Precio: 9,99€ (Parte del Kingdoms Bundle de BundleStars)
Hearts of Iron III es el juego que todo amante de la Segunda Guerra Mundial y la gran estrategia debería probar. Con una estética que recuerda a los primeros wargames, sumerge al jugador de principio a fin en uno de los conflictos bélicos más recordados de todos los tiempos.
Juegues como juegues, harás Historia
Empecemos por uno de los puntos fuertes de Hearts of Iron: su ambientación. Al comenzar a jugar deberemos elegir un país y uno de los siete momentos históricos representados en el mapa. Además, tendremos la oportunidad de decidir qué aspectos del gobierno de la nación queremos tener bajo nuestro control y cuáles preferimos dejar en manos de ministros virtuales manejados por la IA. También podremos optar por empezar una partida rápida con todas estas opciones predefinidas y revivir las decisiones de las grandes potencias que participaron en el conflicto.
Sea como fuere, nada más entrar a la partida nos encontramos con un mapa dividido en nada más y nada menos que 10.000 provincias. Como es obvio, tendremos el control de unas cuantas de ellas y las naciones controladas por la IA controlarán el resto. Puede parecer abrumador, y desde luego lo es. Estamos ante uno de los juegos de estrategia más completos y complejos que hayamos visto en mucho tiempo.
La partida comenzará en pausa, y podremos empezar a trastear con las interfaces de la barra superior, los numerosos tipos de mapa, y cambiar el estado inicial de nuestra nación antes de empezar a hacer nada. Una vez reanudada la partida, observaremos cómo el tiempo pasa a una velocidad que también podremos cambiar cuando queramos. Esto significa que HoI3 es un juego de estrategia en tiempo real, pero podremos pausar la acción cuando queramos para realizar las tareas que necesitemos con la calma que nos haga falta.
Pedirle sal al vecino o quitársela directamente
La cantidad de decisiones que debemos tomar a lo largo de una partida normal de HoI3 es incalculable. En la pantalla de Diplomacia gestionaremos nuestras relaciones con el resto de países, así como los diferentes tratos comerciales y los tratados de paz que firmemos con ellos. Podremos elegir cuánto deseamos vender y por cuánto a cada país, observar qué déficit y/o superávit tienen de cualquier recurso y utilizar esa información antes de ofrecer acuerdos, alianzas o declarar la guerra. Aunque lo más importante de esta pantalla es la parte derecha, donde podemos ver una fotografía de las orientaciones de cada país hacia las tres grandes facciones: los Aliados, el Eje y el Cominterm. Desde el momento en que pertenezcamos a una de las tres (podremos hacerlo acercándonos mucho a una de ellas mediante labores de Inteligencia y Diplomacia o siendo invitados por una nación perteneciente a ésta), podremos influir al resto de países para que se acerquen más a nuestra ideología y estén más dispuestos a formar una alianza duradera con nosotros.
Sin embargo, la mayoría de los datos que observamos en la pantalla de Diplomacia no tienen por qué ser exactos. Éstos se basarán en los informes de Inteligencia que hayamos podido recabar gracias a nuestra red de espías. En la pantalla de Inteligencia gestionaremos tanto las labores de espionaje hacia otros países como las de contraespionaje en nuestro propio suelo. Será importante mantener un control constante de esto antes de declararle la guerra a un país del que no sepamos nada. Aunque quizá podamos utilizar nuestros trabajitos encubiertos para fomentar un pensamiento favorable al nuestro entre la gente del país vecino y que la guerra no dure más de lo estrictamente necesario.
La voz del pueblo
Como habréis podido intuir cuando hablábamos de Inteligencia, no sólo será importante lo que pase de fronteras para afuera, sino que tendremos que saber mantener a nuestra gente contenta para evitar revueltas o una moral baja que pueda provocar una rendición prematura. Elementos como los bienes de consumo y las diferentes leyes que decidamos aprobar afectarán a la Disensión y la Unidad Nacional, dos valores que querremos tener lo más controlados posible.
