19 de agosto 2014
Google responde con Kevlar, material utilizado en la producción de chalecos antibalas.
Algunos tiburones parece haber querido “hincar el diente” a Internet, atacando una serie de cables de fibra óptica que cruzan el océano e interconectan Europa, América y Japón. Google, una de las principales empresas interesadas en la preservar la integridad de estos cables, prepara una medida para evitar que sean presa de los escualos: recubrir estas conexiones con Kevlar, material bastante más resistente que el acero y cuyo tejido se utiliza en la fabricación de algunos chalecos antibalas.
No es la primera vez que la red de redes demuestra su vulnerabilidad estructural. Hoy por hoy todos hablamos de “la nube”, y la realidad es que ni flota en el aire, ni es etérea: son componentes físicos que en ocasiones (como es el caso) se ven expuestos a una dentellada. ¿Por qué esta obcecación de los tiburones por los citados cables? expertos sugieren que la sensibilidad de estos animales a los campos electromagnéticos, podría ser la principal causa de esta atracción; pero otros se limitan en decir que es mera curiosidad lo que les motiva a atacarlos.
Google por su parte, ya disponía de un material basado en el polietileno recubriendo estas líneas, pero los problemas con los escualos y la importancia que tienen estas conexiones para la compañía, hacen que el Kevlar sea un paso más que justificado. Más aún si tenemos en cuenta la inversión que supone el proyecto FASTER, cable subacuático transoceánico con una velocidad de hasta 60 Tbps. Google, junto a cinco empresas más, planean tener este cable funcionando en el 2016, reforzando enormemente la infraestructura entre Estados Unidos y Japón.
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