Tengo que admitir que profeso cierta predilección por los juegos, por así llamarlos, diferentes. Me llaman mucho la atención, pero eso no quiere decir que reniegue de los más tradicionales, ni mucho menos. Por eso mismo en cuanto supe que Akiba’s Trip Undead & Undressed iba a salir en nuestro país, sabía que de una forma o de otra iba a acabar en mis manos. Y qué mejor forma que para analizarlo y plasmar lo que me ha parecido para conocimiento de todo aquel que le interese. Así que empecemos.
Plataformas disponibles: PS Vita, PS3
Plataforma de análisis: PS Vita
Género: Acción, JRPG
Desarrollador: Acquire
Distribuidor: NIS America
Fecha de salida: 10 de octubre 2014
Idioma: Textos en inglés y japonés, voces en inglés y japonés
Precio: 39.99€
¡Salva a los otakus de que les roben su energía!
Como no quiero adelantar acontecimientos, es mejor comenzar por el principio, el argumento. A pesar del peculiar estilo de Akiba’s Trip, la verdad es que la historia no es demasiado extravagante y tiene su parte de lógcia. Nos encontramos en el más que famoso barrio de Akihabara, meca de la cultura otaku en Japón. Somos un chaval como otro cualquiera que se ha presentado a una extraña oferta de trabajo, en la que ofrecen pagar mediante raras figuras de coleccionista. Pero resulta ser un montaje para atraer inocentes víctimas para ser convertidas en synthisters, una especie de vampiros que se alimentan de la energía de otras personas.
Una joven llamada Shizuku nos salva de la situación, aunque demasiado tarde, y nuestra transformación ya se ha realizado. Para evitar que nos convirtamos totalmente en synthisters sin voluntad crea un curioso pacto de sangre con nosotros, el cual nos permite mantener la cordura además de la fuerza de un synthister. Ella conoce mucho sobre todo este tema y nos explica que esta especie de vampiros es muy sensible a la luz, por lo que si exponemos su piel a la luz solar directa se rompe la maldición y pueden volver a ser humanos.
Nos toca defender el barrio de Akihabara de esta nueva plaga y la malvada corporación que hay detrás. Por suerte contamos con nuestros amigos, los Akiba Freedom Fighters, con los que ayudaremos a la población a defenderse de estos synthisters. Claro que esto es sólo el principio y poco a poco aparecerá una farmacéutica y su enigmática directora; una idol singer local que parece conocer de antes a Shizuku, a los synthisters, así como a las empresas que hay detrás. Extravagancias típicas de los juegos más japoneses sin nada demasiado sorpresivo, por ahora.
Para rasgarse las vestiduras, literalmente
Decir que el estilo de Akiba’s Trip es único es decir poco. No creo que haya ningún otro juego fuera de su propia saga -es una segunda parte- que se atreva con algo semejante. Con nuestro personaje creado al principio del juego nos moveremos por una representación del barrio de Akihabara bastante fiel, mientras vamos cumpliendo misiones y derrotando synthisters. Esta especie de vampiros energéticos son muy sensibles a la luz, y la forma de derrotarlos es exponer su piel al sol, arrancándoles literalmente la ropa del cuerpo.
Los combates son muy toscos, tres ataques básicos que vamos combinando para atacar a la ropa en la cabeza, cuerpo y piernas del enemigo. La cámara, marcar los objetivos, los combos… todo resulta muy incómodo y cuesta hacer un combate fluido y gratificante; tampoco ayuda la defensa, que resulta infalible a menos que usemos un ataque cargado, que son aún más difíciles de encajar. Cuando una parte de la ropa se ha debilitado lo suficiente podremos quitársela manteniendo pulsado su botón de ataque, y si hay más piezas de ropa de los enemigos en mal estado se puede ir encadenando; si hacemos un combo de al menos ocho piezas de ropa -y algún enemigo se ha quedado totalmente en ropa interior- haremos un finisher con el que desnudamos a esos enemigos por completo. Pero no os preocupéis, una cegadora luz se encarga de que no veamos más que siluetas. Ya sea en ropa interior o desnudos, los synthisters se desintegran -realmente se vuelven humanos de nuevo- y los humanos normales huyen avergonzados -las chicas a menudo se enfadan y hacen un divertido ataque final tipo rabieta-.