Análisis Max: The Curse of Brotherhood

Las apuestas dentro del género de plataformas que hasta ahora han dado el salto a nuestros catálogos de videojuegos nos han dejado, en mayor o menor dosis, una sensación placentera tras disfrutar de algunos títulos interesantes. Un paso por encima de estos están otros de mayor categoría y calidad, como es el indiscutible Rayman Origins o Legends; no obstante, gracias a que los estudios siguen desarrollando ideas y conceptos que prometen, los amantes del género hemos podido poner nuestras manos a un título plataformero que llega pisando fuerte: Max: The Curse of Brotherhood.

Max - The Curse of Brotherhood

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Plataformas: Xbox 360, Xbox One, PC

Plataforma de análisis: Xbox 360

Desarrollador: Press Play

Distribuidor: Press Play

Fecha de lanzamiento: 20 de diciembre de 2013 (Xbox One) y 21 de mayo de 2014 (Xbox 360 y PC)

Género: Acción, aventura, plataformas

Idiomas: Inglés (voces) y español (textos)

Precio: 14,99€

Requisitos mínimos PC de Max - The Curse of Brotherhood

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Max: The Curse of Brotherhood no es un plataformas más, es el juego que todos los seguidores del género queremos probar y disfrutar. Digo esto porque cumple todas las expectativas que debe tener: enemigos y jefes peligrosos -que desprenden un toque desenfadado-, personajes carismáticos, persecuciones, huidas, habilidad e ingenio. ¿La única pega? Su corta duración; aunque se suele decir que lo breve, si bueno, dos veces bueno. ¿No?

 

La valentía siempre vencerá al mal

El título da comienzo con una historia de fórmula típica dentro del género, pero que nos conquistará por su estilización, gracia e intriga por llegar al momento épico que todos esperamos (y que por cierto, cumple con gran nota).

Encarnamos el papel de Max, un jovencito enérgico y radiante, que tras llegar a su hogar se encuentra con la misma situación de siempre: su hermano Félix está jugando con sus juguetes en su habitación, y para colmo lo hace de manera descuidada. Max, harto de este panorama, va a Giggle (guiño a Google) y busca información para hacer desaparecer a su hermano, mas lo que no sabe es que lo que en un principio parece algo inofensivo, puede convertirse en realidad. Y es que el conjuro que encuentra en la búsqueda surte efecto, apareciendo un brazo gigantesco atravesando un portal y llevándose a su hermano Félix a otro mundo. De esta manera, Max, lleno de coraje, atraviesa el portal para ir a rescatarle y nos deja el terreno preparado para comenzar nuestra divertida aventura.

Si os habéis fijado, el planteamiento de la historia nos recuerda en cierto modo por su similitud a un gran título que salió allá por el año 1998 dentro del mismo género: Heart of Darkness. Dicho esto, creo que podréis haceros una idea de lo genial que puede ser Max: The Curse of Brotherhood.

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A medida que avancemos, Max se hará con el poder de manipular los elementos de la naturaleza al visitar los templos sagrados de los mismos. ¿Cómo los manipularemos? Con un marcador, ni más, ni menos, al cual le confiere su propia alma una anciana protectora del reino que visitamos para transformarlo en algo mágico. Marcador en mano tendremos que luchar contra las adversidades que nuestro antagonista, el Señor Mustacho, nos ha preparado para evitar que salvemos a nuestro hermano Félix; dependerá de nuestra habilidad y rapidez que lo logremos.

 

Armas mágicas, resultados mágicos

Tal y como os comentaba, Max: The Curse of Brotherhood requiere de habilidad e ingenio por nuestra parte si queremos conseguir completar el juego. Y no nos lo pondrá nada fácil, que digamos. Tendremos que ser diestros tanto con el manejo de nuestro personaje como con el uso del marcador mágico para poder resolver los puzles o lograr sobrevivir a más de una fatídica caída.

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Un punto a destacar del título es que estamos ante un scroll horizontal que se desarrolla en 2,5D, con un grado de profundidad y detalle tan bien elaborado que nos cautiva con la naturalidad que desprende. El entorno será un gran factor a considerar para poder sortear los obstáculos que nos encontraremos en el camino, dado que con nuestro marcado mágico podremos interactuar con los elementos de la naturaleza para poder crear, por ejemplo, pilares de tierra, ramas de árbol, lianas, una corriente de agua o, incluso, una explosión ígnea.

Todas estas creaciones serán posibles gracias al marcador mágico del que haremos uso, el cual aparecerá en pantalla para manejarlo a nuestro antojo y así interactuar con total libertad con el entorno. Pero primero, para poder lograr manipularlos, tendremos que visitar los correspondientes templos sagrados de estos elementos para así obtener su poder en nuestra herramienta mágica. Lo más ingenioso de este punto no es solo la estilización y epicidad que desprende el obtener poderes en templos sagrados, sino que estos, a su vez, pueden combinarse. Hablo de, por ejemplo, atar lianas a ramas de árboles o prender fuego a ramas para poder tener un segundo punto de creación de explosiones ígneas.

En la misma vía están los puzles presentes en el juego, los cuales aprovechan esta profundidad que se nos plantea para proponernos retos de dificultad cada vez mayor. No os voy a mentir, porque Max: The Curse of Brotherhood no es un juego complicado, pero sí es cierto que nos presenta cierto reto que satisfará tanto los jugadores más exigentes como aquellos no tan duchos en el género. Dicho de otra manera: moriremos, sí, pero nunca llegaremos a frustrarnos porque siempre lograremos avanzar. La curva de dificultad irá incrementándose de manera progresiva y de manera apropiada, por lo que nos os preocupéis en ninguno de estos sentidos.

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También, cuando estemos una situación comprometida donde podamos morir en una estrepitosa caída y necesitemos hacer una acción rápida, hará acto de presencia automáticamente la cámara lenta, que nos brindará una única oportunidad de poder interactuar con el entorno para poder salvarnos. Si fallamos, au revoir!

Por otro lado, ¿qué sería de un buen juego rejugable si no tuviera items coleccionables? Para poder pasarnos en su totalidad el juego, tendremos que conseguir todas las piezas de un amuleto perdido y, además, erradicar todos los ojos malignos con los que el Señor Mustacho vigila los territorios del mundo. No será pan comido conseguir completar el juego, os lo puedo asegurar; hace falta ingenio para poder encontrarlo todo.

Además de esto, y esta es la parte que más nos interesa a todos, habrá acción por todos lados, ya sea a través de persecuciones de letales enemigos, huyendo (en el plano horizontal y vertical, muy importante esto) de un río de lava, o incluso en la épica lucha final que contentará a todos los que le den una oportunidad al título.

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Etiquetas analisisMaxPCplataformaspress playThe Curse of BrotherhoodXbox 360xbox one

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José Mª Hernández

José Mª Hernández

Nacido en Tenerife hace 23 años, pasé desde pequeño grandes momentos frente a una pantalla y un mando o un teclado y ratón. Amante de los videojuegos, el rol, y en especial de todo lo que haga referencia a Blizzard. Donde esté Warcraft, estoy yo (volveré pronto™, lo prometo).

2 comments

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    • José María Hernández Barreto 28 mayo, 2014 at 20:40 Responder
      Gracias, Fran! :D Mas que un buen analisis, es un GRAN juego. Si te lo piensas comprar, go ahead! Te encantara ;)

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