En la pantalla de Política podremos ver el Jefe de Estado y los ministros en activo. Éstos afectarán a diversos aspectos de la nación y podremos sustituirlos, aunque no siempre. Es difícil levantar al Jefe de Estado de su puesto cuando nuestra forma de gobierno es, digamos por poner un ejemplo tonto, el Nacionalsocialismo. Asimismo, veremos en esta pantalla cada cuánto se celebran las elecciones en nuestro país, si es que se celebran, y el nivel de organización y popularidad de los partidos más importantes, además de los distintos tipos de leyes aprobadas.
Conocimiento y anticipación
Nuestro Ministro de Inteligencia puede proporcionarnos información más o menos fiable sobre la fuerza del enemigo o el estado de su nación, pero será nuestro deber interpretarla y decidir cómo queremos defender nuestra frontera… O expandirla. Para esto están las pantallas de Producción y Tecnología. En la primera podremos gestionar todo lo que se está produciendo en nuestra patria, tanto unidades militares como edificios y recursos. También será aquí donde gestionemos el estado de nuestros convoyes de comercio y suministro a nuestras tropas, así como en qué gastamos nuestra Capacidad Industrial. Para terminar, usaremos la pantalla de Tecnología para investigar nuevas mejoras para nuestro ejército y administrar nuestros puntos de liderazgo. O, lo que es lo mismo, decidir a qué nos gustaría que se dedicaran las mentes más brillantes de nuestro país, pudiendo elegir entre la investigación, la diplomacia, el espionaje o un puesto de mando en el ejército. Es importante tener en cuenta que si no tenemos suficientes oficiales, la moral de nuestras tropas bajará, pero tampoco podemos descuidar el avance tecnológico del país o dejar de lado la producción de espías que recaben información del enemigo y le eviten a su vez hacer lo propio con nosotros.
Pantalla de Producción
Pantalla de Tecnología
Realismo en todos los aspectos
Por si el abanico de posibilidades no fuera suficiente, los gráficos de Hearts of Iron III completan esta obra maestra de la estrategia y la gestión. Las diferentes interfaces resultan abrumadoras por la cantidad de datos pero, una vez que sabemos para qué sirven éstos, vemos que su organización es de lo más intuitiva. Además, la posibilidad de alternar entre fichas y gráficos animados para ver nuestros ejércitos gustará tanto a aquellos que prefieran ver representaciones de tanques y soldados como a los que se entienden mejor con números y figuras abstractas.
Los efectos de sonido y la banda sonora completan una ambientación perfecta que nos meterá de lleno en cada conflicto que sucediera entre 1936 y el final de la Segunda Guerra Mundial en 1945 (incluyendo la Guerra Civil española, por si alguno se lo está preguntando).
Conclusión
Desde luego Hearts of Iron III no es un título para aficionados. Requerirá de varias partidas antes de que nos enteremos un poco de qué estamos haciendo, y entonces tendremos que aprender a ver qué están haciendo nuestros enemigos. La concentración necesaria para llevar a nuestro país a la victoria es bastante alta aún cuando decidamos dejar algunos de los aspectos de la organización a la Inteligencia Artificial.
HoI3 propone a todos los expertos en el arte de la guerra un eterno puzzle en el que cada pieza cuenta. Antes de lanzarse a una guerra habrá que tener en cuenta numerosos aspectos de corte general dentro del estado de nuestra nación, pero también hay una cantidad enorme de variables que habrá que observar antes de todas y cada una de las batallas singulares, tales como la hora del día (no es lo mismo atacar de día que de noche), el informe meteorológico, el terreno o, por supuesto, las fuerzas de nuestro enemigo.
Un título enormemente realista y obligatorio para todos los amantes de la estrategia a gran escala.
Jugabilidad8.5
Historia9.5
Gráficos8
Sonido8
Paradox ha conseguido crear una firma propia con sus juegos de gran estrategia, y la saga Hearts of Iron da cuenta de ella. La cantidad de información que debemos manejar a veces se hace abrumadora, pero con la práctica podemos llegar a ser los líderes de la nación más poderosa del mundo.
Juego, escribo y estudio informática a nivel amateur. Podría decirse que hago de todo en los descansos que me deja el no hacer nada. Paseé por varios blogs antes de aterrizar en TecnoSlave como redactor. El mejor add on para cualquier juego son unos pocos amigos y unas cuantas cervezas.
