Cada día los drones se hacen más famosos y la gente les busca más utilidades: empezaron como simples naves aeronáuticas, se les dio uso para llevar paquetes, hacer tomas de foto y vídeo, buscar esquiadores perdidos y lo último: proporcionar un salvavidas a alguien que se esté ahogando.
El problema de los salvavidas tradicionales es su peso, un drone no podría transportarlo debido a él, Bill Piedra colaborando con un grupo de estudiantes de la escuela privada King Low Heywood Thomas de Connecticut han desarrollado un salvavidas que se hincha al entrar en contacto con el agua. Lleva una reserva de CO2 que es la encargada de abrirse y dar flotabilidad al salvavidas. Gracias a esto el salvavidas es lo suficientemente ligero como para ser transportado por cualquier drone que sea capaz de llevar una GoPro.
El proyecto se llama Ryptide y se espera poder lanzar una campaña en Kickstarter en el que el salvavidas costaría 99$ y sería compatible con uno de los drones más famosos, el DJI Phantom.