23 de agosto 2013
Un título incapaz de dejar a nadie indiferente.
Es bastante complicado encontrar un juego que incluya algún tipo de contenido que nos haga pensar, pero no solo para resolver puzzles o acertijos, sino sobre las personas, sobre la dureza de algunas vidas.
Como pequeña introducción, diré que en Papo & Yo podemos encontrar perfectamente el contenido del que hablaba, pues con una historia algo oculta, los chicos de Minority Media han sido capaces de mostrar algo tan complejo como son los traumas infantiles causados por diversos temas.
Si a esto le añadimos que es un juego basado en la infancia del director creativo del juego, Vander Caballero, podemos saber, sin temor a equivocarnos, que estamos ante un juego muy atípico, que nos sorprenderá y conmoverá, y que no dejará a nadie indiferente, ya que la veracidad de su historia, muestra la crudeza de algunas infancias.
Género: Aventura, Independiente
Plataformas: PC, PlayStation 3
Plataforma utilizada: PC
Desarrollador: Minority Media
Jugadores: 1 jugador
Fecha de salida: 18 de abril de 2013
Idioma: Inglés, Alemán, Francés, Italiano, Español, Portugués de Brasil
La empresa, de reciente fundación -se funda en el año 2010- está compuesta por expertos con títulos bastante conocidos sobre sus hombros como son Army of Two o Need for Speed. Se definen a ellos mismos como un estudio independiente con grandes metas.
El objetivo de Minority Media es unir a los desarrolladores con pasión y experiencia que no estén dispuestos a hacer un juego más del montón, sino juegos que ofrezcan experiencias significativas, como ha ocurrido con su primer juego, Papo & Yo, el cual analizaré a continuación.
Quizás un detalle interesante sobre la certeza de que quieren llegar a cumplir esos objetivos lo tenemos en Papo & Yo, puesto que intentaron reflejar fielmente, pero con una historia cercana al público, el pasado de Vander Caballero, y él mismo se emociona cuando intenta hablar de la creación de Minority.
Actualmente están trabajando en otro juego similar en cierto sentido, puesto que también intentan reflejar una experiencia oculta en la historia del juego. Este nuevo título se llama Silent Enemy, y para crearlo se han basado también en experiencias de otras personas, que en su infancia han sufrido traumas por motivos distintos a los de Papo & Yo.
En unas breves palabras podría definir la calidad de la historia, pero arruinaría el juego, ya que uno de los puntos fuertes de Papo & Yo es la capacidad de empatizar con prácticamente todos los jugadores. Es capaz de hacerles sentir, de forma más leve en muchos casos, lo que sentía Vander Caballero en su infancia. Permite a los jugadores vivir una experiencia distinta a cualquier otro videojuego.
Quizás sí se pueda hablar de la historia por encima, tal y como hacen los propios creadores para describir el juego y contarnos un poco sobre él.
En Papo & Yo encarnamos a Quico, un pequeño niño que vive en una favela brasileña acompañado de Monstruo, su mejor amigo, de aspecto horripilante pero amable, según las circunstancias, pues Monstruo tiene un problema, es adicto a las ranas tóxicas, le vuelven loco. Cuando ingiere una de estas pierde la posibilidad de razonar y ataca a todo lo que se mueva, incluido su mejor amigo. Aún así, Quico quiere mucho a su amigo, y desea ayudarle.
También tenemos a Lula, un pequeño robot que ayudará a Quico en muchos de los rompecabezas del juego y a la pequeña Alejandra, quién guiará a Quico por el mundo mágico de las favelas, aunque nunca permite que éste se acerque demasiado a ella. Parece tener la misma edad que el personaje y también puede cambiar el mundo como Quico. Lleva siempre líneas blancas horizontales a lo largo de sus brazos y piernas, y la cara maquillada del mismo color.
La historia central del juego se encarga de mostrar las complejas relaciones existentes entre estos cuatro personajes principales en un mundo mágico llenos de rompecabezas y secretos.
El sistema de movimiento es bastante cómodo, ya que puedes subir escaleras, correr e incluso saltar entre tejados de forma bastante precisa. Este es uno de los puntos que verifica que, para los desarrolladores, era un objetivo principal poder explorar el mundo con facilidad.
