Análisis StarDrone Extreme

La secuela para Vita de un juego que pasó sin pena ni gloria por PC y PSN, nos recuerda que en época de crisis, siempre habrá algo que llevarnos a la boca si disponemos de la nueva portátil de Sony. La unión bastante acertada de varios conceptos de otros juegos, convierten a StarDrone en una propuesta muy entretenida al más puro estilo juego para móviles, tanto por su concepto totalmente táctil como por su reducido precio (aunque todavía lejos de los 0,79 euros), lo que nos hace reflexionar sobre la gran capacidad de PSVita para abarcar el mercado del videojuego desde  todos los frentes posibles (físico, digital, hardcore, casual…), sin cerrarse las puertas a ningún planteamiento de mercado.

En cuanto al título que nos ocupa, no hablamos desde luego de ningún must-have ni nada por el estilo, pero si de un producto completo, que recompensará a quienes les den una oportunidad, con una dificultad muy bien medida, largo, y muy rejugable si buscas el terminar los niveles de forma perfecta, que no es moco de pavo.

Plataforma:                    PSVita

Desarrollador:               Beatshapers

Distribuidor:                  Playstation Network

Fecha de lanzamiento: Ya a la venta

Género:                        Painball

Precio:                          3,99 euros

 

¿Esto que eeees?

Definir el concepto de StarDrone es una ardua tarea. Podría decirse que es una especie de painball intergaláctico donde, una vez lanzada la bola o la nave, como quieras llamarla, se desplazará de manera independiente, y nuestra misión será la de dirigirla por el camino correcto mediante la utilización de puntos de gravedad (que se activarán pulsando directamente sobre ellos con el dedo). ¿Te ha quedado claro? Ami tampoco. Durante los primeros niveles, me encontré bastante perdido hasta que, poco a poco, fui entendiendo la mecánica mediante la ya olvidada técnica del ensayo y error. Aunque la forma de jugar es siempre la misma, tocar en el momento justo los ya citados puntos de gravedad, nos encontramos diferentes tipos de objetivos según la fase en la que nos encontremos. En unas sólo deberemos llegar al final del nivel, por un camino más o menos claro, esquivando trampas y enemigos; en otras sin embargo, el objetivo será recoger todas las estrellas que nos encontremos en el camino, teniendo que volver atrás si nos dejamos alguna. Por último, en opinión del que os escribe las más divertidas, no se dará por concluido el nivel hasta que destruyamos a todos los enemigos.

Uno de los grandes aciertos del juego, es la incorporación paulatina de nuevos elementos, lo que además de no estancar la propia jugabilidad y hacerlo repetitivo (aunque el tramo final pueda llegar a serlo), nos permite asimilar bastante bien las novedades que se nos van proponiendo. Así, mientras los primeros niveles son más simples que la publicidad del DIA, según vayamos avanzando, el número de elementos en pantalla a los que atenerse para concluir con éxito la “misión” será considerable. Una pena, que a veces el estar atento no case muy bien con tapar parte de la pantalla con el dedo, lo que supondrá mas de una muerte, y el tener que volver a repetir la fase. En los niveles cortos no supondrá mayor problema, pero tener que repetir los más largos, bastante abundantes, por un error que se podía haber solucionado con la opción de utilizar la pantalla táctil trasera, da muchísima pereza.

El diseño de los niveles está muy estudiado, y hace que pasearnos por ellos se convierta en muchas ocasiones en una divertida montaña rusa. Los valientes que se atrevan a jugar en las velocidades más altas (podemos elegir hasta diez), e intenten acabar el camino sin fallos, les espera un reto digno de los más puñeteros juegos indies que pueblan el mercado. Un detalle, que para algunos será muy feo, es que existe la posibilidad de saltarnos los niveles que se nos encasquillen con una aplicación gratuita, pero tampoco tiene mayor importancia.

Deja vu

Visualmente hablamos de un título correcto, que recuerda por su temática espacial y diseño a SuperStarDust (se parece hasta el nombre), aunque no llega en ningún caso a la calidad de este. Más bien parece un juego que podría verse en cualquier smartphone decente, pero que no aprovecha para nada las posibilidades de Vita. Sin embargo, no deja de ser atractivo a la vista con tantos loopings y figuras redondeadas de enemigos y elementos, con efectos de luz y color llamativos, y todo ello bajo el marco de un fondo oscuro rodeado de estrellas. Los menús están formados por hexágonos de colores eléctricos, muy del corte Wipeout, y la selección de niveles se divide en cinco mundos con doce fases cada uno, en forma de cuadros.

 

El apartado sonoro es uno de los puntos más flojos de StarDrone. La música es practicamente la misma durante todo el juego y se hace muy repetitiva. Una pena teniendo en cuenta que el estilo electrónico que han elegido si es muy consecuente con la propuesta espacial del título y de una calidad notable. Los efectos sonoros tampoco ayudan a este flojo apartado, ya que si bien no desentonan, no son nada llamativos y la sensación general es que no está bien calibrado el volumen de los mismos.

 

Conclusión

StarDrone Extreme, no es ni lo pretende, un juego inolvidable que copará las listas de los mejores juegos de Vita, pero si es un título entretenido, diferente, con el que ocupar las horas muertas y con una fórmula que funciona en todo lo que se plantea. Sin grandes alardes técnicos, y con un apartado sonoro muy mejorable, lo cierto es que tiene su encanto gracias a su atractivo diseño y al reto que suponen algunos tramos de los niveles más avanzados, sobretodo si nos decantamos por las velocidades más altas, que son muy recomendables para el total disfrute de este videojuego. Además es muy largo y bastante divertido una vez que entiendes la formula, y todo ello por solo cuatro euros. En definitiva, no es un imprescinble, pero si un juego a tener en cuenta por poco que te atraiga su propuesta.

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