Plataforma: PC
Desarrollador: Blendo Games
Distribuidor: Blendo Games
Fecha de lanzamiento: 29 de agosto de 2012
Género: ¿Acción en primera persona?
Idioma: Inglés
Jugadores: 1 jugador
Requerimientos mínimos.
Sistema operativo: Windows XP/Vista/7
Procesador: Intel Pentium 3 1.0 GHz / AMD Athlon 1.0 GHz
Espacio libre en disco: 90 MB
Memoria RAM: 512 MB
Tarjeta gráfica: Compatible con OpenGL
Tarjeta de sonido: Compatible con DirectX
Ratón y teclado
El juego menos analizable de la historia.
Puede sonar digno de un descerebrado, incluso suicida, para todos aquellos que hayan jugado Thirty Flights of Loving lanzarse a escribir un análisis sobre este juego al que algunos ya han bautizado como el menos analizable de la historia. Quienes no hayan terminado los escasos quince minutos de duración del juego más que una o dos veces, sin duda me tacharán de gafapasta, o puede que algo peor, por redactar estas líneas y pretender salvar un juego de acción en primera persona (o FPS, si lo preferís) en el que no se dispara una sola bala. (Quizá por eso encontramos munición por todas partes). Sin embargo, allá voy. Espero conseguir que algunos, los menos indies y más reacios a relacionar este mundo con el arte abráis los ojos a un mercado diferente de los Call of Duty‘s y los WoW‘s y os asoméis a él. Aunque estoy seguro de que tendré que esquivar las balas de los más aficionados y, por qué no, más expertos en este campo en el que servidor no se considera ningún erudito.
Corto, pero intenso.
Thirty Flights of Loving quizá sea el videojuego de menor duración al que he jugado nunca, pero eso no necesariamente quiere decir pequeño. Sin duda es una locura intentar analizarlo como si de un juego al uso se tratase, pues calificar con un numerito su jugabilidad le restaría una enorme cantidad de puntos a ojos del, por llamarlo de alguna manera, analista tipo. Hay armas, pero no gatillo; hay balas, pero la R del teclado no sirve para recargar. No sirve para nada, de hecho. Sólo utilizaremos cuatro teclas para desplazarnos, el movimiento del ratón para mirar alrededor, y la tecla E para abrir puertas y recoger objetos que nunca llegaremos a utilizar. ¿Cómo puede ser divertido un juego así? Juega una segunda vez y lo verás.
Si es la primera vez que juegas Thirty Flights, es muy posible que no te enteres de nada. Pasarás trece de los quince minutos que dura saltando de una escena a otra sin saber qué coño está pasando, a quién tienes que matar o de quién huyes. ¿Qué narices hago yo en este aeropuerto?, puede que te preguntes. Al final aparecerás en un museo con los créditos finales y pensarás: ¿Ya está? Pero, si de verdad quieres respuestas a esa última pregunta, volverás a darle a play y te mostrarás más atento. Esa segunda pasada te servirá para unir algunas de las piezas, pero no todas. Algunas de las más obvias, sin duda; esas que te harán sentirte mal por no haberte dado cuenta antes. Y volverás a aparecer en el museo y volverás a pulsar play. Enhorabuena, ya estás perdido.