Con Los Simpsons, la archiconocida serie animada, existe la broma de que predicen eventos años antes de que sucedan. Lo de jugar a ser pitoniso está bien, y puede dar resultado cuando tus predicciones abarcan un espectro muy amplio. Pero acertar hechos muy, muy concretos de forma perfeccionista ya no suena tan fácil. Aun así, esto ha sucedido: en nada más y nada menos que el reciente Assassin’s Creed Origins.
La Gran Pirámide de Giza ha sido objeto de todas las miradas hace poco. Debido a un experimento radiográfico, se ha podido descubrir que dicha construcción oculta una sala secreta; nunca antes descubierta, se sitúa encima de la Gran Galería, donde hasta ahora sólo podíamos decir que había vacío. Este descubrimiento es el más grande de su campo desde el siglo XIX, nada menos. Previo pago, al experimento completo se puede acceder desde aquí.
Pues bien, Assassin’s Creed Origins, en desarrollo desde años antes de este descubrimiento científico, cuenta con esta habitación secreta, localizada en una posición muy aproximada a su versión del mundo real. ¿Cómo es posible que un videojuego sepa más que la comunidad científica?
Resulta que desde Ubisoft, en su obsesiva labor de recreación histórica, consultaron a un individuo muy particular en lo referente a la arquitectura de las pirámides: Jean-Pierre Houdin, férreo creyente en la existencia de dicha cámara secreta. Tras saber de su teoría, decidieron incluir esa hipotética habitación en su mapeado. Cuál será su sorpresa ahora que, resulta, se ha confirmado su existencia…
Assassin’s Creed Origins está disponible en PlayStation 4, Xbox One y PC por 64,95€.