La guerra de las consolas es algo que existe prácticamente desde los tiempos de la primera Nintendo, o Nes y la Master System. Y si a alguien le suena un poco fuerte lo del término “guerra”, le invito a que indague un poco sobre el asunto, que no tiene desperdicio. Sin embargo, muy pocas veces se había usado como base para otras cosas -los respectivos fanboys de cada compañía suelen ser demasiado fanáticos-, y mucho menos para un juego.
Esto cambió con la aparición del primer Hyperdimension Neptunia para PlayStation 3, en el que la historia de un JRPG giraba en torno a una peculiar guerra de consolas. El juego ha alcanzado un enorme éxito de popularidad, con varias secuelas realizadas -y otras en camino-, spin offs, series de manga y anime, e incluso un remake, que es este juego de Hyperdimension Neptunia Re;Birth 1 para PlayStation Vita.
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Neptune se remodela de arriba a abajo
Gran parte de su éxito es debido a la simpar Neptune, adorable protagonista principal de toda la saga, y eje central de la historia del juego. Su argumento nos lleva al mundo de Gamindustri, dividido en cuatro grandes ciudades cada una gobernada con una diosa CPU que representan a las consolas PlayStation, Xbox y Wii y la ciudad de Neptune -también representa a una consola, ya os diré a cual en el análisis-. Estas diosas necesitan de la admiración de sus seguidores, y de ahí la disputa entre ellas para conseguir el mayor número de fans.
El problema es que la lucha está demasiado igualada. De hecho, la pelea lleva durando muchos años sin que aparezca ninguna vencedora. Para intentar desnivelar la balanza de una vez por todas, las otras tres diosas deciden unirse para derrotar a Neptune, y que así al menos haya menos competencia. Neptune no es rival contra las tres a la vez y acaba por caer desde gran altura -al ser diosas pelean en los cielos-, golpeándose la cabeza y quedando amnésica. Este es el punto de partida del juego, que a decir verdad no varía mucho respecto al juego original de PlayStation 3, claro que esto es sólo el principio, y ya desde entonces se intuyen importantes novedades en el argumento.
Una de las partes que promete más cambios es su estilo de juego, y es que, por lo que parece, su cambio va a ser radical. Habrá montones de diferencias, algunas de las más notables serán por ejemplo la forma de aventurarse en las mazmorras, siendo ahora posible ver los monstruos y tanto poder buscarlos como evitarlos a nuestro parecer. También cambiará totalmente el estilo de los combates, pasando del clásico por turnos de los JRPG a uno también por turnos pero en el que nos debemos mover para ir a por el enemigo, buscar a nuestros aliados, tener en cuenta las áreas de efecto de armas y habilidades, etc. Un estilo mucho más táctico en el que es tan importante los ataques y skills que usamos que nuestra posición en el área de combate.
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Mejoras y más mejoras
Por supuesto el remake también alcanza al apartado gráfico, renovado por completo para PS Vita. El estilo pasará a ser mucho más vivo y colorido, realzado por la propia pantalla OLED de la portátil, y con una interfaz más clara y vistosa. Los modelados también mejorarán, con unos personajes mucho mejor recreados que los del juego original de PlayStation 3, así como los enemigos, entorno y efectos.
Y sin olvidarnos el apartado sonoro, con un nuevo doblaje aún más entrañable, así como nuevas sintonías acordes con el remake. Eso sí, continuará la costumbre de estar localizado tan sólo al inglés -con posibilidad de oír las voces en japonés-, lo que puede ocasionar algún problema si no se domina el idioma, ya que requiere cierto dominio para entenderlo bien.