Análisis Sleeping Dogs

Sleeping Dogs es el sucesor natural de la franquicia True Crime. Las coincidencias son notorias: empezando por el rol del protagonista, pasando por la temática sandbox y terminando por un depurado gameplay centrado en los combates cuerpo a cuerpo. De hecho, las similitudes no son casuales, ya que este proyecto nació como True Crime: Hong Kong. Sin embargo, tras caer en el olvido y no encontrar financiación alguna, fue rescatado por Square Enix, que lo renombró como Sleeping Dogs. El apoyo de la distribuidora nipona fue necesario para que la propuesta saliera adelante.

Sin duda alguna, los jugadores no podemos estar más satisfechos por la apuesta de la compañía japonesa: estamos ante uno de los mejores sandbox de la presente – y caduca – generación de consolas. Se dice pronto, pero aquellos que hayan probado el juego estarán de acuerdo con un servidor. La historia, en primer lugar, acompaña muy bien los avances de Wei Shen, nuestro protagonista, dotando al juego de un toque cinematográfico muy acertado. Las misiones, además, gozan de una variedad que escasea en el género. Por no hablar de la fantástica ambientación y recreación de la ciudad china. Como colofón a este cóctel, todos los ingredientes fluyen a ritmo de Kung-Fu, dando como resultado una propuesta muy adictiva.

  • Plataforma del análisis: PlayStation 3
  • Otras plataformas: Xbox 360 y PC
  • Desarrollador: United Front Games y Square Enix London Studios
  • Editor: Square Enix y Namco Bandai
  • Fecha de lanzamiento: 17 agosto 2012
  • Género: sandbox, acción/aventura

Bienvenidos a Hong Kong, territorio de triadas, cuna de los Sun On Yee

Sleeping Dogs nos pone en la piel de Wei Shen, un agente de policía que está infiltrado en una organización criminal muy influyente en Hong Kong, los Sun On Yee. Fruto de sus antecedentes en la triada y del noviazgo de su hermana con el líder de la organización rival, Wei se perfila como el candidato perfecto para entrar sin llamar la atención. Pese a ello, desde el principio es cuestionado por varios miembros de los Sun On Yee. Al igual que ocurre en la película Infiltrados (Martin Scorsese, 2006) – de la que el juego recibe gran influencia – nadie se fía de un posible topo, así que Wei debe ganarse el respeto de muchos para que su pequeña tapadera no sea descubierta. Así, jugando al gato y el ratón, pondrá en juego su vida y su estabilidad mental para lograr una quimera: eliminar el poder de la mafia desde su cúpula.

Análisis Sleeping Dogs TecnoSlave 1

No es de extrañar que Wei sufra altibajos emocionales a lo largo del juego. Está sometido a mucha presión y llega incluso a dudar de su propia naturaleza. Al menos, eso piensa su contacto desde el cuerpo de policía, Raymond Mak: “¿sigues con nosotros, Wei?”.

Las cinemáticas están muy bien implementadas en el juego y ayudan a que el ritmo narrativo avance. Su aparición es dosificada y en algunas ocasiones no se limitan a surgir solamente antes y después de cada misión. Sobre su ejecución, hay que destacar la variedad de planos con las que están creadas. Se nota que se ha puesto atención y esfuerzo porque el aspecto audiovisual quede muy bien pulido en el juego. Sin embargo, la experiencia puede verse afectada en muchas ocasiones por errores en los rasgos faciales o tirones en el movimiento de los personajes. Es un detalle menor, pero cuando ocurre suele llamar bastante la atención. Hemos trabajado con la versión de PlayStation 3, así que desconocemos si al resto de plataformas les ocurre algo similar.

Hogar dulce hogar

Los gráficos del juego tienen un acabado realista y cumplen bien, aunque no son de lo mejor que se ha visto en esta generación. El mapa es bastante grande y cubre diversos sectores de la ciudad de Hong Kong, muy bien retratados y con multitud de elementos y detalles que logran una ambientación única. El trabajo artístico, por tanto, es bastante notable y traslada la esencia de la inmensa ciudad china, mezclando toques clásicos con rasgos modernos.

Uno de los retos de United Front Games, desarrolladora del juego, era crear un entorno jugable estable, sin problemas de rendimiento. Y es que todos conocemos los errores gráficos que suelen tener los sandbox. En este caso, Sleeping Dogs no se libra de estos bugs, aunque los reduce en gran medida. Apenas hay tirones al conducir con tu vehículo o caminar por la ciudad, aunque la inteligencia artificial (IA) de los viandantes y otros personajes se podría haber pulido un poco.

Análisis Sleeping Dogs TecnoSlave 2

La luz, y la ausencia de ella, también es un elemento a destacar en el apartado técnico. Pese a que el juego tiene ciclos día y noche, las dominantes de color siempre son frías. Esa ausencia de calidez provoca una sensación de hostilidad constante. La ciudad no es segura y el día a día no es un cuento de rosas: ajustes de cuentas, asesinatos, deudas a la mafia, carreras ilegales, etcétera. Todo ello a ojos de una policía que no puede – o no quiere – hacer nada. Sin embargo, Wei Shen puede cambiar esa situación. Al menos, está en sus manos.

