Lo reconozco, me encanta hablar y escribir de Dark Souls. Y no soy el único. En internet podeis encontrar cientos de artículos sobre esta obra de From Software. Se ha hablado sobre las mecánicas de juego, sobre su nivel artístico, su narrativa y sus enemigos. Es un juego del que se ha escrito mucho, y del que se sigue escribiendo hoy en día. Existen páginas dedicadas a builds para PvP y PvE, y en donde aun se descubren cosas e items.
Y si lo que queréis es comprobar el fenómeno fan que despierta Dark Souls, solo debeis buscar un poco en Tumblr o en Deviantart para encontrarte con galerías enteras de dibujos de Ornstein y Smough, de Artorias o de Solaire.
Poco apostó Sony por esta saga cuando Demon’s Souls se distribuyó tarde y mal en territorio europeo. Fue realmente Dark Souls el juego que popularizó la fórmula de Hidetaka Miyazaki, el cual se ha ganado un nombre en la industria en pocos años.
Existen multitud de páginas de builds, enfocadas a la aventura o al PvP.
El marketing alrededor de Dark Souls, de su secuela directa y de Bloodborne, es el de venderlos como juegos difíciles.Pero no es la dificultad lo que me llevó a adorar Dark Souls. De hecho, no me gustan los juegos difíciles y soy bastante propenso a morir.Si Dark Souls me gusta es porque es un universo propio, que te absorbe y te vuelve parte de él.
Empiezas solo y desamparado, sin más tutorial que unas marcas en el suelo. No hay cuadros de texto que invadan la pantalla ni interrumpan la acción.
Pero no hay que negarlo, Dark Souls sí es difícil. La crueldad del juego se muestra desde el minuto cero. Tu primera arma, si es que se puede llamar así, es una empuñadura que apenas logra hacer daño.No puedes abordar al primer jefe directamente. Esta es la primera lección de este juego: aquí no sirve ir a atacar como un loco. Pronto descubres que si mueres pierdes tus almas.
En Dark Souls las almas sirven como moneda, y para subir nivel en las hogueras. Si mueres, puedes volver al punto donde las perdiste a recuperarlas, pero si mueres en su búsqueda, las pierdes para siempre.
Una de las experiencias por las que pasa cualquier jugador novato, es la de perder miles de almas de golpe y de manera cruel. La tensión de recorrer un tramo lleno de enemigos para recuperar 20000 almas hace que se te salga el corazón. El miedo a morir es real y valoras la vida de tu avatar, porque en la siguiente esquina puede haber un caballero que te clave una lanza y tu progreso habrá desaparecido.
El mundo de Dark Souls está conectado.
Las hogueras son los únicos lugares seguros en Dark Souls, y no son tan abundantes como puede parecer. Hay tramos excesivamente largos sin una hoguera, e incluso las hay que están ocultas, como la que se sitúa tras un muro en Jardín Tenebroso.Pero por suerte, el diseño de niveles esta de nuestra parte. Dark Souls es un juego que sabe cómo conectar todas sus zonas, como ya hizo Symphony of the Nigth en su momento.
Por ejemplo, tras un recorrido accidentado por las Profundidades, descubrimos que podemos abrir una puerta que nos conecta con la hoguera. Si bien nunca estamos al lado de un jefe final, sí que nos ahorramos parte del trayecto. No hay minimapa alguno, pero tras tres o cuatro muertes, acabas por conocer cada esquina, cada camino, cada enemigo.
A día de hoy, cualquier jugador de Dark Souls podría dibujar un mapa del mundo entero de memoria.
La mitología de este juego también ha sido largamente estudiada. Hay wikis enteras repletas de datos que la mayoría de jugadores desconocen tras su primera partida.
La cinemática inicial de Dark Souls (la única que veremos en el juego) nos presenta un mundo en el que los dragones han sido destruidos, la llama que sostenía el poder de los dioses casi se ha apagado, y una extraña maldición que impide morir a las gente, y los convierte en no muertos, empieza a asolar Lordran.
Los personajes tienen historias apasionantes si sabes buscar lo suficiente.
Seath el descamado, el dragón que traicionó a los suyos porque envidiaba la inmortalidad que el no tenía, y que lo llevó a investigar el poder del cristal primigenio hasta volverse loco. El caballero de Catarina, que quería demostrar su valía. La bruja Izalith, que intentó recrear la primera llama, mutando de forma horrible a sus hijas y transformando su hogar en un infierno en el proceso. Gwyn, tan obsesionado en impedir que la llama se apagase que se quemó en el Horno de la Primera Llama con tal de prolongar el reinado de los dioses.
Solaire, siempre dispuesto a echar una mano y animándote a seguir.
La narrativa de este juego es muy extraña y críptica, e incluso muchos aseguran que es nula. Pero la mayoría de ítems y sets de armadura, explican partes de la historia de Lordran y de sus habitantes, como el caballero Lautrec o el mago Logan. También hay NPCs a los que puedes ayudar y que resultan carismáticos a su manera.
A pesar de que Dark Souls se inspira en la fantasía medieval occidental, y se apoya en sus tópicos como los dragones o los magos, rehúsa de ciertos clichés del género. No hay elfos, ni enanos. No hay ciudades con posadas ni llenas de tiendas. De hecho, las zonas seguras son escasas y los mercaderes están en sitios muy concretos.
¡Bendito sea el Sol! Solaire es un rayo de optimismo en el oscuro Lordran