El sistema de juego es bastante fácil de comprender, pues se basa en ir resolviendo los rompecabezas que nos vayamos encontrando. Para ello, podremos contar con la ayuda de Lula, Alejandra y, en cierto modo, Monstruo, aunque este último no hará mucho por ayudarte, simplemente se irá moviendo por las favelas y de vez en cuando se echará a dormir, y tu deberás aprovechar cada movimiento suyo.
Si me apuntas hacia el interruptor, podré abrirla.
Para apoyar esta ayuda, Quico tiene un poder muy especial, puede manipular el mundo que le rodea a su antojo y realizar cambios en partes específicas de las favelas para adaptarlas a la resolución del rompecabezas. Por ejemplo, Quico puede mover las favelas si modifica la posición de las cajas de cartón que las representan o activar engranajes mágicos dibujados en las paredes con tiza. También tendremos otros mecanismos dibujados por Alejandra, y podremos accionarlos igual que los que aparecen por sí mismos en paredes.
También hay otra pequeña ayuda para poder resolver los rompecabezas, se trata de un pequeño tutorial que podremos encontrar cerca de cada uno de los rompecabezas. Se muestra como una caja de cartón con un símbolo de interrogación (?) grabado en ella. Si interaccionas con ella, Quico se meterá dentro y podrá leer los cuatro consejos que ésta incluye.
Como antes dijimos, Monstruo no hará mucho por ayudarte, pero no solo eso, sino que también puede volverse loco y comenzar a perseguirte. Esto ocurre cuando ingiere una rana tóxica, que introducen a Monstruo en un estado nada agradable para Quico. Éste tendrá que hacer que Monstruo se coma unas frutas especiales las cuales consiguen que se relaje y vuelva a ser el de antes.
También tienes la posibilidad de evitar que Monstruo ingiera las ranas y es gracias a Lula, ya que éste le tiene miedo, y si lanzas al robot en dirección a las ranas tóxicas, Monstruo no se atreverá a acercarse a ellas. Aunque no es lo único que Lula puede hacer para ayudarte, pues también pulsar algunos botones a los que no llegues y te permite levitar durante unos instantes.
Fuera de esto, la forma de interactuar con Monstruo es bastante especial, y merece un punto distinto para hablar de ello. Al igual que puedes controlar a Lula para enviarla a un sitio o a otro y no puedes hacer nada con Alejandra, Monstruo es un punto medio, a veces hará caso y a veces no. Las únicas interacciones que siempre cumplirá, siempre y cuando esté en estado sereno, será la de mirar a Quico si esté se lo pide, o jugar con un balón o un coco, si se lo lanzas.
Otro de los puntos interesantes del juego, quizás sea que no tienes nada para poder defenderte de Monstruo, excepto Lula, aunque en estado alterado el robot no servirá de mucho. Con esto, Minority quiso transmitir la sensación de desprotección, de impotencia ante ataques externos. Lo que permite que el jugador “viva” la experiencia que la desarrolladora desea mostrarle.
También resulta bastante curioso, sobre todo porque no puede encontrarse en casi ningún juego, la imposibilidad de morir, es decir, no existe el game over en Papo & Yo, por lo tanto no existirán ni peleas, ni nada que pueda matar al jugador, ya que el sistema no lo permitirá. Sobre esto, Vander Caballero explicó el motivo, y tras leerlo resulta bastante lógico.
Como uno nunca muere realmente en un juego, los game overs son penalizaciones de tiempo porque tu no realizaste algo. No creo en la muerte. Siempre me sentí estafado cuando mi personaje moría. Me siento como “¡yo no estoy muerto!, ¡estoy vivo otra vez!”. Entonces en este juego nunca morirás.
Quizás este apartado no sea uno de los más importantes del juego, pues Papo & Yo no es del tipo de juego que tenga que ser impresionante gráficamente, aunque así lo querían los de Minority en un principio, puesto que el juego se centra en una historia sensacional que empatiza con los jugadores.
De igual forma, podemos apreciar unos gráficos que no terminan de ser realistas, aunque tampoco llegan a ser caricaturescos. Esto es así, porque, ya que no consiguieron alcanzar la realidad deseada, prefirieron dejarlo lo más real posible, antes que convertirlo en algo menos formal, dada la seriedad de la historia.
