Jackie Estacado era un joven pretencioso que formaba parte de una de las familias más reconocidas dentro de la mafia newyorkina. Al cumplir los 21 años, se le condeció un extraño pero poderosísimo “regalo”, el don de poseer la oscuridad y controlarla a su antojo. Jackie, que había sido maldecido por el resto de familias poniendo precio a su cabeza, se refugió en sus poderes, que lo hacían prácticamente invencible. Pero la mafia sabe donde atacar, y acabaron matando a tración lo único en lo que el joven Estacado había creído: el amor. Jenny, su novia desde que eran pequeños, cayó fulminada en su propio charco de sangre desatando así la ira del mismísimo infierno, la ira de The Darkness. Este fue el punto de partida para que los chicos de Starbrezee Studios crearan en 2007 uno de los juegos de esta generación, un juego que desde ese mísmo momento se convirtió en obra de culto para todos los que tuvimos el placer de disfrutarlo. Ahora, casi 5 años después, Digital Extreme toma el relevo para dar un nuevo enfoque a la saga ¿estarán a la altura de las espectativas? estáis a unas cuantas líneas de descubrirlo.
La oscuridad nunca muere…
La historia de The Darkness II comienza dos años después de su primera entrega. Con Jackie convertido en “Don” de su propia familia, todo parece irle sobre ruedas: cenas de lujo, mujeres y una mansión desde donde mirar la ciudad bajo sus pies, parece la vida perfecta para olvidar los terribles sucesos que le llevaron a la perdición años atrás. Sin embargo, una misteriosa organización, denominada la hermandad oscura, irrumpe de golpe en su vida con la intención de liberar de nuevo a sus demonios y arrebatarselos para conseguir el gran poder que habita en ellos, el poder de la oscuridad.
Para poder entender la trama del título, no es absolutamente necesario haber jugado a la primera parte, pero sí es recomendable para vivir la experiencia completa, ya que aparecen algunos personajes, como nuestra querida tia Sarah, con los que sin duda empatizaremos mejor si ya los conocíamos previamente. Además, sin querer entrar mucho más en la historia, el juego no se olvida de Jenny, nuestra novia asesinada en el primer The Darkness, ni el sufrimiento interior que ello nos causa.
Con todo esto, el hilo argumental está muy bien llevado a lo largo de todo el juego, con sus correspondientes giros y alguna que otra sorpresa, la historia nos mantendrá enganchados de principio a fin. Eso sí, no es tan extensa y profunda como nos hubiese gustado y, en algunos momentos, echamos en falta un poco más de variedad, en lo que a subtramas se refiere, que hubiese enriquecido lo que ya de por sí es un magnífico trabajo.
Corta, pega y colorea
Los que hayáis jugado al primer The Darkness sabréis que no se trata de un shooter subjetivo al uso, como pueden ser Call of Duty o Batllefield, sino que aquí, gracias a los poderes que nos otorga la oscuridad, multiplicaremos nuestras posibilidades, que no se limitarán exlusivamente a disparar a todo lo que se mueva. De esto modo, contaremos con dos amigos en forma de serpientes; una para cada brazo, que nos permitirán coger todo tipo de objetos, enemigos incluidos, y lanzarlos, o cortar cuanto queramos, eso sí, con movimientos muy limitados que solo nos dejarán ralizar cortes horizontales y verticales. A pesar de esto, el juego esta mucho más enfocado a la acción directa que su primera entrega, por lo que dispondremos de una variedad de arsenal, que podremos utilizar con ambas manos, muy superior, en el que encontraremos desde las típicas pistolas a metralletas de asalto o escopetas de todo tipo.
Aunque no se tratase ni mucho menos de un sandbox, en The Darkness existía un mínimo componente de mundo abierto. Para ir de un lado a otro teníamos que utilizar el metro, donde había un submundo con vida propia con el que podíamos interactuar y que nos servía de nexo entre misiones. En consecuencia, el jugador tenía cierta sensación de libertad, aportando la pausa que un shooter basado en su historia como este necesita. En esta ocasión, se ha suprimido toda libertad para avanzar y la historia se encuentra mucho más encriptada. A cambio tenemos nuetra mansion, donde volveremos tras acabar cada misión, que nos servirá para relacionarnos con otros personajes del juego y realizar algún que otro minijuego con el simpático Dolfo que, por cierto, es clavadito a Cristopher Moltisanti, el Sobrino de Tony Soprano en la serie Los Sopranos.
Una de las grandes novedades que si aporta The Darkness II es la posibilidad de mejorar al personaje mediante la adquisición de talentos, que podremos desbloquear mediante los puntos que obtendremos al matar a los enemigos. La evolución se basará en cuatro ramas de crecimiento que nos permitirán adquirir habilidades que nos servirán, por ejemplo, para aturdir a nuestros enemigos usando un enjambre de moscas o mejorar a nuestras serpientes para que sus ejecuciones sean más efectivas. No penséis que las posibilidades de personalización son muy elevadas, pero si que resulta un añadido curioso con el que podremos picarnos, en una segunda vuelta al juego, para terminar de adquirir todos los talentos.