Desde 1995 hasta 2013, luces y sombras de un periplo inolvidable.
La Electronic Entertainment Expo, más conocida como E3, es la feria de videojuegos más importante de la industria. Con su sede en Los Ángeles, California, el E3 paraliza el sector y dirige, año a año, todas las miradas hacia su Centro de Convenciones de Los Ángeles. La historia de Nintendo en los E3 se remonta hasta 1995, coincidiendo con el primer año en el que se organizó la feria. Sin embargo, no fue hasta 2001, con el anuncio de GameCube y sus primeros juegos, cuando las conferencias multitudinarias comenzaron a tener caché. Años atrás, el E3 ya servía como escaparate de videojuegos y nuevos dispositivos, pero la repercusión mediática y la reacción de los fans ante cada anuncio, no era la que más tarde llegaría a convertirse. Prueba de ello es la presentación de juegos como The Legend of Zelda: Majora’s Mask, allá por el año 2000, y sin ningún aplauso o vítor de fondo, como se puede escuchar en el siguiente vídeo:
Por lo tanto, nuestro tren de la nostalgia nos traslada al 2001 y se detiene para hacer su primera parada: el anuncio de Super Smash Bros. Melee para Nintendo GameCube, un broche final perfecto para la conferencia de aquel año. Los días previos al evento los foros echaban humo con deseos e ilusiones para el nuevo Smash Bros. Como si de la carta a los reyes se tratara, los fans reclamaban nuevos personajes jugables; estrellas nintenderas que se unieran al selecto grupo creado en Nintendo 64 por Link, Samus, Donkey Kong, Mario y compañía. Y así fue, durante el tráiler presentado antes de la conclusión del evento, uno a uno fueron apareciendo los más deseados: Zelda, Sheik, Ice Chambers, Bowser, y viejos conocidos de la franquicia, como el Capitán Falcon o Fox. La reacción del público es una de las más fuertes que se recuerdan.
Nuestro siguiente escalón en la historia de los E3 nos lleva tres años más tarde, hasta la conferencia del 2004. Ese año fue complicado para Nintendo, principalmente porque su GameCube perdía terreno ante PlayStation 2 y aparecían otros competidores con fuerza, como Microsoft y su primera Xbox. Por ello, era necesario mostrar grandes cosas durante el E3: la compañía lo necesitaba. Por ello, Nintendo afrontó la conferencia con savia nueva y apostó por su nuevo director de Nintendo América como conductor del evento, buscando un enfoque distinto al de años anteriores. “Mi nombre es Reggie, voy a patear culos, voy a decir nombres, y nosotros vamos a hacer videojuegos“, esas fueron las primeras palabras de Reggie Fils Aime en una conferencia del E3. Como podéis ver, el nuevo directivo no se cortó ni un pelo durante el show. Más tarde, llegó incluso a atacar directamente a la competencia (con aplausos y vítores del público asistente).
“Uno de nuestros competidores es una empresa japonesa que quiere conseguir vuestro dinero haciendo que transportéis vuestro contenido digital en sus Memory Stick. No somos esa compañía. Y hay otra compañía a la que no le importa lo que digáis, a no ser que lo hagáis en su sistema operativo. Tampoco somos esa compañía“.
Por esas palabras, Reggie fue rápidamente apodado por los fans de Nintendo como el “Reggienator“, en clara referencia a Terminator. Fruto de su carisma, también tenemos que agradecerle el fenómeno de Internet My Body is Ready, originado por él mismo durante la conferencia del E3 2007.
Volviendo al 2004, hay que remarcar que los verdaderos protagonistas, pese a la épica aportación de Reggie, fueron los videojuegos y los atisbos de una nueva generación portátil: Nintendo DS fue uno de los platos fuertes del día, aunque como en las grandes citas, lo mejor quedaba para el final. Los asistentes del Kodak Theatre se disponían a levantarse cuando Reggie comenzó a decir: “antes de que os vayáis…“, y así, con solo cinco letras, la atención de los asistentes volvía hasta la pantalla. En la sala comenzaban a escucharse los compases de lo que era un nuevo tráiler: las primeras imágenes de The Legend of Zelda: Twilight Princess. Sin duda alguna, este fue uno de los mejores momentos de Nintendo en la historia de los E3. Cada segundo del tráiler era un kilo más de hype para el cuerpo. La música y la atmósfera del título, de corte más oscuro que Wind Waker y similar al estilo de Ocarina of Time, hicieron enloquecer al respetable. Fue el broche final de una gran conferencia. Además, segundos después del tráiler, Miyamoto hizo acto de presencia en una de las entradas más épicas que se recuerdan en la historia de los E3.
