Análisis 99 Levels to Hell

La industria últimamente da a conocer muchos proyectos que se han convertido en realidades, los cuales nacieron en un principio como un entretenimiento para el desarrollador y al final acabaron siendo conocidos, y normalmente bien criticados. En España tenemos el caso de UnEpic o Maldita Castilla, juegos que fueron creados por experimentar y consiguieron hacerse un hueco en el mundillo del videojuego.

Pues bien, con 99 Levels to Hell pasa exactamente igual que en los casos anteriores. Su creador es otro jugador más que un día quiso probar a hacer un juego por puro entretenimiento. Pasó el tiempo y el proyecto fue tomando forma hasta que su creador cada vez lo tomó más en serio y, sin comerlo ni beberlo, un día vio su título en las principales plataformas digitales.

Si os estáis preguntando entre otras cosas si ese título ofrece lo que publicita, o por el contrario es un poco fantasmal, os recomiendo que sigáis con nosotros en este análisis. Descendamos a las profundidades del averno.

Plataformas disponibles: PC

Género: Semi rogue-like

Desarrollador: Zaxis Games, B-Evil

Distribuidor: Zaxis Games

Fecha de salida: 26 de febrero de 2013

Idioma:  Completamente en inglés

Precio: 3,60€

Requisitos mínimos para PC:

Sistema Operativo: Windows XP, Windows Vista, Windows 7 y Windows 8

Procesador: 2.30 Ghz o más

Memoria: 4 Gb de RAM

HDD: 2 Gb de espacio en el disco duro

 

Highway to Hell

Nada más comenzar con 99 Levels to Hell, observamos que posee una historia simple, la cual será prácticamente una excusa para presentar el juego. Cerca de la innovación con la que se nos presentaban los juegos de antaño en cuanto a historia -es decir, prácticamente nula-, nos encontramos con nuestro personaje encerrados en un castillo y deberemos salir de este con vida. Para conseguir tan preciado objetivo, deberemos ir superando fases hasta llegar al lugar donde habita el mal: el Infierno. Es una buena excusa llamar al juego 99 Levels to Hell cuando nos disponemos a abordar el exacto número de niveles para salir con vida de este castillo que aguarda tanto misterio y terror.

Partiremos con nuestro personaje principal en busca de la salvación a lo largo de unos niveles que guardan mucho parecido entre sí, pero que se dividen en bloques temáticos para hacer más llevaderas las pantallas. Así pues, el objetivo de cada nivel será buscar una llave para abrir la puerta que nos permita salir por patas de aquel lugar infestado de murciélagos, ratas, arañas o cualquier ser que quiera atormentarnos la vida. Y cuidado no nos maten, porque si no superamos un bloque de diez niveles deberemos empezar desde el principio, y así constantemente.

Dentro de los niveles podremos encontrar diferentes aspectos para hacer más llevadera la estancia: armas nuevas, poderes que nos otorguen ventajas, lingotes de oro canjeables por objetos muy útiles, etcétera. A nuestra disposición también habrá puertas alternativas que tras de sí ocultarán saltos de niveles, casinos donde conseguir premios o tiendas donde comprar objetos para sobrevivir a esta aventura. Hay que añadir que la posibilidad de comprar en tiendas será muy escasa, pues los precios elevados nos pondrán complicada la adquisición de productos.

99 Levels to Hell nos ofrece dentro de los niveles una experiencia única y a medida que avancemos, más complicada. Dentro del juego los enemigos se irán haciendo más complicados a medida que vayamos superando niveles. Así pues, las primeras amenazas se podrán matar de un simple disparo, pero en niveles superiores deberemos pasarlo peor. El tiempo jugará una parte importante, y si no acabamos el nivel en un tiempo estimado -el cual no se muestra en ningún momento- nos aparecerán unos fantasmas que intentarán liquidarnos a toda costa y pulir nuestra perfecta muerte.

99 Levels to Hell-Análisis-TecnoSlave

image-104109

Apartado gráfico y sonoro

Como ya sabemos, atravesamos una época en la que los gráficos tienen una importancia clave para entender el concepto del videojuego en cuestión. Esto resulta una tontería cuando el juego es divertido en la jugabilidad e interesante en su guión, y aunque en 99 Levels to Hell lo segundo sea una mera ilusión, lo primero es sin duda un buen aliciente.

