Motorstorm se estrena en la portátil de Sony, con una propuesta diferente pero con la misma carga de adrenalina de siempre.
El producto, es un ejemplo de lo que debe ser la política, a partir de ahora, en cuanto a los juegos descargables. Por lo que te cuesta una copa de un ron que no sea de garrafón, 6 euros, te llevas un juego divertidísimo, largo y muy cuidado en casi todos sus apartados. Valido para las dos consolas grandes de Sony con una sola descarga, lo cierto es que una versión es mejor que la otra, pero igualmente divertido en ambas.
Jugabilidad
Con una mecánica calcada a los antiguos juegos de MicroMachines, competiremos desde una vista isométrica y no desde atrás del coche o en primera persona, como viene siendo habitual en la franquicia. Los cochecitos de radio control se manejarán con los sticks de Vita mucho mejor que con el Dualshock, debido a su menor recorrido y será la mejor forma de jugarlo. De manera similar a como manejaríamos estos vehículos en la vida real, el stick derecho sirve para acelerar y frenar, mientras que el izquierdo se utilizará para girar. Aunque al principio se nos haga extraño, este sistema de control es preciso 100% y sirve por igual para los diferentes tipos de conducción a los que nos veremos obligados a adaptarnos. Para acostumbrarnos a los controles, el juego empieza con un mini tutorial, en un parque deportivo, donde podremos entrenar libremente. A medida que vayamos desbloqueando medallas en los torneos, iremos desbloqueando nuevas zonas de entrenamiento como pistas de baloncesto, de fútbol o un Half pipe, que nos retará a algunas pruebas, como intentar saltar con un coche y colarlo por el aro de una canasta. Los vehículos son muy diferentes entre sí, unos corren muchísimo pero derrapan más y otros son más lentos pero precisos, habiendo cuatro tipos diferentes de pruebas (adelantamiento, derrape, vuelta rápida y carrera) para poder explotar las características de todos ellos. Los escenarios son cerrados y sin rutas alternativas, pero gozan de un diseño excelente que se adaptan a todo tipo de carreras y a los diferentes manejos de los coches. Cada torneo puede ser fácil de superarse, pero conseguir la puntuación máxima (tres medallas) en cada carrera exige un nivel de entrenamiento importante.
En cuanto al online, es quizás el aspecto menos cuidado del juego, ya que solo podremos competir contra los fantasmas de nuestros amigos y de los mejores tiempos registrados. Eso sí, nos llegarán mensajes tan sutiles como “almadecantaro69 te ha destrozado en derrape” que nos animarán a mejorar nuestros tiempos en carreras ya superadas. La única manera de poder echar una carrerita con un colega será a través de la versión de PS3 y a pantalla dividida. Adelanto que no será esta la única desventaja de la versión de Vita, como ya veremos en el apartado gráfico.
Con todo hablamos de un juego largo, con muchas carreras y pistas distintas, que durará muchas más horas que los euros desembolsados, pero sobretodo, y es importante recalcar esto, es posiblemente el juego más divertido de los que se encuentran del lanzamiento de la portátil, a poco que te gusten los arcades de conducción.
Apartado gráfico
Graficamente hablamos de un título correcto, que no explota las posibilidades de las consolas en la que sale, pero que queda muy bien en pantalla la propuesta que se nos ofrece. La estética de RC es la de sus hermanos mayores, a pesar de ser radicalmente distinto, ya que cada torneo estará basado en uno de los juegos anteriores, Motorstorm original, Pacific Rift, Apocalypse y el maravilloso Artic Edge de PSP. Aunque de juguete, los modelos de coches también son los de siempre, buggies, coches de rally, camiones, .. con sus diferentes manejos. Disponemos de varias cámaras,unas más cercanas donde apreciaremos mejor tanto vehículos como escenario y las lejanas, que normalmente elegiremos a pesar de perder detalle, para poder visualizar una panorámica mejor de la pista.