El escenario se reduce a las favelas, por los bajos presupuestos de los que disponían para crear el juego. Aún así, se enfocaron en conseguir que ese escenario fuera lo más completo posible, para así mejorar la experiencia de usuario, y así ha sido. Podemos encontrar una iluminación muy cuidada y unas texturas bastante trabajadas, además de los cambios climáticos, entre otros detalles, que permiten al jugador conocer un entorno bastante completo.
A lo largo de nuestras aventuras por las favelas, iremos encontrando muchos graffitis en las paredes, algunos de ellos son obras de arte reales ubicados en ciudades latinoamericanas como São Paulo, Valparaíso o Santiago.
Este punto podemos dividirlo en dos apartados, la banda sonora, de la que hablaremos en primer lugar, y los sonidos producidos por el movimiento de Quico y su interacción con el entorno que le rodea. Todo ha sido creado por Brian D’Oliveira y su equipo, el estudio canadiense La Hacienda Creative, ciertamente han hecho un gran trabajo con el apartado musical del juego.
En cuanto a la banda sonora, el primer punto a destacar es la capacidad de mezclarse con el juego, es decir, es capaz de convertir las escenas creadas por Minority Media en algo más real, más cercano al jugador. Si en algún momento la escena es de calma, suena una música tranquila y si por el contrario Quico está sufriendo alguna situación violenta, la música se vuelve violenta.
Los sonidos del ambiente son, simplemente, los necesarios para conseguir que alguien se sumerja en el mundo de Quico de forma completa, permitiendo vivir la historia de una forma más cercana, con una grado de realidad bastante mayor. Podemos oir el sonido de las pisadas por las chapas que hacen de techo en las favelas, el ruido de Quico al caer al suelo tras saltar…
También es bastante curioso como, según Quico se va acercando a la solución de un rompecabezas, más instrumentos se unen a la melodía, consiguiendo que nunca suene exactamente la misma música, lo que permite que entremos aún más en el mágico mundo de Quico.
Podría cerrar las conclusiones en dos palabras, ¡Cómpralo ya! pero no creo que sea la idea que muchos queráis oír, ya que esperáis una conclusión algo más detallada del título analizado, y aquí viene.
Sencillamente Papo & Yo es un título como apenas existen en el mercado. Cuenta una historia muy dura de forma sencilla, amena al jugador y de forma que permite, en cierto modo, empatizar sin haber vivido algo igual. Solo por esto ya es un juego que merece la pena, pues deja a los típicos juegos “grandes” en el banquillo por un rato.
Está claro que no tiene gráficos realistas de última generación, ni tampoco armas con la que disparar, ni un balón con el que chutar a puerta, ni los necesita, ya que tiene muchísimos detalles que hacen de Papo & Yo un juego excepcional.
También se puede ver como punto negativo la duración del juego, pues en unas 4 o 5 horas puedes terminarlo fácilmente, pero si realmente ahí termina tu conexión con el juego, es que no has sabido comprender la historia y todo lo que es capaz de enseñarte. Realmente es un juego que, aún siendo corto, debería permanecer en tu cabeza algo más de tiempo, aportándote conocimiento y comprensión sobre un tema bastante duro. Por lo tanto este supuesto punto negativo quedaría anulado si has jugado bien a Papo & Yo.
¿Cuál es ese tema del que tanto hablas pero no terminas de desvelar? Pues si no lo estoy diciendo es por algo, y es que es uno de los puntos claves de Papo & Yo, ser capaz de descubrir por uno mismo qué es lo que sucede, pero si queréis una pista, os dejo la frase que Vander Caballero puso, y podréis ver si lo adquirís, al principio del juego.
A mi madre, hermanos y hermana, con quienes sobreviví al monstruo de mi padre
Antes de terminar, si me gustaría avisar a quienes quieran probarlo que no pueden verlo como un Call of Duty más o como un FIFA, es un juego totalmente distinto, con un estilo al cual no estamos nada acostumbrados, pero del que espero salgan muchos más juegos interesantes.
El juego podéis adquirirlo tanto en PlayStation Network como en Steam, en este caso he usado la versión de Steam para realizar este análisis. Si podéis, os recomiendo que compréis también la banda sonora, es bastante inspiradora.
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