Precio: 9,99€ (Parte del Kingdoms Bundle de BundleStars)
Corre el año 1189 y el Papa Gregorio VIII acaba de llamar a los reinos cristianos a la Tercera Cruzada. La pérdida de los santos lugares en el reino de Jerusalén es considerada un castigo divino por los pecados cometidos en la Europa del siglo XII y Ricardo Corazón de León no duda ni un segundo antes de coger la cruz y partir a la caza de un mito. Los ejércitos de Saladino pueblan Tierra Santa, y las gentes de todo el mundo hablan de él como un ser invencible. Será nuestra meta desmentir estas habladurías… O confirmarlas.
Dos bandos, un ganador
The Kings’ Crusade nos pone al frente de uno de los dos mayores ejércitos en la época de las Cruzadas. Podremos elegir comandar las fuerzas cristianas para recuperar la tierra que un día pisó nuestro Señor y Salvador, o ponernos al frente del ejército musulmán y enseñarles a los Cruzados quién es el verdadero Dios. En cualquier caso, la masacre está asegurada.
Si optamos por ponernos en la piel de Ricardo Corazón de León, nuestra misión será la de conquistar el reino de Jerusalén, empezando por la ciudad de Acre. Para ello contaremos con una gran variedad de unidades de infantería pesada, infantería ligera, arqueros, caballería y todo lo que se espera de un buen juego de estrategia. Desde la pantalla del mapa reclutaremos a nuestro ejército, mejoraremos sus habilidades y hasta decidiremos con qué armas y armaduras queremos equiparlos, o qué clase de hombres queremos que acompañen a nuestras unidades. Un sacerdote o un capitán proporcionarán moral a nuestras tropas, mientras que un curandero podrá reanimar a los soldados perdidos durante la batalla. Además, a medida que avancemos por Tierra Santa, iremos encontrando numerosas reliquias que podremos darle a nuestro héroe o donar a la Santa Sede para aumentar nuestro medidor de fe, lo que nos dará bonificaciones en la batalla o aumentará el numero de veces que podemos usar las habilidades especiales de nuestro líder, respectivamente.
En cuanto al ejército musulmán, Saladino será el encargado de organizar a nuestras tropas en la batalla por la defensa de nuestro reino. El sistema de reclutamiento y equipamiento no difiere en mucho del sistema de los cristianos, pero existe una pequeña diferencia que veremos más adelante.
Toda victoria va precedida de un plan
Los Cruzados recibían apoyos de diferentes facciones en la conquista de los lugares sagrados, pero estas facciones no siempre estaban de acuerdo. En el juego, antes de cada batalla, cada facción nos propondrá un plan y tendremos que elegir cuál de todos seguimos. También podremos gastar una parte de nuestro dinero en comprar algunas ventajas que nos ayudarán en la batalla, tales como debilitar las defensas de una ciudad enemiga que pretendemos asediar, invertir en ingeniería de batalla para poder construir más máquinas de asedio o simplemente expandir rumores sobre el tamaño de nuestro ejército para atemorizar a las tropas enemigas. Cualquiera de los planes nos puede llevar a la más absoluta de las victorias y nos proporcionará puntos de favor con el bando elegido, pero sin duda no sentará bien al resto de facciones que no se les haga el más mínimo caso. También podremos ganar puntos de favor con cualquiera de los grupos favoreciendo sus intereses en ciertos eventos políticos.
Las cuatro facciones que apoyarán a los Cruzados en su campaña son:
La Corte Papal: Juega un papel clave en la Historia durante esta época. Su influencia y poder alcanzaron su punto máximo en el siglo XII y favorecer sus intereses dotará de mayor justicia a nuestra causa, proporcionando reducciones en los costes de reclutamiento y un aumento de moral significativo en nuestros soldados.
Los Templarios: Una de las órdenes más poderosas que ha existido nunca. Su genio militar y su devoción nos proporcionarán unidades realmente poderosas y un coste menor en las ventajas que decidamos comprar antes del inicio de la batalla.
El Sacro Imperio Romano: El más grande y al mismo tiempo el menos unificado de los imperios en la Edad Media. Sin embargo, su alta capacidad de producción y su amplio conocimiento del campo de batalla nos servirá para reducir costes en nuestro equipamiento y mejorará nuestras máquinas de asedio.
El rey de Francia: Quizá el reino más poderoso de Europa en esta era en particular. Aunque las disputas con Inglaterra siguen latentes, los hombres más influyentes de la región, así como sus temidos Chevaliers, se mostrarán dispuestos a ayudar a Ricardo en la conquista de Jerusalén.
