Nos encontramos ante la inspiración de la saga BioShock y un título considerado por muchos una obra de arte.
Plataforma: PC
Desarrolladora: Irrational Games y Looking Glass Studios
Distribuidora: Electronic Arts
Fecha de Lanzamiento: 11 de agosto de 1999
Género: Acción, Shooter.
REQUISITOS MÍNIMOS
Microprocesador: Pentium 500 Mhz.
Memoria RAM: 128 MB.
Disco Duro: 450 MB.
S.O.: Windows 98/ME/00/XP
Otros: Tarjeta Aceleradora 16 MB.
REQUISITOS RECOMENDADOS
Microprocesador: Procesador Intel® Pentium® o AMD (= o + 800Mhz)
Memoria RAM: 512 MB
Disco Duro: 450MB
S.O.: Windows 98/ME/00/XP
Otros: Tarjeta Aceleradora 64 MB
Historia
Aunque no es obligatorio, es recomendable jugar a la primera parte del juego para entender a la perfección la complicada trama de System Shock 2. Ambos títulos comparten algunos personajes, aunque no llegan a tener mucha más relación.
Los eventos de System Shock 2 se desarrollan más de 40 años después de la destrucción de Shodan, la Inteligencia Artificial maligna del primer título. TriOptimum, la empresa que creó a Shodan, vuelve a ganar la confianza de los medios poco a poco, pero siempre vigilada por la UNN (lo que vendría a ser una ONU a escala mundial) que incluso acompañará los vuelos de la nueva nave de TriOptimum, el Von Braun. Esta compleja nave llega a superar la velocidad de la luz y es el escenario principal de la primera parte del juego.
Encarnaremos a uno de los pasajeros que, sin ocupar ningún puesto excesivamente importante en la tripulación, se ve implicado en los acontecimientos que se sucederán. Nos despertaremos dentro de la Von Braun sin recordar nada de lo que ha ocurrido. Una misteriosa voz nos informa de que todos los pasajeros han muerto, y nos irá guiando por las instalaciones para que vayamos decubriendo, poco a poco, lo que ha ocurrido y qué ha sido de Shodan.
Estaremos solos en los diferentes escenarios que presenta el juego, lo que provocará una sensación de ansiedad y opresión que se ve compensada con el vínculo que poco a poco va uniéndonos al protagonista y a las voces que nos van guiando (parecido a las relaciones distantes y fuertes que mantenemos en Shadow of the Colossus), siendo nuestro único contacto con la humanidad.
Jugabilidad
Uno de los elementos que hicieron destacar a System Shock 2 entre los juegos contemporáneos fue el fuerte vínculo que llegas a entablar con el protagonista. Al principio del juego debemos elegir si alistarnos al ejército (para mejorar nuestra habilidad con las armas), la UNN (mejorando así nuestro dominio de los ordenadores y el hackeo) o los OSA (que nos permitirá un mejor uso de nuestro poderes psi). Tras esta decisión inicial, pasaremos 3 años entrenándonos en diferentes misiones que podremos elegir, para mejorar nuestras características. Esto, junto a otra serie de mejoras permanentes a lo largo del juego, permitirán una caracterización bastante completa y original, que llamó mucho la atención a finales de los 90.
Durante las batallas alternaremos entre armas cuerpo a cuerpo (con un manejo similar al que vemos en Amnesia o Penumbra), armas a distancia (tanto de plasma como de munición real) y poderes PSI. Estos últimos serán bastante variados, permitiéndonos mover y lanzar objetos o incluso ralentizar a nuestros enemigos.
Pero sin duda el punto fuerte de System Shock 2 es su perfecta ambientación, que se centra en mantenernos en suspense y alerta durante todo el juego. La elevada dificultad, los enemigos que aparecen de manera aleatoria aunque los matemos… La munición, aunque no será escasa, tampoco abunda, así que será mejor reservarla para momentos precisos o especialmente difíciles.
Gráficos
Aún tratándose de un juego de 1999, la calidad gráfica no sobresale frente a otros títulos. Comparándolo con su predecesor, podemos ver una notable diferencia, pero sigue sin estar a la altura de otros juegos que vieran la luz ese mismo año. Las animaciones tampoco son tan fluidas como cabría esperar.
Las ambientaciones, en cambio, están bien elaboradas. Se ha cuidado al máximo la presencia de detalles que nos metan más y más en el ambiente, como multitud de cadáveres, material de laboratorio destrozado, cámaras de seguridad…