Se alza la niebla sobre el paisaje árido y arruinado de Mordor. En lugar de estar a salvo disfrutando de la buena compañía de tus familiares y amigos, debes combatir el peligro que te imponen orcos y otros enseres, que han vuelto con una fuerza de mil demonios para derrotarte y volver a gobernar el territorio, un territorio que realmente le perteneció durante todo momento.

En el mundo de La Tierra Media: Sombras de Mordor hay peligros allá donde mires, donde pises y donde quieras esconderte. Si queréis comprobar los peligros que nos muestra Monolith en colaboración con Warner Bros Games, echad un vistazo al análisis y avanzad sin temor por el terreno pedregoso de Mordor, y por una historia llena de venganza e ira.

 

Plataformas disponibles: PC, PS3, PS4, Xbox 360 y Xbox One

Versión analizada: PC

Género: Acción, sandbox

Desarrollador: Monolith Productions

Distribuidor: Warner Bros Games

Fecha de salida: En PC desde el 30 de septiembre, en las demás plataformas desde el 3 de octubre

Idioma: Totalmente en español

Precio: 49,99€ en PC, 54, 99€ en PS3 y Xbox 360, 60€ en PS4 y Xbox One

 

 

Historia

Ambientado en Mordor – y bajo una licencia fuera de toda adaptación – La Tierra Media: Sombras De Mordor ha sabido escoger sus bazas de una forma correcta, y ha llenado la cabeza de aciertos a todo aquel que se ha puesto a intentar dominar su jugabilidad. Monolith ha traído bajo el brazo originalidad, una nueva IP y toda la ambientación que debe poseer un sandbox, con sus historias secundarias y personajes memorables.

Sombras de Mordor nos sitúa en Mordor, en la piel de un montaraz llamado Talion que vive con su familia a la vez que supervisa La Puerta Negra del lugar. A pesar de algún ataque de menor calibre, un día de tormenta y neblina se presenta un gran ejército comandado por un oficial de Sauron conocido como La Mano Negra, y siembra el caos matando a toda persona que estuviera dentro del edificio, incluyendo a Ioreth, Dirhael y el propio Talion. 

Llegados a este punto, os habréis quedado dubitativos al relataros un servidor la muerte del protagonista principal, pero llamarlo muerte no es del todo cierto; Celebrimbor, un espectro élfico que desea venganza posee el cuerpo de Talion para apartarlo de la muerte, y ya de paso, añadirle unos poderes y habilidades sobrenaturales.

La historia desde un principio huele a venganza, a orco muerto y especialmente a sudor por lo que nos pueda costar llegar hasta ciertos objetivos. Bien por difíciles, o bien por el largo camino que podremos solventar mediante un sistema de atalayas donde podremos viajar rápidamente entre ellas.

Combinada por un mundo como La Tierra Media y un guión del excelente Christian Cantamessa (Red Dead Redemption, Manhunt) este Sombras de Mordor analiza perfectamente la situación de ruina y desolación en todo momento de la historia y lo hace parte de él, volviéndose uno en historia y ambientación.

Jugabilidad

Resulta cuanto menos curioso que las primeras impresiones que pudimos observar defendían el estilo RPG por encima de cualquier otro género, y avisaba al jugador de imponerse más en un sandbox normal y corriente al estilo Gothic, y no ofrecer otras alternativas. Estábamos terriblemente equivocados.

Desde el comienzo del videojuego, podemos avistar la gran destreza que demuestra el juego en el terreno de la acción, llevándolo a un lugar que ya tenían otros juegos ambientados en la Tierra Media. Aparte de este sistema de acción añadido, el título posee un estilo de juego que va desde la movilidad en combate de las sagas Batman Arkham y Assassin’s Creed, pero de este último guarda también el movimiento por el mapa: escalada, ataques desde el aire y visión para detectar enemigos principales, entre muchas otras.

El movimiento por el mapa se compenetra bien con la historia, puesto que, a diferencia de otros títulos, podremos observar que para progresar en el modo historia deberemos explorar a fondo – para conseguir habilidades y demás – el mapa, y por ende ir encontrando nuevos jefes enemigos, llamados también caudillos. Es en ese preciso instante cuando deberemos interrogarles mediante un poder del espectro élfico que nos posee; este poder nos permitirá entrar en la mente de nuestro enemigo y descubrir nuevos objetivos, a cada cual más fuerte.

Esto nos lleva a hablar del sistema de conocimiento de enemigos, llamado en el menú como Ejército de Sauron. Dentro de este sistema podemos encontrarnos con jefes, capitanes, caudillos y demás que podremos ir desbloqueando – incluso se irán rellenando con nuevos enemigos – para conocer su ubicación, puntos vulnerables, puntos invulnerables y el poder que tendrá cuando nos choquemos con él cara a cara.  Normalmente, y lo más destacable de la pelea con los boss, son las tácticas que tendremos que emplear para vencerle, pues en diferentes ocasiones tendremos que ser sigilosos, estratégicos o más agresivos.

Todo este embrollo del Ejército de Sauron posee una particularidad que hace al juego especial, único y un auténtico innovador con sus enemigos más fuertes: el modo Nemésis.

En Sombras de Mordor, detrás de toda muerte hay una gran responsabilidad. Cuando nos estemos enfrentando a un jefe y este consiga derrotarnos en plena batalla, podremos sufrir las consecuencias de que el poder de nuestro enemigo aumente, debido a que conoce nuestras tácticas, nuestro dominio del combate, nuestros pros y nuestras contras. Por supuesto hay algo más allá de eso, y es que los rangos también podrán aumentar, y aquel enemigo que sólo era un boss normal, puede convertirse en un capitán que tenga menos debilidades de las que tenía antes. ¡Un verdadero dolor de cabeza! En el momento preciso, podrán incluso buscarnos para darnos caza y así aumentar su ego, volviendo a reírse de nosotros – literalmente – por habernos “matado”.

En Mordor, el ranking de los jefes se verá también en constante movimiento por la lucha que vayan teniendo ellos mismos por unos territorios, puestos o simplemente por pura cabezonería orca. Esto supondrá que debamos eliminar a los capitanes antes de que pueda perderse la información que nos deba ofrecer, para así localizar a sus superiores los caudillos y eliminarlos de una forma sútil y dolorosa, tal como ellos lo harían.

Un elemento principal en el combate contra los jefes, será elegir cómo eliminar a sus secuaces para así tener un enfrentamiento directo con el peso pesado del grupo. La forma de eliminarlos deberemos tomarla normalmente con sigilo, estudiando sus rutas de movimiento y aprovechando cada momento para eliminar a nuestro contrincante sabiamente. Así, llegaremos a la pelea contra el boss sin ejército que lo protega y en un combate en el que tendremos muchas posibilidades de vencer.