El tren de la nostalgia sigue su curso y nuestra próxima parada tiene un nombre en clave discordante: Nintendo Revolution, el prototipo de la futura Wii y la apuesta de Nintendo ante sus dificultades económicas. Corría el año 2005 y era el momento de romper moldes, de jugarse el todo o nada en una atípica propuesta; dejando de lado los gráficos y apostando por la imaginación. Sin embargo, tras enseñar el caramelo y esconderlo rápidamente, tuvimos que esperar hasta el E3 del 2006 para poder deshacer el envoltorio y probar su sabor. La conferencia de aquel año comenzaba con un mix de futuros juegos de Wii en los que pudimos ver los distintos usos del mando. La cosa prometía, aunque algunas funcionalidades del controlador resultaron ser imprecisas a posteriori, todo sea dicho. De los juegos mostrados ese día, destaca la reacción del público ante la nueva entrega de Mario: Super Mario Galaxy. Las nuevas mecánicas jugables, y sus coloridos y vistosos gráficos, sorprendieron al público.
“Lo que veis no es siempre lo que recibís. Innovar es positivo. Ver es solo una impresión, jugar es creer“, estas son algunas de las frases que Reggie esgrimió durante aquella conferencia del 2006. El discurso de Nintendo era claro: trataban de justificar la carencia gráfica del sistema dándole más importancia a la experiencia jugable. Años más tarde, y vista la situación con perspectiva, nadie puede negar que a Nintendo no le saliera bien la jugada.
Nuestro tren sigue avanzando, aunque ahora llega hasta una zona oscura. Las siguientes conferencias de Nintendo en el E3 sufrieron bastantes altibajos, con picos muy negativos en lo que a empatía con el jugador se refiere. Durante el 2007, 2008 y 2009, principalmente, Nintendo parecía ir a lo suyo, en una dinámica muy favorable con respecto a las ventas de hardware y software, pero muy negativa con respecto a su verdadero público: los jugadores habituales. Los aficionados de la empresa japonesa empezaban a cansarse de tanta parafernalia y de la obsesión de Nintendo por contentar al público ocasional; embrionario en el sector y sin esperanzas de futuro. Si bien es cierto que entre tantos gadgets y experimentos sociales hubo algún gran lanzamiento, nadie podía evitar la obviedad: Nintendo, mal que nos pese, estaba enfocando sus esfuerzos en otra dirección. Su intención inicial con Wii fue contentar a todos los públicos, sí, pero ya sabemos que el que mucho abarca poco aprieta. A estos factores, además, hay que añadir el hecho de que las conferencias del E3 pasaron a estar abiertas solo para la prensa especializada, sin permitir la entrada de nadie más. Así pues, la magia del E3, ese sentimiento que los aficionados ponían en cada anuncio, quedó relegado al olvido.
Tras esa etapa en la que Nintendo vendía Wii casi sin querer, la compañía nipona empezó a abrir los ojos. La prensa, y sobre todo los jugadores, llevaban tiempo criticando la política de Wii. Y no estaban solos, las third party apenas apoyaban el sistema, así que la carencia de un catálogo de títulos extenso y variado empezaba a ser algo preocupante. La imagen de Nintendo de cara a los gamers había sido dañada drásticamente. Nintendo DS, por otro lado, iba a lo suyo y vivía uno de los mejores momentos de su vida útil. Ambos sistemas vendían como churros, sí, pero DS tenía un catálogo a la altura de las circunstancias y Wii no.
Por ello, durante los últimos años de vida de Wii, y principalmente durante el E3 del 2010, Nintendo trató de revertir esa situación. Durante ese año se anunciaron títulos del calibre de The Last Story, Xenoblade o Pandora’s Tower, de corte más hardcore y necesarios para satisfacer al principal público de la consola. En ese contexto, la joya de la corona fue el nuevo The Legend of Zelda, que se mostró por primera vez durante el E3 de ese año. El tráiler de Skyward Sword fue un momento emotivo, como lo es siempre el anuncio de un nuevo Zelda. Sin embargo, esta vez había algo diferente en el ambiente: tan solo quedaba un año para que la franquicia celebrara su 25 aniversario.