Oh, ¿Wei? Mucha suerte ahí fuera…

Por la noche están todas las luces de la calle encendidas, incluyendo paneles publicitarios y vallas luminosas. Todo ello contribuye a que Hong Kong sea muy fiel a su homónimo real. De noche, además, es cuando mejor lucen los gráficos del juego: la luz produce bonitos rebotes lumínicos en los vehículos, carreteras, aceras, etcétera.

En los interiores, por otro lado, es donde se nota un menor nivel gráfico. Estos espacios no están del todo descuidados, pero se podrían haber pulido más. Aún así, hay que destacar la gran variedad de localizaciones que tiene el juego. En las misiones nunca te da la sensación de estar reciclando escenarios. Cada sitio es único y en cada encargo se aprovecha muy bien el espacio. La ciudad, sin duda alguna, está hecha en base a las misiones principales: al completar Sleeping Dogs sientes que has frecuentado todos los lugares clave. Siempre quedan cosas que hacer, por supuesto, pero la sensación que queda es de que se ha exprimido bien el espacio.

La ciudad de Hong Kong se divide en cuatro zonas que iremos desbloqueando paulatinamente, según avancemos en la aventura de Wei. Parecen pequeñas a priori, aunque tras completar el juego no hemos echado en falta más mapeado. De hecho, al final, algunos trayectos en coche se llegan a hacer algo largos y monótonos.

Análisis Sleeping Dogs TecnoSlave 3

Por otro lado, el juego no solo se limita a la trama principal, como sí que ocurría en L.A. Noire, por poner un ejemplo reciente. Aquí tienes muchísimas cosas que hacer. Sleeping Dogs es un sandbox con todas las letras. Y como tal, además de las 20-25 horas de la historia, podremos hacer redadas policiales, eventos con NCP’s, carreras ilegales, robo y entrega de vehículos – para un contacto de Wei en las triadas – etcétera. No faltarán tampoco las tiendas de ropa o las chicas atractivas con las que podremos mantener una relación. Breve, eso sí, ya que tras establecer contacto en una o dos citas, no podremos volver a quedar con ellas. Nos habría gustado que este aspecto tuviera mayor profundidad. Al menos, más relevancia, ya que después de quedar con ellas parece que no haya ocurrido nada. Ser un fresco sin sentimientos no es propio de la personalidad de Wei.

En la ciudad también hay objetos coleccionables. Los santuarios, por ejemplo, sirven para aumentar la salud máxima del personaje. Hay 50 en total repartidos por todo el juego. Las cajas fuertes, por otro lado, nos facilitarán unos cuantos dólares. Están mucho más escondidas que los santuarios, pero hay el doble, un total de 100. El dinero se puede emplear de diversas formas, algunas más útiles que otras. Lo más lógico es guardarlo para gastarlo en nuevos vehículos. Aún así, por muchos dólares que tengamos, como suele decirse, hay cosas que el dinero no puede comprar. El prestigio, por ejemplo, tendremos que ganárnoslo poco a poco, principalmente completando misiones secundarias. Esto último será muy importante, ya que la compra de la mayoría de vehículos quedará bloqueada hasta que alcancemos el nivel requerido de prestigio. Esto además, nos dará ciertas ventajas con cada nivel, como la posibilidad de llamar a nuestro aparcacoches para que aparezca al instante con un vehículo de nuestra propiedad.

Análisis Sleeping Dogs TecnoSlave 4

Las estatuillas de jade, por último, son el coleccionable más importante del juego. No obstante, están vinculadas a las misiones principales, así que será complicado olvidar alguna de las 12 que hay repartidas en el juego. Estas figuras pertenecían al maestro de un remarcable gimnasio de Kung-Fu, pero le fueron extraviadas. Nuestro objetivo: devolverlas a su sagrado lugar. En compensación, el maestro del gimnasio nos enseñará un movimiento de combate por cada figura que le entreguemos. Así, podremos avanzar en la rama de la lucha cuerpo a cuerpo.

En Sleeping Dogs, además de ese árbol de habilidades, hay otros dos más: uno para nuestro nivel de triada y otro para nuestros avances como policía. Los dos se incrementan realizando misiones, tanto principales como secundarias. Cada nivel nos dará un punto para gastar, pudiendo elegir entre dos caminos con distintas habilidades entre sí. Según nuestros actos en las misiones, recibiremos más o menos experencia para cada rama. Sin embargo, este aspecto se podría haber potenciado más, ya que no afecta para nada en la psicología del personaje. Es decir, no podremos decidir si somos poli bueno o poli mano, ya que todo avanza guiado por Wei Shen y sus progresos en la historia. Aún así, las posibilidades de evolución del personaje son bastante completas y permiten que los combates cuerpo a cuerpo ganen variedad conforme progresamos. Las peleas callejeras son el plato fuerte de Sleeping Dogs.

¡Deja a Jackie o te jodo vivo!

