Recuerdo cuando de pequeño los videojuegos representaban no más que un mero pasatiempo en mi vida. Ahora también lo son, pero hoy en día son algo más, y cada día que pasa reflejan un lado más real del mundo. Cada vez que anuncian uno nos preocupamos de las mismas cosas: ¿Será exclusivo? ¿1080p 60fps? ¿Tendrá multijugador y/o cooperativo? ¿Gráficos? Gráficos. Es curioso, es la palabra más usada hoy en día, y la más odioda por muchos de nosotros. ¿Tanto representa lo bien que se vea un juego para que éste triunfe en ventas? Yo pienso que es algo meramente subjetivo.
Minecraft. También parece tabú nombrar a ese juego en los tiempos que corren por la cantidad de ports que ha sufrido el mismo desde que salió aquella Alpha del juego por eso del 2009. Por un lado tenemos críticas, y por otro halagos. Es cierto que el juego ya es tremendamente casual, pero también es verdad que fue presentado como algo verdaderamente entretenido, y con un nivel de exploración e imaginación practicamente sin límites. De hecho, aún siguen saliendo creaciones inimaginables de usuarios.
Pero todas las discusiones sobre los casuals hoy en día es un tema aparte de todo esto. A lo que quiero llegar con estas palabras no es, ni más ni menos, a lo que habéis leído en el título. Y por ello me voy a poner un tanto extremista con todo esto. ¿Te divertías más con los videojuegos en la época de los 90, o desde que el concepto videojuegos = realismo se situó entre nosotros con las famosas Xbox 360/PlayStation 3?
Por mi parte, he jugado a las míticas consolas de Nintendo, NES y SNES, así como también a otras grandes como son Megadrive o Sega Saturn. Pero claro, me pillaron en una época demasiado verde y temprana, y además siempre he tenido en mi familia el sector económico de que una consola no era estrictamente necesaria en mi casa, por lo cual empecé con adquisiciones algo más pequeñas. Concretamente, primero fue Game Boy Color, y luego se le unió a la fiesta PlayStation. Ésta en concreto fue una cuna de juegos en los que estabas horas y horas delante de la pantalla. Y seguro que, por poner un ejemplo, los fans de Final Fantasy pueden corroborarlo.
Por otro lado, es cierto que muchas sagas y títulos de hoy en día nos han dejado dejado recuerdos memorables. Para mí, Mass Effect o Halo son algunas de las que más me han emocionado. Pero claro, PlayStation también tiene sus recuerdos memorables y que pasarán a la posteridad como Ape Escape, ese dragoncito de Spyro y sus aventuras, las locas carreras sin fin en Crash Team Racing, o las desmadradas aventuras de ese conejo tan famoso en Bugs Bunny: Lost in Time. Pero bueno leñe, que esto no va de la nostalgia. ¿O sí?
A lo que quiero llegar, es que bajo mi visión de las cosas, antes nos divertíamos más con algo que tenía un aspecto mucho menos bonito comparándolo con lo que tenemois hoy en día, y ahora lo único que se trabaja es el realismo y las ventas; por no hablar, claro está, del tema de los DLCs. Pero claro, eso son los productos más de moda, dícese Call of Duty y Battlefield. Éstos ofrecen un sistema, que aunque tengan su dosis de trama, no dejan de ser meros productos comerciales en los que su diversión reside en el multijugador anual.