Para conocer Limbo primero tendremos que entender: ¿Qué es estar en el Limbo? A muchos de nosotros nos han dicho alguna vez que “bajemos del limbo“, así que podríamos definir el Limbo como un estado de distracción en el cual nos encontramos absortos en nuestros sueños y pensamientos, encerrados en nosotros mismos sin saber realmente qué ocurre a nuestro alrededor. Por otro lado, es un estado después de la muerte, o un lugar en los bordes del infierno, a donde irían los que no habiendo cometido ningún pecado por sí mismos, cargan con la culpa del pecado original, a esto se le llama tradicionalmente limbo de los niños.

Pocas personas pueden explicar realmente qué es o de qué trata el juego desarrollado por Playdead, pero de lo que si están seguros es que esas dos definiciones plasman a la perfección el juego. Todos coincidimos en que se trata de un mundo de sueño donde no puedes dejar de avanzar para intentar descubrir algo que realmente nos diga qué es Limbo. Lo único que sí podemos asegurar es que se trata de un título de plataformas donde no solo tendremos que llegar al objetivo sino que tendremos que completar una serie de puzzles para seguir avanzando.

En el año 2010, el juego llegó hasta nosotros por medio del ordenador y Xbox 360. Con un simple vistazo al primer proyecto de PlayDead, muchos ya descubrimos la belleza y potencial que contenía. Después de todos estos años, la crítica y el público siguen alabando a este particular título. Desde TecnoSlave, bajamos del Limbo para ofreceros nuestra visión propia de esta oscura e inquietante odisea.

Plataforma: PC, Xbox 360, PlayStation 3

Desarrollador: PlayDead

Distribuidor: Steam, Xbox LIVE Arcade, PlayStation Network

Género: Plataformas, Puzzles

Precio: 9’99€, 1200MPS, 12’99€ (gratis teniendo PlayStation Plus)

Idioma: –

¿Dónde estamos?¿Quiénes somos?¿Qué buscamos?

Lo único que conoceremos a ciencia cierta en el juego es que somos un niño, un personajito que amanece en un bosque, no sabemos su nombre ni historia, pero aún así nos arriesgamos a compartir su camino y nos adentramos en extraños parajes por conseguir ayudarle. Manejaremos al personaje con una jugabilidad simple y perfecta, tanto si lo jugamos en ordenador como con un pad. Las únicas acciones que podremos realizar con nuestro pequeño protagonista serán las de saltar y agarrar objetos, a parte de los movimientos laterales o hacia arriba y abajo.

Como acabáis de leer, Limbo se trata de un clásico título de plataformas que añade puzzles, como así ocurre en la mayoría de juegos del género que se desarrollan hoy día. Tendremos que interactuar con distintos objetos del escenario para seguir avanzando, a veces estos puzzles serán “simples” juegos de habilidad que llegarán a desesperarnos, porque o lo hacemos en el momento exacto o acabaremos despedazados, electrificados, ahogados, aplastados… El título cuenta con un montón de muertes ingeniosas y macabras.

Teniendo en cuenta que somos un niño pequeño, contaremos con algunas limitaciones a la hora de resolver estos puzzles o plataformas: no podremos caernos desde grandes alturas, ni saltar largas distancias y ni siquiera podremos nadar. Todo esto nos da una sensación de fragilidad extrema y constante: la mayoría de nosotros estamos acostumbrados a títulos con protagonistas superhombres, con fuerza sobrehumana. Por ello, en Limbo moriremos muchas más veces de las que nos gustaría, sobre todo por medir mal algunos saltos o dar por sentado que desde determinada altura no nos haremos daño.

Para rematar esta sensación de debilidad, no contaremos con un medidor de salud, así que cada vez que nos hagamos daño, moriremos. Pensándolo desde una perspectiva realista: si a nosotros nos clavasen una flecha o nos aplastara una piedra gigante no saldríamos muy bien parados (por muchas historias que nos cuenten las películas hollywoodienses), y si a ésto le sumamos que somos un crío, las consecuencias en la vida real serían catastróficas. Así pues, en su conjunto, conseguiremos cogerle cariño a nuestro pequeño acompañante y a tratarlo con delicadeza para conseguir llegar al final de la historia y desentrañar los misterios que le rodean.

Un mundo sombrío e inquietante

El juego está diseñado en scroll lateral, en un plano bidimensional de luces y sombras; no encontraremos otros colores fuera de las distintas tonalidades de negros y blancos. A pesar de la oscuridad que nos rodea, todo está perfectamente detallado: los escenarios y los animales cuentan con todo lujo de detalle. Cuenta con una impecable estética que a veces resulta aterradora al ver a nuestro acompañante desmembrado o empalado por nuestra propia culpa.

Los único que escucharemos en nuestra aventura serán los sonidos ambientales, nuestros propios pasos, movimientos, cualquier cosa que se mueva a nuestro alrededor, etc. Desde mi punto de vista, se trata de una gran táctica por parte de Playdead que hará que nos sumerjamos de lleno en su Limbo particular y no salgamos del sueño ni un momento.

Todos los factores en su conjunto, convierten a Limbo en una joya con muchos años de vida por delante, gracias a que no tiene una duración muy extensa, unas 5 horas, ni unos puzzles muy complejos, volveremos más de una vez para volver a pasarnos este Limbo particular y experimentar esa sensación de fragilidad y muerte que envuelve al título. Limbo es una experiencia que hay que jugar y que todos aquellos que estén cansados de “siempre lo mismo” sabrán apreciar.