Wei Shen es hábil haciendo kung-fu y podrá encadenar combos, realizar espectaculares contraataques y asestar remates finales, con animación incluida, que surgirán al aprovechar el entorno. Así pues, si agarramos a un enemigo, podremos arrastrarlo hasta una plancha, por ejemplo, para freír su rostro en ella. Por otro lado, eliminar a nuestros enemigos rápidamente encadenando golpes, sin recibir daño, también tendrá recompensa: la barra de éxtasis se rellenará y seremos más letales. Cuando el medidor esté al máximo, un aura dorada rodeará a Wei haciéndolo más poderoso. Nuestros enemigos se asustarán y les dará más miedo golpearnos.

En general, la IA de nuestros rivales es bastante buena. Al principio no suponen un reto, pero conforme avanzamos se van haciendo más duros de pelar. En las últimas misiones hay que tener especial cuidado; no es muy difícil completarlas, pero podemos acabar muertos ante cualquier error.

Análisis Sleeping Dogs TecnoSlave 5

Aunque la IA funciona muy bien, nos habría gustado ver más variedad en los enemigos. No en sus movimientos, sino en la tipología. Hay solo tres o cuatro modelos, así que cuando conoces sus debilidades te resulta muy sencillo derrotarlos. Pese a ello, en ningún momento te cansas de pelear. La variedad de habilidades y los distintos objetos que puedes coger del suelo, barras, cuchillos, bates, etcétera, hace la acción muy divertida y adictiva. Además, encadenar combos y ver las animaciones generadas para cada contraataque es muy gratificante. El sonido aquí cobra bastante importancia. Los efectos de los puñetazos, patadas y movimientos están muy bien hechos y enfatizan la acción que vemos en la pantalla.

Sin embargo, no solo de combates cuerpo a cuerpo vive el hombre. En algún momento de la historia, las triadas deciden incorporar las armas de fuego a su lucrativa rutina. Y lo hacen de forma paulatina, poco a poco. Conforme avancemos en el juego, irán apareciendo nuevas armas. Aunque no son muchas, aportarán algo de variedad.

Los tiroteos están muy desmarcados de los combates cuerpo a cuerpo. Según la misión, tendremos que abordar los enfrentamientos de una forma o de otra. En muchos casos, aunque resulte extraño que la mafia no lleve armas de fuego, aceptas ese detalle como parte de la experiencia del juego, sin considerarlo como un error. Es como un pacto que firmas al comenzar a jugar.

Uno de los alicientes de los tiroteos son los disparos a cámara lenta. Para activar esta función durante la acción, tienes que salir desde tu cobertura, dando un salto hacia tus enemigos. La animación durará unos segundos y es muy recomendable usarla cuando solo quedan uno o dos rivales. A veces, los controles al manejar armas pueden hacerse confusos y es frecuente equivocarse en un botón, provocando un error o fallo garrafal. Esto puede deberse a que durante el juego ya estábamos acostumbrados a otro tipo de combates, con más contacto físico. Sin embargo, no hay que evitar la evidencia: la jugabilidad durante los tiroteos es uno de los apartados más pobres de Sleeping Dogs. Ojo, no es mediocre y cumple con su cometido, pero no aporta nada nuevo y carecede profundidad. No está al nivel del resto.

Voy a cambiar esta mierda de música, Wei

En cuanto al apartado sonoro, Sleeping Dogs cuenta con una completa banda sonora distribuida entre emisoras de radio musicales, al igual que en la serie True Crime y otros juegos del mismo estilo, como Grand Theft Auto – en cualquiera de sus entregas modernas –. Cada emisora está centrada en un estilo de música concreto, aunque todas respetan bastante la temática oriental, lógico teniendo en cuenta que el juego transcurre en Hong Kong. Hay de todo y se agradece. Además, aunque algunos temas tengan peor calidad que otros, se mantiene una línea sobresaliente. El doblaje del juego al inglés también cumple muy bien y se compenetra con algunos diálogos en chino, que potencian la experiencia.

El juego ha llegado a nuestro país con subtítulos al castellano. La localización es bastante buena; sin embargo, como en otros juegos del género, conducir y leer subtítulos a la vez sigue siendo un engorro. O una de dos: o no te enteras de nada o acabas estampado contra un edificio.

Como conclusión, hay que volver a destacar el trabajo que se ha realizado por pulir la ambientación del juego, además de la impecable labor de guion. Sleeping Dogs puede presumir de tener una historia a la altura del mejor blockbuster de Hollywood, con el añadido de una jugabilidad notable y una banda sonora a la altura. Salvo pequeños errores y falta de cariño en algunos detalles, como la jugabilidad con armas y la reiteración en diversas mecánicas, el resto es muy completo y merece la pena. Prepara las palomitas, porque si te gustan los sandbox, no te puedes perder esta joya oriental.

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Juan López

Zaragoza, 20 años. Comunicación Audiovisual. Apasionado de los videojuegos desde que nací. Amante del cine, la música y los buenos libros. Ladrón de sueños y creador de ideas. Chistopher Nolan es mi ídolo, Link mi héroe y los RHCP mi nicotina.

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