Análisis Gas Guzzlers: Extreme

Hoy nos traemos entre manos uno de los últimos títulos de Iceberg Interactive. No me refiero a otro sino a Gas Guzzlers: Extreme. La compañía, localizada en Amsterdam, ha puesto en nuestras manos este título de conducción publicado el pasado día 8 de octubre. Si queréis un simulador, olvidaos de este juego. En este título prima lo arcade. ¡Prima hacer el bestia y destruir a tus oponentes usando las armas instaladas en el capó de nuestros bólidos! Que oye, lo del cambio de marchas manual, las paradas en boxes y la elección de marchas cortas-largas están muy bien para los simuladores, pero hoy nos toca partirnos la cara (y las piernas, y los brazos y todo lo que pillemos) en este título que es de todo menos tranquilo.

¿Qué es Gas Guzzlers: Extreme?

La premisa es sencilla. Derrota a todos tus oponentes en unas peligrosas carreras de combate usando todo lo que tengas a tu alcance. ¡Incluido el propio coche! Somos un piloto de carreras que tiene la oportunidad de oro al reemplazar a un piloto lesionado (que blandos son estos conductores de hoy en día, un par de siniestros totales y ya deben ser reemplazados) corriendo para el patrocinador “Mighty Cock”, que claramente, se dedica al negocio de los pollos, no os penséis cosas raras. El caso es que con nuestras grandes dotes de…conducción, nos ganaremos el derecho a participar en las carreras y campeonatos más violentos para demostrar nuestra valía en el mundo de la conducción.

Como ya podréis imaginar, nuestra andadura en el juego comienza con coches de gama baja y con pocas opciones para personalizarlos. Sin embargo, no tardamos demasiado en desbloquear nuevos coches, piezas y opciones de tuneo. En cada carrera que disputamos ganaremos dinero para invertir en nuestros bólidos y convertirlos en la máquina de guerra definitiva. Armas, piezas, pegatinas o llantas, son solo algunas de las opciones que tenemos para personalizar los coches. Sin embargo, para mi gusto, el detalle que hace perfectas las opciones de personalización es que puedes editar tu matrícula, tanto el texto como el color. Que sí, que es una tontería, pero de detalles beben los juegos, y este detalle en concreto, a mi me place.

Jugabilidad

La dinámica será la siguiente: participaremos en distintos tipos de carreras para auparnos en la clasificación y poder acceder a un torneo. Cuando nos proclamemos campeones, tendremos acceso a coches más molones, armas más bestias, y patrocinadores más locos que nos pagarán más y mejor para seguir haciendo el bestia. Hay siete tipos de competición:

• Carrera Clásica: clásica clásica…pues bueno, vale, no está permitido disparar en esta competición pero… a cualquiera se le puede ir un poco el coche y arrojar fuera de la pista a un competidor, ¿no?

• Carrera de potencia: Básicamente, la categoría es igual que la anterior. No están permitidas las armas, pero si los power ups.

• Combate: Vale todo. Asegurate de que llevas munición en tu arma porque la vas a necesitar.

• Desafío KO: De nuevo, vale todo. Salvo que esta vez debemos preocuparnos de no terminar últimos en cada vuelta, ya que el coche en última posición será eliminado. Y con eliminado queremos decir destruido.

• Batalla campal: Tonto el último. Consiste en acabar con el mayor número de adversario posible. Por cada dos eliminaciones obtenemos un punto. La partida se termina cuando alguno de los jugadores alcanza el número de siniestros preestablecido o bien cuando el tiempo termina.

• Supervivencia: El funcionamiento es el mismo que en la Batalla campal, pero esta vez es para gente dura de verdad. Si te destruyen el coche, no hay uno nuevo esperándote, la partida se acabó.

• Capturar la bandera: En este modo de juego, los equipos ganan puntos al capturar las banderas. Cada equipo solo puede llevar una bandera a la vez. ¿Problema? Tendrás un montón de armas apuntándote si eres el portador.

 

Los circuitos que podemos encontrar en este título son muchos (40 circuitos) y variados, ya que en cada trazado habrá rutas distintas que podremos tomar (si queréis coger el metro para medirlos, ya os digo que son más de 550km de pistas). Hay ocho estadios y siete escenarios distintos, pero vamos con lo interesante. A nuestra disposición tendremos 18 coches que, como ya os comenté, podremos personalizar cambiando el color de la carrocería, añadiendo pegatinas o pintando y editando la matrícula, por no hablar de las piezas que mejorarán el rendimiento del motor, la eficacia de los frenos o el blindaje de nuestro coche.

