Cuando en 1987 Rick Priestley y Andy Chambers crearon un universo futurista dentro del juego de miniaturas ‘Warhammer’, no podían imaginar que superarían con creces el trabajo – o más bien la afluencia de público – de su antecesor de ambientación fantástica ‘Warhammer Fantasy Battle’. Con ‘Warhammer 40.000′ se inició un legado no solo en el juego de miniaturas, dado que además el mundo de la literatura y los videojuegos se acoplarían a este éxito rotundo del bloque futurista. Prueba de estos últimos son las entregas de ‘Warhammer 40.000: Dawn Of War’, las cuales cosecharon buenas críticas.
En este análisis veremos que nos trae ‘Warhammer 40.000: Armageddon’, lanzado en noviembre de 2014 y en formato físico recientemente por medio de la distribuidora Avance. ¿Será un nuevo juego que merezca la pena de la saga ‘40.000’? O por el contrario, ¿pasará a ser un juego decepcionante? Lo vemos a continuación.
Plataforma: PC
Género: Estrategia por turnos
Desarrollador: The Lordz Games Studio
Distribuidor: Avance
Fecha de lanzamiento:26 de noviembre 2014 (versión digital), 2 de febrero 2015 (versión física)
Idioma: Totalmente en inglés
Precio: 36,99€
Bienvenido a la Segunda Guerra de Armageddon
Con la Segunda Guerra de Armageddon como atrezo de la historia y con el propio lugar asolado, contaminado y prácticamente en ruinas, nos pondremos en la piel de un comandante cualquiera de las Legiones de Acero que deberá hacer frente al ataque de los Orkos para seguir gobernando estas tierras. Advirtiéndonos desde un primer momento de la fuerza inestimable del enemigo, deberemos practicar en un tutorial sobre técnicas de combate y movimiento en el mapa ofrecido para posteriormente pasar a la acción y combatir en la historia principal de ‘Warhammer 40.000: Armageddon’.
En dicho modo historia nos ocuparemos de resolver las batallas a lo largo de 35 misiones en las que habrá tiempo para ser un auténtico estratega, tomar decisiones que pueden variar el curso de la historia y, como no, un tutorial como ya hemos mencionado anteriormente para apuntar a fuego todo lo que podamos aprender para posteriores batallas. Desde los tres ejércitos que manejaremos en el juego – los cuales resultan escasos – podremos comprobar nosotros mismos la variación tanto de tropas y categorías como de sus habilidades en muchas de ellas, permitiéndonos a través de los puntos de Requisición mejorar y hacer más llevadera nuestra particular lucha sin que el enemigo nos aplaste en recursos y unidades. Así como dispondremos de mejoras, hay que tener en cuenta diferentes reglas del juego de mesa original, las cuales determinan que cada unidad puede sentirse perjudicada o favorecida por el tipo de terreno en el que estemos jugando; un pequeño escollo que podremos superar buscando alternativas en el mapa que se nos ofrezca. Si no se puede seguir un camino es mejor buscar otro, ¿no crees?
A nivel de misiones hemos podido comprobar anteriormente que el juego está bien dotado, con varios escenarios tanto en la campaña como en el modo multijugador, pero que en el modo solitario apenas tiene exclusividades con las que podamos extraer más la esencia del propio juego, aunque por suerte contamos con un fantástico y simple editor de mapas. Pero es en su dificultad donde más alabanzas puede llevarse este título. Ideado para todo tipo de jugadores, The Lordz Games Studio ha pensado en cada uno de ellos y ha añadido cinco niveles de dificultad con sus diferentes consecuencias, mejorando la experiencia de ser un completo y perfecto estratega; bien es cierto que las misiones tienen una curva de dificultad media influenciada también por los turnos de los que dispongamos en cada partida, y es que los turnos son el alma mater del videojuego a nivel táctico.
Pensar es la clave del éxito
Esto es así, si en ‘Warhammer 40.000: Armageddon’ no planeas tu estrategia y no utilizas tus turnos – limitados dependiendo del mapa – sabiamente, estás más muerto que la inteligencia de nuestros enemigos los Orkos. En cada turno que utilicemos tendremos a nuestra disposición diferentes opciones para gastar la “posesión” de nuestra unidad – reponer unidades, desplegar tropas nuevas, neutralizarlas, dividirlas, mandarlas moverse, atacar, etcétera – y como es lógico tendremos que aprovechar minuciosamente cada oportunidad; debemos observar, pensar detenidamente y atacar en el momento en que veamos una oportunidad clara para salir con las menores bajas posibles.
Es en dicho punto donde ‘Warhammer 40.000: Armageddon’ adapta perfectamente el juego de miniaturas de Games Workshop, creando una atmósfera donde la suerte y la estrategia están a la orden del día en nuestras batallas en solitario o vía multijugador. Otras similitudes con el popular juego son el movimiento de cada unidad en el propio mapa, la iniciativa – mucho cuidado a la hora de combatir con este valor -, la fuerza o, por supuesto, la vida restante de nuestro pelotón o máquina pesada. Sobra decir que también tendremos valores característicos como el alcance, la PA (Penetración de Armadura), la fuerza de ataque, el número de disparos y la necesaria precisión, la cual determinará cuan letal es la unidad de ataque que estemos manejando en un momento cualquiera del juego.
Nuestro objetivo más asiduo es el de recuperar las zonas hexagonales principales – también llamadas nexos – en los turnos que tengamos disponibles. Con menor frecuencia encontraremos misiones que nos ofrezcan otros objetivos, como hacer de escoltas o sobrevivir a una dura tarea como oleadas de enemigos continuas. Como es obvio, si no logramos dichos objetivos en los turnos estipulados nuestra derrota será instantánea y tendremos que batirnos a nuestro enemigo reiniciando la partida. Recordad que debemos vencer rápido pero pensando correctamente y actuando aún mejor.