Tras tres entregas en Playstation 3, Uncharted, de la mano de Naughty Dog, se ha convertido en la franquicia por excelencia de la máquina de Sony, ese juego que todos los poseedores de la consola quieren tener desde el día del lanzamiento, que es capaz de explotar al máximo el potencial del hardware y superarse entrega tras entrega. Ahora, aprovechando el éxito de la franquicia, Bend Studios, creadores de los Syphon Filter, nos traen un spin off que promete trasladar todas las virtudes de las versiones de sobremesa a la nueva portátil, PS Vita, que acaba de estrenarse en el mercado.
En busca de…
La historia, que se sitúa en un momento indeterminado previo a la primera entrega de la saga, nos lleva esta vez a Sudamérica, tras el rastro de una expedición española que años atrás pereció en extrañas condiciones mientras buscaban un tesoro escondido en lo más profundo de la selva. Con la ayuda de nuevos amigos, como Dante, un enigmático cazatesoros, o Chase, una joven que anda tras los pasos de su abuelo; un historiador que dedicó su vida a estudiar los fenómenos de la malograda expedición española, Drake se enfrascará en una nueva aventura donde nuestro mayor enemigo será un comandante de las milicias locales que, como siempre, también anda detrás de las reliquias que persigue Nathan.
La verdad, es que se repiten los esquemas que hicieron triunfar a las entregas de PS3 y eso es una buena noticia, aunque quizás, ya sea por la falta de novedad o por que se reitera demasiado en la misma fórmula, no llegamos a empatizar del todo con los personajes y la narración no es tan compacta como nos hubiese gustado. Aun así, la historia cumple y nos aporta los suficientes alicientes como para querer averiguar más de ella hasta que culmina la aventura. Eso sí, es posiblemente el peor argumento de toda la saga y uno de los puntos más bajos del juego. Para compensarlo, los desarrolladores han querido introducir detalles específicos que harán disfrutar a los fans de Uncharted, pero que dejarán indiferentes a aquellos que no hayan jugado a los títulos previos.
Menos es más
Una de las principales incógnitas que nos podía plantear este nuevo Uncharted, es si su control estaría a la altura de los juegos de sobremesa, y la respuesta es muy sencilla: un rotundo sí. Desde el primer momento, gracias al manejo con ambos sticks, podemos realizar las mismas acciones que en PS3, rotar la cámara para contemplar el escenario, trepar, saltar… todo se maneja a la perfección y el control esta muy bien ajustado. A la hora de apuntar, si que se nota algo más de imprecisión con los nuevos sticks de Ps Vita, ya que su recorrido es algo inferior al del Dual Shock pero, gracias al giroscopio, podemos regular el punto de mira con solo mover la consola y el resultado es espectacular, permitiéndonos ajustar la precisión del disparo incluso mejor que con un pad tradicional: todo un acierto. Mención especial merece el francotirador, donde el giroscopio toma el control absoluto y nos permite dirigir la cámara libremente y ajustar el zoom tocando el panel táctil trasero, es una de las cosas más divertidas que podemos hacer en este Golden Abbys, se convertirá en vuestra arma favorita.
Además, el juego se aprovecha de las nuevas funcionalidades de la portátil. Así, podremos, por ejemplo, usar la pantalla táctil delantera para mover las piezas de un rompecabezas, limpiar reliquias que encontramos por el camino o calcar con carboncillo grabados de infinidad de estatuas repartidas por todo el juego. También, usaremos la cámara para ver pergaminos al trasluz (tendremos que acercar la consola a un foco de luz para simular la transparencia del papel) y el touchpad trasero para realizar multitud de acciones como regular el zoom de nuestra cámara de fotos o el francotirador, como ya mencionamos anteriormente. A todo esto, tenemos que unir la posibilidad de realizar todas las acciones básicas del juego como escalar, subir cuerdas o noquear a los enemigos, con simples acciones tocando los paneles táctiles o usando el acelerómetro de la consola. Todas estas opciones tienen sus ventajas, pero en muchas ocasiones parecen metidas con calzador y entorpecen la fluidez en el desarrollo del juego. Quizás, una mejor implementación de las funciones que, al menos, nos propusiera un verdadero reto para llevarlas a cabo, hubieran dado un mejor resultado y no serían tan tediosas al realizarlas repetidamente.
En cuanto a la dinámica de juego, conserva la misma estructura de anteriores entregas, esto es, zonas en las que tendremos que avanzar escalando y saltando entre “plataformas”, partes de tiroteo y momentos para la exploración y recolección de tesoros. Aunque, esta vez, las proporciones se han variado sensiblemente y los tiroteos no serán tan abundantes, dejando más protagonismo a la exploración del escenario para buscar los cientos de reliquias, escondidas en los rincones más insospechados. De esta forma, el ritmo de la aventura es mucho más pausado, aunque se intensifica a partir de la segunda mitad del juego, donde encontraremos las partes más espectaculares, pero sin llegar a las cotas vistas, sobre todo, en Uncharted 2 y 3. Los puzzles, que también han caraterizado a la saga, se ven reducidos al mínimo en esta entrega; al menos tal y como lo conocíamos anteriormente, sin embargo, los pocos que hay resultan extremadamente divertidos, por lo que echaremos en falta que se repitan con mas regularidad.