Todo esto está disponible en el modo campaña y en el modo multijugador. La campaña en sí es muy larga y disfrutas de los tipos de competición. Si bien se puede hacer un poco larga, el constante desbloqueo de automóviles, pistas y elementos de tuneo hacen que suelas querer jugar una partida más.

Apartado gráfico y sonido

Este título cumple con lo que debe ofrecer. Las explosiones, las luces, todo se ve de maravilla. Los coches sufren daños a lo largo de las carreras, rompiéndose las lunas, dejando las puertas inserviblemente abiertas o descolgándose el parachoques trasero por ejemplo, dotando de mucho dinamismo visual al título. Tenemos varias cámaras para jugar, entre ellas cámara de volante, cámara de capó y dos cámaras traseras. Este es quizá uno de los problemas que presenta el título, el uso que se da a las cámaras. Todos estamos de acuerdo en que es un título arcade, por lo que las cámaras exteriores están en general más cuidadas. Hasta aquí ninguna queja. Las cámaras exteriores disfrutan de unos efectos de desenfoque y movimiento muy patentes, lo cual a priori “mola”. Sin embargo, y en mi experiencia jugando al título, el hecho de que la cámara de bandazos constantemente provoca que haya situaciones en las que el punto desde el que vemos la acción dificulte la conducción ya que no veremos la pista.

Dispondremos de cinco modos de dificultad: novato, avanzado, experto, extremo, imposible. Encuentro un gran acierto la inclusión de todos estos modos de juego, ya que de esta manera todo el público que quiera jugar este título, podrá. El nivel novato es extremadamente fácil si estáis acostumbrados a este tipo de juegos y el nivel imposible es realmente un reto para nuestras habilidades al volante. En general, los cambios que se dan son que nuestro coche sufrirá más daños y que los enemigos serán algo más rápidos. Una cosa a la que quiero hacer mención especial es a la IA de este título. Los vehículos enemigos parecen estar pilotados por alguien con graves dificultades para mantener el coche en una recta, ya que circulan por el circuito haciendo eses. Por un lado, está bien, ya que eso les hace ir más lento y si además van en grupo, adelantarles se convierte en toda una odisea si no quieres sufrir daños. Pero por el otro lado, crea una situación de desconcierto. Se supone que estás compitiendo en una carrera mortal, contra pilotos que no dudarán un momento en dispararte para sobrevivir y ganar la carrera. ¿Por qué conducen tan mal?

El apartado sonoro de este juego es sobresaliente. Ni más ni menos. La banda sonora es cañera a más no poder, sumergiéndonos del todo en la atmósfera que quiere crear el mundo de competición creado en el título. A eso, sumadle versiones del himno americano, canciones que parecen sacadas de los años 60, y piezas cantadas por coro mientras estás en el garaje, y tenemos un apartado sonoro divertido y acorde con el espíritu del juego. Las voces, por desgracia para los que no sepáis inglés, están exclusivamente en inglés. El doblaje está muy bien conseguido, tanto el de los pilotos como el del narrador de las carreras son divertidos de escuchar. Y es que este título destila humor por todos los poros. Desde los sponsors (Happy Smoke, Mighty Cock, Buttweisser…) pasando por los pilotos y llegando a los tips (“si no te puedes permitir este buga, vende tu vieja chatarra”) todo es divertido. Es realmente difícil no reírte con la cantidad de chorradas por metro cuadrado que te encuentras.

Conclusión

Es un título que me recuerda enormemente a tres juegos que he disfrutado. Burnout por motivos claros, no vamos a dejar a un coche sano. El juego retro Megarace me viene también a la cabeza, en el cual se planteaban carreras altamente mortales también. Por último me viene a la cabeza Crazy Taxi, ya que, aunque no os lo creais, la banda sonora de Gas Guzzlers: Extreme me transporta a este título.

Gas Guzzlers: Extreme es un juego que cumple con lo que tiene que cumplir. Es divertido y entretenido. Por si fuera poco, su modo campaña es muy largo (os puede durar más de diez horas). Nos enfrentamos a un juego arcade que busca divertir y entretener. Eso lo cumple a la perfección. Las comparaciones son odiosas, pero si nos arriesgamos a efectuar una, es un juego estilo “Mario Kart” con una temática más seria y realista. Dentro del genero de motor arcade, Gas Guzzlers: Extreme es de lo mejor que he probado últimamente. Imposible no reírse. Y reír es muy importante en los tiempos que corren.