Mucho tiempo ha pasado desde que los primeros videojuegos llegaron a las casas de aquellos niños que hoy miran atrás con nostalgia, recordando tardes inolvidable junto al inseparable mando de su consola. El entretenimiento videolúdico ha evolucionado de una manera abismal en un periodo de tiempo relativamente corto, introduciendo géneros cada día más innovadores y llevando los videojuegos a un nivel de realismo gráfico y ambiental que casi supera a la realidad misma.
- Plataforma: PSVita
- Otras plataformas: iOS
- Desarrollador y distribuidor: Housemarque
- Fecha de lanzamiento: 16 de Octubre de 2013 (PSVita)
- Género: Puzzle, Plataformas.
Los cambios en la tecnología y la posibilidad de narrar historias completas de forma detallada, coherente y espectacular han provocado que en la mayoría de los títulos los parámetros como el argumento y la apariencia visual tengan un peso mayor a la hora de valorar el videojuego. Pero no podemos olvidar que este arte tuvo sus orígenes en juegos arcaicos, precarios en cuanto a espectacularidad gráfica e historia y con una ambientación sonora prácticamente inexistente. Entonces, ¿qué fue lo que les proporcionó el éxito? Probablemente habrás oído hablar de Pong, Pac-Man, Bomberman, Tetris… Todos ellos ofrecían un elemento común que se extrapola a las generaciones actuales y que incluso se eleva a su máximo exponente en juegos como Demon’s Souls y Dark Souls, amados y odiados a partes iguales. Un elemento que también está presente en el título a analizar, Furmins, algo tan simple como doloroso que exprime nuestros instintos primarios hasta el punto de hacernos enloquecer. Y es que, querido lector, estos juegos son nada más y nada menos que un RETO.
Tan simple que enamora
Realmente este título no posee un argumento digno de ser nombrado como tal, sino un objetivo claro a la par que simple que no es otro que poner a salvo a nuestros amigos los Furmins. A lo largo de los 96 niveles que encierra este título se nos exige llevar a uno o más Furmins hasta una cesta que hace las veces de meta. En este sentido nos puede recordar a Spirits o el clásico Lemmings, ya que tienen mecánicas muy parecidas que describiré más adelante.
El reto
La jugabilidad de Furmins es sin duda su punto fuerte. No se trata de un juego basado en la agilidad mental, sino que te fuerza a exprimir al máximo tu visión espacial y tu capacidad de cálculo. Disponemos, según el nivel, de distintos elementos móviles de distinta naturaleza cuyo uso se hace esencial: distintos tamaños de camas elásticas con ángulos variables, cuerdas, plataformas giratorias, rocas, bloques de hielo que desaparecen cuando ha pasado un tiempo determinado…
Para llevar a los Furmins a la meta es necesario hacer acopio de lógica y situar cada elemento móvil en el punto justo, de manera que cada rebote, balanceo o deslizamiento sean tan precisos como sea posible. La imaginación está a la orden del día y es un ingrediente indispensable para el disfrute de esta maravilla indie que nos trae Housemarque. Cabe destacar que no todo es colocar objetos y darle al botón del play, ya que en muchos niveles se incluyen elementos como trampolines y cintas mecánicas con las que interactuar en el momento justo pulsando la pantalla táctil o el panel trasero de la consola.
En un entorno bello
Como ya has podido suponer, se trata de un juego sencillo pero con una jugabilidad trabajada, precisa y sobre todo compleja. Aunque la cosa no se queda ahí, ya que aunque a priori nos pueda parecer que el apartado gráfico es más bien simple, se aprecia un nivel de detalle y un mimo tras él que no pueden pasar inadvertidos. Los diseños de los menús y los fondos de los escenarios han sido dibujados a mano por Mikko Eerola y poseen un nivel de detalle muy elevado. Gracias al dibujo óptimo los entornos transmiten una profundidad considerable, que junto a los efectos que estos incorporan hacen muy fácil la integración en la partida.
El escenario y los objetos móviles están en tres dimensiones y varían en su diseño según el entorno. De hecho, a lo largo y ancho de este título cambiamos de ambiente en 8 ocasiones, pudiendo encontrar desde escenarios diseñados e integrados en la jungla hasta zonas cósmicas con tintes futuristas.
La ambientación
Otro de los aspectos a tener en cuenta en este título es su banda sonora. A pesar de no estar localizado y traducido al castellano, Furmins cuenta con una ambientación sonora espectacular acorde con los bellos escenarios antes descritos.
Cada ambiente tiene un tema musical distinto, por lo que, por extraño que pueda parecer en un título de estas características, la banda sonora no se hace pesada en ningún momento.
Los “Wiiiiii” de los furmins al caer al vacío, los tonos de rebote, rotura y otros efectos, los tonos de victoria, hasta los sonidos de cambio de menú. Todo parece estar en su sitio, en perfecta armonía y sin nada que desentone. Una ambientación perfectamente relajante para un juego que te va a sacar de quicio en más de una ocasión.
La opinión
Furmins es muy bueno. Simple y llanamente. No puedo afirmar que sea la maravilla indie por excelencia, pero cualquiera que lo juegue estará de acuerdo conmigo en que dentro de lo que es su género, los puzles basados en principios físicos, es una delicia. Los chicos de Housemarque han hecho un trabajo excelente a la hora de desarrollar este título, lo cual no es de extrañar viendo su historial de producciones.
Está medido todo al milímetro, lo cual supone un desafío a la habilidad personal y te va a incitar a repetir las pantallas una y otra vez hasta que consigas todas las estrellas. Aunque al comienzo parezca una tarea sencilla, pronto las cosas se tornan grises, y es que es difícil tocar en el momento justo o calcular cuántos milímetros tiene que estar separada la plataforma de la meta.
También es de agradecer el hecho de que no sea un juego lineal, ya que da cierto margen de error a la hora de completar las pantallas, evitando atranques estúpidos y haciendo del título una experiencia difícil pero no imposible.
Si hay que poner alguna pega a Furmins es la duración tan relativa que tiene. Superar con éxito los niveles lleva un tiempo relativamente corto, aunque conseguir todas las estrellas alarga bastante la experiencia de juego.
Es, por tanto, una experiencia entretenida y gratificante para cualquiera que desee desafiar a sus neuronas, un título perfecto para aquellas personas que andan buscando un reto y quieren obtener siempre la mayor puntuación.
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Me compraría una Vita por este juego.
Gran Análisis señor Corvos!!