Otro de los momentos más emotivos de aquella conferencia fue el memorable anuncio de Kid Icarus: Uprising para 3DS, que sorprendió y entusiasmó al público. No obstante, habían pasado 23 años desde su primera y única entrega, publicada para NES. “¡Siento haberos hecho esperar!“, así se presenta Pit en el tráiler mostrado durante el E3.
Ya estamos llegando a las últimas paradas de este periplo nostálgico; sin embargo, todavía nos quedan momentos muy emotivos que revivir. Principalmente uno: el épico comienzo de la conferencia del E3 del 2011. Ese año, como hemos comentado, era especial porque las aventuras de Link cumplían 25 años. Se esperaba que Nintendo lo celebrara de alguna manera, pero nadie se imaginaba lo que iba a ocurrir. Las luces se encendieron y vimos una orquesta en el escenario que comenzó a tocar acordes de sobras conocidos por todos. Uno a uno, los juegos de la saga fueron viéndose en un vídeo conmemorativo, con la orquesta sonando de fondo y con imágenes de Skyward Sword como broche final. Fue sencillamente sublime, y pasó rápidamente al recuerdo colectivo como uno de los mejores momentos de Nintendo en la historia de los E3. Nunca una conferencia de prensa tuvo un inicio más épico.
El E3 del 2011, además, también nos dejó la presentación de Wii U, la sucesora de Wii. La expectación era máxima, ya que se sabía desde antes de que comenzara la conferencia que algo grande se iba a mostrar. Sin embargo, Nintendo cometió diversos errores de comunicación que redujeron el impacto mediático. ¿Wii U era una nueva consola o un periférico para Nintendo Wii? ¿Qué catálogo tendría de inicio? Al terminar la conferencia se despejó la primera duda, pero la segunda seguía flotando en el aire. ¿Qué pasaría cuando salieran al mercado las nuevas consolas de Sony y Microsoft? Nintendo tuvo problemas para hacer llegar la información sobre el sistema al público masivo; y los jugadores habituales, los que habían recibido el mensaje, no lo veían nada claro. Es curioso que una de las mejores respuestas del público durante la conferencia del 2011 fue cuando Iwata mencionó que había un nuevo Super Smash Bros. en desarrollo para Wii U y 3DS. Esto pone de manifiesto que los fans quieren videojuegos y no verborrea explicativa acerca de las mil y una funciones que tiene el Wii U Game Pad. Por ello, el objetivo de cara al E3 del 2012 quedaba claro: convencer al público de que Wii U es una buena alternativa. Y eso solo se puede hacer de una manera: presentando títulos de calidad.
Así pues, se esperaba que Nintendo diera un golpe encima de la mesa durante el E3 del 2012, pero no fue así. Lo tenía todo de cara, pero decepcionó a la inmensa mayoría. ¿La razón? Nintendo dio una conferencia pre-E3 en la que abordó temas relacionados con Miiverse y las distintas aplicaciones de la consola, dejando el grueso de títulos para la conferencia del E3. El Kodak Theater – actualmente renombrado Dolby Theater – y su magia quedaron destinados a mayores gestas. Hasta ahí todo bien. Sin embargo, de aquella presentación solo se salvó la original entrada de Miyamoto al escenario, su Pikmin 3 y el catálogo de 3DS.
Ésta fue la última conferencia de Nintendo en la historia de los E3. Y quizá ya no haya más. La compañía japonesa va a apostar por nuevas formas de comunicación: los famosos Nintendo Direct van a sustituir a la clásica conferencia, en lo que es una atrevida apuesta por innovar y ahorrar gastos. El objetivo: enfocar cada streaming de vídeo para una función muy concreta, diversificando a la audiencia en distintos canales.
Nosotros, los gamers, tenemos una cita con Nintendo el próximo martes. Es el momento de exigir el máximo, de dejar de lado las excusas y de convencernos de que Wii U es una buena consola. Todavía están a tiempo de enmendar sus errores. El tren de Nintendo se está acercando y yo no pienso quedarme abajo. Comienza la cuenta atrás. No nos decepcionéis.