Con el tiempo, si ganamos suficientes puntos de favor con una de las cuatro facciones, un héroe dentro de ellas se unirá a nosotros. Sus habilidades, como es lógico, dependerán de la facción a la que pertenezca; y las bonificaciones que otorgará a nuestras unidades en la batalla irán enfocadas en la misma dirección.
Una cultura unida
Los Sarracenos se mantienen unidos contra el enemigo. Las constantes rivalidades y luchas internas que sufren los Cruzados no están presentes en su cultura. Por contra, ellos prefieren la búsqueda del conocimiento y, donde Ricardo Corazón de León usa la política y varios favores a cuatro poderes diferentes para ganar ventajas en el campo de batalla, Saladino prefiere centrarse en el estudio de tres disciplinas diferentes: Hazañas, Unidades y conocimiento General. Mientras defendamos Tierra Santa, podremos utilizar los puntos y el oro ganado en combate para comprar mejoras en estos tres árboles tecnológicos, lo que nos proporcionará líderes más eficientes, soldados mejor entrenados y otras habilidades especiales, respectivamente. Por lo demás, el sistema de juego se mostrará similar al utilizado por la campaña cristiana.
Ninguna guerra es bonita
Con tanta preparación, podría decirse que las batallas quedan un poco al margen, pero eso sería hacerle muy poca justicia al título de NeoCore. Es cierto que la estrategia es el punto fuerte de The Kings’ Crusade, y gran parte de nuestra victoria dependerá del estudio del terreno antes de elegir las unidades correctas para éste, la creación de un plan vencedor y un buen uso del factor sorpresa. Pero todo esto hay que llevarlo a cabo en el campo de batalla, donde el enemigo podrá anticiparse a nuestros movimientos y nos hará cambiar radicalmente de plan.
Una vez dentro de la batalla, el control de las unidades será el típico. Click derecho para mover, doble click para cargar, uso de habilidades especiales de los héroes… Nada que no hayamos visto ya. Sin embargo, el realismo dentro de las peleas individuales de cada batalla será altísimo gracias a una calidad gráfica enormemente alta y al hecho de que, una vez dentro de la refriega, no nos resultará fácil huir si el enemigo se empeña en perseguirnos. Muchos juegos de este tipo permiten simplemente hacer click derecho y nuestros soldados se baten en retirada, pero en este título nuestras tropas lucharán hasta su último aliento, y no huirán a no ser que vean una salida clara.
A todo esto se le suman, como ya se ha comentado, unos gráficos realmente buenos, combinados con una cámara que nos permite meternos casi literalmente dentro de cada una de las disputas de nuestra campaña. Los movimientos de todas las tropas son realmente naturales, tanto al atacar como al moverse o morir. Siendo un poco macabro, estaría bastante bien que los cuerpos se mantuvieran en el campo de batalla y la ausencia de sangre descoloca un poco, pero al fin y al cabo no estamos hablando de un juego gore o de acción. La música y los efectos sonoros completan una ambientación épica digna de cualquier superproducción de Hollywood. Oirás gritar a tus soldados y te entrarán ganas de levantarte, coger una espada y un arco y correr a asediar Jerusalén. Pero te recomendamos que reprimas esos impulsos. De verdad, contente.
Conclusión
Si buscas un juego de estrategia en tiempo real, lo tienes delante. Cualquier error puede acabar en derrota y en una pérdida masiva de hombres. Los niveles de dificultad que ofrece el juego están claramente diferenciados, pero aun así el nivel fácil es bastante difícil para aquellos que sólo buscan hacer click derecho en la unidad enemiga y arrasar toda la ciudad.
El toque RPG entre batalla y batalla, así como la posibilidad de elegir cualquiera de los dos bandos de la Tercera Cruzada, le da una rejugabilidad enormemente grande. No será lo mismo ganar la campaña cristiana utilizando las tácticas del Sacro Imperio Romano que favoreciendo a la Santa Sede, y tampoco será igual centrarse en las habilidades de los líderes musulmanes que defender Tierra Santa con el poder de las unidades de a pie. Como último toque, el completo control de la cámara y la posibilidad de ver el campo de batalla tanto a vista de pájaro como casi en primera persona ponen la guinda a un pastel tremandamente jugoso.
Como veis, The Kings’ Crusade ofrece una capacidad de decisión enormemente alta y una dificultad elevada para aquellos amantes de la estrategia militar. Una opción muy recomendada para revivir una de las épocas más sangrientas de la Historia.
Juego, escribo y estudio informática a nivel amateur. Podría decirse que hago de todo en los descansos que me deja el no hacer nada. Paseé por varios blogs antes de aterrizar en TecnoSlave como redactor. El mejor add on para cualquier juego son unos pocos amigos y unas cuantas cervezas.
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