“¿Rápido? Bah, tonterías…” Fueron mis tres primeras palabras antes de probar Fenix Rage, un juego que pintaba algo frenético y con necesidad de altos reflejos para completarlo. Iluso de mí. Los primeros pasos fueron dominar los controles que engañaban, ya que a pesar de ser extremadamente básicos tenían trampa. No siempre saltar sería la mejor idea, o cargar la más inteligente, pero eso no era más que el principio.
Después de pasar unos minutos destrozando el teclado para acabar algunos niveles, me dí cuenta que la experiencia de juego variaba con respecto a cada usuario; dependía mucho de cada persona y sus capacidades a la hora de afrontar este videojuego. Cierto es que también es un juego dedicado a un público muy específico, ese sector de jugadores amantes de la velocidad dentro de un videojuego y que desean depender de su capacidad de reacción para jugar a cualquier título.
Tras haberme quedado altamente frustrado con mis habilidades videojueguiles y permitir que un juego pueda más que un jugador, os traigo lo nuevo de Green Lava Studios, Fenix Rage, que viene a toda velocidad para agobiaros la existencia.
Plataforma: PC
Género: Plataformas/Arcade
Desarrollador: Green Lava Studios
Distribuidor: Reverb Triple XP
Fecha de lanzamiento: 24 de septiembre de 2014
Idioma: Inglés
Precio: 11.99
¡Corre, corre y corre!
Siendo un juego arcade como resulta ser, la velocidad y el frenetismo no pueden faltar de ninguna de las maneras. No tiene una historia profunda, si es lo que buscáis en este título, sino que se concentra en lo que mejor saben hacer en este tipo de videojuegos y lo elevan a su máximo exponente: desquiciarte con su velocidad y la constante aparición de enemigos en algunos niveles, llegando a tener la pantalla tan plagada que será difícil distinguir quién eres tú.
Que por si no fuera poco, añaden algún que otro desafío más a cada mundo que visitas. Y digo por si no fuera poco, porque el juego presenta un desafío desde el primer minuto de juego. Con solo aterrizar en el primer escenario sabes que vas a tener que dar mucho de ti para poder avanzar a cada minuto de juego y no sucumbir ante el poder del moco. Si, has oído bien, los enemigos son mocos de varios colores (junto con algún enemigo especial) y que están dispuestos a arruinarte la existencia. Pero esto no sería nada sin su escenario plagado de trampas, portales y demás añadidos que garantizan por lo menos una experiencia de juego difícil, a la altura de cualquier jugador experto en arcades que quiera trabajar su mollera a base de niveles repletos de desafíos.
Resumiendo el estilo de juego, cada nivel constará de recoger una galleta y salir por un portal que finaliza el escenario, fácil a simple vista, pero que hará que te achuches la mollera hasta memorizar patrones de movimiento de cada uno de los enemigos. O simplemente tengas la suerte del siglo y te lo pases a la primera, cosa poco problable.
Saltar, cargar e ¿incinerarse?
Estamos ante un juego sencillo hasta lo absurdo, que carece de complejidad en el manejo pero que se vuelve imposible según avanzas a lo largo de la historia. Saltar es tu acción primaria, que te elevará en vertical o te mantendrá en vilo si lo pulsas adecuadamente. Luego viene la carga, que te impulsará en horizontal (de manera ilimitada si lo pulsas) garantizando que llegues a todas y cada una de las paredes; otra cosa es que te garantice la supervivencia ante los mocos asesinos.