Harto estoy de los discursos que nos venden con que las segundas partes de cualquier cosa no pueden ser buenas. El cine mandó a mejor vida a ese dicho con Terminator 2, el mundo de la literatura fantástica lo hizo con Dragonlance, y los videojuegos lo han hecho en también muchas ocasiones, incluyendo esta de la que voy a hablaros hoy.
Dracula 2: The Last Sanctuary se nos presentaba en el año 2000 con más dudas que esperanzas debido a lo ofrecido en su primera entrega. Algo lógico si le achacamos que en las primeras impresiones parece igual que su antecesor, pero lejos están esas suposiciones, pues ha variado tanto que uno se siente orgulloso de jugarlo.
Plataformas disponibles: PC, PSX.
Plataforma para el análisis: PC
Género: Aventura Gráfica
Desarrollador: Microids, Anuman
Distribuidor: Index+, France Telecom Multimedia, Canal + Multimedia
Fecha de salida: Originalmente en 2000. En Steam desde el 17 de abril de 2014.
Idioma: Totalmente en español
Precio: 9,99€
La verdadera personificación del mal
Donde terminó Dracula: Resurrection, empieza esta nueva historia en Dracula 2: The Last Sanctuary. Para los que ya terminaron la primera parte, he de comentarles que esta segunda aventura empieza justo después de rescatar a Mina de la tenebrosa morada del Conde Drácula. Una semana más tarde, Mina empieza a encontrarse realmente mal y a sentir a Drácula muy cerca, lo que es sinónimo de la vuelta de la personificación del mal para arrebatar a Mina de los brazos de Jonathan.
Empezaremos la historia en la Mansión Carfax, donde se rumorea que ha habido ruidos extraños y que podrían ser una primera pista para cazar a Drácula; o al menos intentarlo. Ya desde ese momento sabemos que estamos ante un juego muy diferente a su predecesor, pues sabemos que el terror está caminando siempre a nuestro lado, pendiente de que demos un paso en falso para atacarnos con sus sucias y frías garras. Los personajes -esta vez mucho más destacables- nos ayudarán y nos perjudicarán a partes iguales, ocultando muchos de ellos sorpresas tanto negativas como positivas que harán que lo que pareciera una amistad se torne en una trifulca y viceversa.
Jonathan Harker -y nosotros junto a él- tendrá que llevar a cabo una carrera para detener a Drácula, quien esta vez sí hará aparición constantemente para mantenerle a prueba con diferentes trampas, situaciones embarazosas o lugares de difícil acceso donde podría perecer nuestro protagonista. Es más, la actitud del Conde y su presencia demoníaca, hará alertarse a nuestro protagonista de que se está enfrentando a un enemigo mucho más poderoso de lo que la mente humana puede imaginar. Esto otorga algo que Dracula: Resurrection tampoco tenía, una tensión constante, que convierte a este título en una película de terror donde no debemos subestimar el poder del maligno. Esta vez sí que nos apenaremos de que el juego termine tan pronto, ya que tampoco cumple con nota en este aspecto.