El día 4 de noviembre a las 20:00, a unas pocas horas de comenzar a venderse Call of Duty: Ghosts, daba comienzo la presentación del juego en la azotea de la estación de Chamartín en Madrid.
La presentación se ubicaba en una sala de cine, donde todos los medios estábamos sentados viendo una proyección de una parte de las misiones del juego. A los dos minutos de terminar, de pronto la lona de la pantalla empezó a rasgarse y de ella salieron dos miembros de la federación secuestrando a la presentadora.
Al poco, nos vimos siendo evacuados de la sala en la que estábamos y conducidos a una habitación con mucho humo y bastante oscuridad, solo iluminada pocas veces por una luz roja. Los soldados comentaban que habíamos sido infectados y teníamos que pasar ciertas medidas de seguridad.
Tras unos minutos de espera, nos volvían a mover, esta vez por un pasillo bastante largo con poco más de dos metros de anchura que conducía a un pabellón aún más grande. Allí había una pared vertical desde la que se lanzaron cuatro especialistas haciendo rápel. Un poco más adelante, una demostración con un Pastor Alemán, y para terminar, el pabellón de un Dj que hacía beatboxing.
Tras esperar a que terminaran las entrevistas, accedimos a otro pabellón. En sus laterales había muchas Xbox 360, al fondo un escenario con un photocall, y justo a sus lados estaban ubicadas unas cuantas Xbox One.
Tras sentarnos, volvió la presentadora y con ella aparecieron Sylvia Miller y Oscar López, Environment Artist y Senior Artist respectivamente. Ambos artistas contestaron a las preguntas que les hicieron, y comentaron que estaban muy contentos con el resultado que habían obtenido con Call of Duty: Ghosts. Seguidamente le tocó el turno a la actriz Elena Anaya, quien le ha puesto la voz a Kyra Mosley, la cual afirmó sentirse orgullosa y encantada con su personaje.
Tras su exposición y varios vídeos después, que mostraban el videoclip de Eminem, tráilers del juego y una demostración del modo multijugador, llegaba el momento de la competición. Varios equipos formados por prensa, jugadores profesionales y amigos de Jorge Lorenzo, se batieron en un torneo por un jugoso premio, una edición Prestige de Call of Duty: Ghosts para cada uno de los miembros del equipo ganador; aunque para los que no ganaron, el día 14 de noviembre se volverán a ver las caras para batirse contra un jugador muy especial, Jorge Lorenzo.
No usaron Xbox 360 para el torneo, sino que pudieron competir con la nueva Xbox One. El equipo ganador, y por lo tanto quienes se llevaron la edición Prestige de Call of Duty: Ghosts, fueron los miembros de los jugadores profesionales.
