sólida, en esta ocasión por determinadas acciones que evitaré comentar para no hacer spoiler a todo aquel que desconozca el guión de la serie.
- Kaguya (Doblador original: Mieko Harada)
Encerrada en un espejo por un hechizo, Kaguya busca dos personas para que le ayuden a liberarse de su maldición a cambio de darles aquello que más deseen. Con este fin, Kanna y Kagura optan por buscar los cinco objetos con poder místico que están esparcidos por todo Japón.
Cuando Kanna y Kagura consiguen recuperar los cinco objetos y logran liberar a Kaguya, está planea hacerse inmortal utilizando una túnica sagrada y de esta forma, sumir al mundo en una oscuridad absoluta.
En Kaguya encontramos un enemigo con diferentes formas de hacer el mal, característica y no exenta de maldad. En algunos momentos parece demasiado perfecta para derrotarla, ¿pero qué encontrarán nuestros héroes para dar fin a tal amenaza? Eso dejo que lo adivinéis vosotros.
- Kanna y Kagura:
Son dos encarnaciones de Naraku, demonios dotados de vida propia y las cuales son responsables de liberar a Kaguya al descubrir que la princesa está encerrada en un espejo a causa de una maldición.
- Naraku (Doblador original: Tomoyuki Morikawa)
Enemigo principal de Inuyasha. Naraku es un semi-demonio que ansía recuperar la Shikon con el mismo fin que Inuyasha, volverse un demonio completo.
En esta aventura Naraku no aparece como enemigo principal, a pesar de ello Inuyasha le da fin en los primeros compases de la película, pero dos encarnaciones hacen sospechar a nuestro héroe, ¿Habrá muerto Naraku de verdad, o sólo está fingiendo su muerte?
- Amigos de Inuyasha:
Con el mismo cometido de siempre, los amigos de Inuyasha estarán siempre dispuestos a ayudarle. Sango, Kirara, Miroku, Sippo, Myoga y Kohaku, el hermano de Sango, que tras la muerte de Naraku ha regresado a su aldea sin saber nada sobre su pasado.
Sonido
El sonido cumple su cometido y mejora notablemente con respecto a su predecesora, ofreciéndonos una mezcla de sonidos que concuerdan perfectamente con la ambientación.
En especial tengo que destacar las charlas en zonas cerradas como el Castillo de los Sueños por el simple hecho de lo bien recreado que está el eco en un espacio tan vacío, sin apenas artilugios y/o decoración que hace que las frases suenen más alargadas hasta perderse en el infinito.