Después de 80 años, Hachiko se podrá reunir con su dueño, gracias a la nueva estatua colocada en la Universidad de Tokio, donde el dueño de Hachiko, trabajó como profesor y donde finalmente falleció.
La historia de Hachiko es muy conocida mundialmente y ha sido adaptada al cine. Hachiko acompañaba por la mañana y esperaba cada noche a Hidesaburo Ueno, su dueño, en la puerta de la estación de tren para volver a casa con él, pero un día Ueno murió mientras daba clase y nunca volvió.
El perrito estuvo esperando durante 9 años a su dueño, volviendo cada noche al mismo lugar para irse con él a casa, hasta que el 8 de marzo de 1935 falleció en la estación. Hachiko se guarda en el Museo Nacional de Ciencia y Naturaleza de Ueno y se construyó una estatua suya en la estación de Shibuya, donde cada 8 de marzo se conmemora su muerte.
La nueva estatua fue realizada por el Departamento de Agricultura de la Universidad, donde Ueno fue un destacado académico en ingeniería agrícola.