Los gráficos están cuidados y pueden resultar atractivos a primera vista, pero el título posee algunos errores, como el repetitivo diseño de los niveles -los cuales son aleatorios- y los detalles cuanto menos pobres. Aun así, los enemigos no son tan repetitivos y nos iremos encontrando con varios diseños los cuales son vistosos y bien detallados, todo lo contrario al de los niveles.

El título tiene entre manos el deber de ofrecernos sangre y diversión por partes iguales, y estos dos elementos fusionados con una banda sonora enfocada en el hard rock hacen que el juego sea una auténtica apuesta para los jugadores más bizarros, pero tampoco haciendo huir a otros sectores del público. Aun así, se debe decir que las partes sonoras son iguales de repetitivas que el diseño de los niveles y más allá de unos simples riffs no encontraremos otra cosa salvo en los jefes finales, donde la estructura sonora estará mucho más trabajada.

99 Levels to Hell-Análisis-TecnoSlave

image-104110

Comparándolo con…

Las comparaciones en juegos de este género son interminables, pero 99 Levels to Hell tiene especialmente dos juegos de los que recoge toda la esencia que se plsama en nuestros monitores: Bubble Bobble y Spelunky. Y ojo, esto no lo digo yo, lo dijo su propio creador en una entrevista.

Del título de Taito -Bubble Bobble- recoge el estilo de los niveles, y aunque en este título era necesario derrotar a todos los enemigos para pasar de partida, también existían otros elementos para pasar de nivel. Estos elementos han sido recogidos en 99 Levels to Hell y podremos encontrarnos saltos de niveles a través de unos curiosos paraguas, como en el famoso arcade de 1986. Incluso hay un arma que recrea las burbujas donde capturábamos a los enemigos en aquella época. ¡Qué nostalgia!

Por otro lado tenemos las alusiones a la jugabilidad y estructura de Spelunky. El popular videojuego se traslada a un ambiente mucho más caótico y medieval en 99 Levels to Hell, donde siguen presentes la exploración y obtención de dinero y objetos especiales, y por supuesto las trampas y los enemigos.

La verdad que son dos comparaciones claves, y si hay un mix de esos dos juegos, ese juego es 99 Levels to Hell. Felicidades a su creador por saberlo plasmar de tan buena manera.

99 Levels to Hell-Análisis-TecnoSlave

image-104111

Conclusiones

Nos encontramos un juego que viene perfecto para echar unos minutos… hasta que nos atrapa y nos pica para pasárnoslo por completo.

A pesar de que la repetición de niveles no debería ser una opción debido a su sistema de mapas aleatorios, la jugabilidad se adapta a todo público que sea consistente y sepa a lo que se enfrenta: a un camino lleno de rosas con espinas. Los enemigos no nos ofrecerán muchos problemas y los principales problemas nos lo darán los jefes finales y sus majestuosas formas de torturarnos.

Una buena apuesta para aquellos que busquen diversión y un reto a bajo coste. No es un gran juego, pero tampoco es una monstruosidad injugable. Si eres fan de Spelunky, Bubble Bobble y los roguelike, tendrás aquí un combinado que bien no será muy impresionante, pero sí llega a satisfacer a bastantes jugadores, entre los que me incluyo.

99-levels-to-hell-gog-tecnoslave

 

Jugabilidad6.5
Sonido6.5
Gráficos6.8
Si lo tuyo son los rogue-like y los juegos de acción, te va a gustar "99 levels to hell" para echar unas partidas en las horas muertas de oficina, o esos cinco minutos sobrantes al ordenador.
6.6
Etiquetas 99 levels to hellanalisisbubble bobbleGOGSpelunky

Compártelo

Juanma García

Juanma García

Madrileño de 22 años. Escritor en TecnoSlave y GameReport que busca en los videojuegos algo más que un entretenimiento.

Siguiente entrada

Red Goddess ha conseguido la financiación necesaria

No hay comentarios

deja el tuyo