21 de febrero 2014
Raiden demuestra que sabiendo usar una katana puedes hacer pedacitos no solo las sandias, sino que también los Metal Gear.
Hay que reconocer que los anteriores Metal Gear, en lo que apartado sonoro se refiere, son considerados una obra maestra. Cualquiera que los haya jugado recuerda cada una de las melodías que suenan durante el juego, así como las voces de Snake en inglés (David Hayter) o en español (Alfonso Vallés) con mucho cariño.
La obra musical que se ha realizado con el juego de Raiden es mucho más rockera que en los juegos anteriores, pero claro, es mucho más frenético, por lo que le pega mucho más en esos momentos de acción continua.
El doblaje entre los personajes principales, aunque solo esté en inglés, es soberbio, algo lógico teniendo a Quinton Flynn como voz de Raiden en Metal Gear Rising y que no ha cambiado desde que el personaje rubio apareció por primera vez en Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty. Hay algunos personajes secundarios, como algunos cyborgs o los dos mexicanos, que no están mal del todo, pero podrían haber sido mejores.
Otra de las cosas del apartado sonoro que hay que nombrar es el tema de los efectos sonoros, ya que cada vez que la espada atraviesa un metal produce un ruido metálico como si dos metales chocasen entre sí, al igual que cuando refleja las balas con la katana. En los momentos de destrucción, los pedazos que van cayendo se escuchan con mucha nitidez y los ruidos de los enemigos, sobre todo los Geckos (esa especie de mugido), permiten saber su localización exacta.
Desde el primer Metal Gear hasta el Metal Gear Rising: Revengeance, como ya se ha dicho previamente, han pasado 27 años y, por lo tanto, gráficamente ha evolucionado muy satisfactoriamente.
Metal Gear Rising: Revengeance ha progresado muy bien. Cuenta con unas texturas bastante realistas, aunque es cierto que hay zonas muy poco creíbles. Sin embargo, los efectos de luces de las explosiones o disparos, sobre todo en zonas oscuras, se notan mucho, ya que iluminan toda la sala. Por otro lado, los vídeos son muy parecidos a los que hemos podido ver en los anteriores juegos. Siguen esa estética característica de la saga de Kojima.
La sangre no es algo que se vea mucho ya que los enemigos son principalmente cyborgs, pero sí que se verá algo de aceite al cortarlos. Por otro lado, la HUD o Interfaz es muy simple. Todo está a un simple vistazo, de manera que no hace falta girar la cabeza ni desviar mucho la mirada para conseguir toda la información necesaria.
Los textos están en completo castellano, eso sí, tienen muchos fallos de traducción, los cuales están siendo corregidos con nuevos parches.
¿Metal Gear Rising: Revengeance está a la altura de los anteriores títulos, a pesar de no ser un “Solid”? Por supuesto que sí. Hay que reconocer que en el mercado actual hay bastantes juegos que siguen la misma temática de “hack and slash”, y que desde sus primeras noticias había mucha gente detractora de este juego por no ser un Metal Gear.
Su principal competidor es DMC: Devil May Cry (recordamos nuestro análisis) por las fechas en las que se puso a la venta y su temática. Se presagiaba que Metal Gear Rising: Revengeance no iba a ser tan vendido ni tan bueno, pero resultó ser muchísimo mejor de lo que todo el mundo pensaba.
El juego es muy corto, con unas cuatro o cinco horas de juego, pero cuenta con algo muy grande, y es que el mutilar a todos esos cyborgs es tremendamente adictivo y muy divertido, cosa que hace que pasárselo siete u ocho veces, cada vez en una dificultad mayor, no sea muy repetitivo y acabe cansando.
La banda sonora es algo fuera de lo común, y es que todas, absolutamente todas las canciones que salen, son geniales; no hay ninguna excepción. El nivel gráfico tampoco está mal. Cierto es que tiene algún que otro fallo, pero la verdad es que hay que reconocer que todo está bien puesto en su sitio, sobre todo en la escena en la que hay lluvia. La historia es muy buena. A pesar de que se muestre muy simple en las primeras escenas, a medida que se va avanzando se va volviendo cada vez mejor y bastante dura, incluso a día de hoy.
Muchos pensaréis, “este no es un Metal Gear porque no sale Snake, ni hay sigilo ni nada”, cosa que de cierta manera es correcto, pero hay que tener en cuenta que no se llama Metal Gear Rising: Revengeance -Tactical Espionage Action-, sino que se llama Metal Gear Rising: Revengeance -Lightning Bolt Action-, cosa que indica ya de por sí que el juego es diferente a los anteriores.
En resumen, Metal Gear Rising: Revengeance es uno de los “must have” de esta generación si a uno lo que le gusta es la acción, ya que un juego hecho por Platinum Games es muy difícil que sea malo y, sobre todo, que no sea adictivo. Si aun no lo has probado y eres de los que dices “prefiero el DMC: Devil May Cry porque Dante es muy varonil”, hazte el favor de probar este y ver si realmente prefieres a Dante o al nuevo Raiden.
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