Hemos tenido que esperar 12 años para volver a enfrentarnos a Diablo. 12 largos años llenos de rumores, falsos vídeos y todo tipo de especulaciones acerca de la continuación de uno de los juegos más exitosos –me atrevería a decir- de todos los tiempos pero, por fin, lo tenemos entre nosotros. No es un juego cualquiera, que se pueda analizar tras una partida rápida, por eso nos hemos tomado el suficiente tiempo como para comprobar hasta donde puede dar de sí el título, valorando todos sus aspectos, tanto positivos como negativos, como un lanzamiento de este calibre merece.
Es cierto, que aun así, hay muchas noevdades que todavía faltan para completar el producto final: el juego PvP, la casa de subastas con dinero real… son incógnitas que se desvelarán dentro de unos meses y que, como sucede habitualmente con los juegos de Blizzard, irán expandiendo el título más allá de su experiencia inicial. Pero tras innumerables horas con él, ya sabemos hasta donde puede dar de sí esta tercera entrega, cargada de buenas noticias para los usuarios que quieran adentrarse en el universo de Diablo por primera vez, pero que puede no contentar a todos los fieles de la franquicia que, quizás, esperaban algo más de profundidad en ciertos aspectos.
Plataforma: PC
Desarrollador: Blizzard Entertainment
Lanzamiento: 15/05/2012
Género: Acción / Rol
Precio: 59, 95
El regreso de los demonios mayores
La historia de esta nueva aventura, se sitúa 20 años más tarde de los acontecimientos sucedidos en Diablo II, donde Manifesto, Baal y el propio Diablo aterrorizaron el mundo de Santuario, hasta que nuestros héroes se enfrentasen a ellos y los desterrarán para siempre –al menos eso creíamos entonces-. Dos décadas más tarde, Deckard Caín; uno de nuestro antiguos sirvientes, viaja hasta Nueva Tristán en busca de signos que auguren el regreso del Apocalipsis. Mientras estudiaba los libros antiguos en las ruinas de la vieja catedral de Tristán, puede observar como una extraña figura envuelta en fuego cae de los cielos, anticipando el inicio de una nueva lucha contra el mal y las fuerzas del inframundo.
Es entonces cuando entramos en acción nosotros, tomando el control de uno de los 5 héroes que tendrán en su mano salvar a la humanidad. Así conoceremos a Caín y su nieta Leah; una joven intrépida que tendrá mucho protagonismo según se desarrollen los acontecimientos, y que llegará incluso a acompañarnos en determinadas misiones. A partir de aquí, comenzaremos la lucha contra los demonios mayores que quedan con vida, Azmodan y Belial, para impedir que Diablo se haga con el control de los cielos e imponga el terror en los, hasta entonces, tranquilos parajes de Santuario.
No es que la historia tenga mucho peso dentro del propio juego, es más, podría considerarse una mera excusa; un hilo conductor, que nos motive para avanzar sin descanso. Pero lo cierto es que ni siquiera cumple esa función, nunca lo ha hecho ¿la echaríamos de menos si no estuviese ahí? Evidentemente, pero nuestras motivaciones van más allá de conocer la resolución del argumento, más aún, tras completar el juego por primera vez, ya que la historia carece de subtramas que enriquezcan la experiencia, como sucede en otros juegos tipo Elder Scroll.
Clic, clic, clic…
El género Hack and Slash (corta y raja) se convirtió en un auténtico fenómeno con la llegada del primer Diablo. Básicamente, consiste en avanzar y matar continuamente, mientras superamos interminables mazmorras. Evidentemente, el éxito radica en la capacidad de nuestro personaje para acabar con los enemigos con mayor eficacia cada vez; más que en nuestra habilidad para desenvolvernos en la batalla. La recolección de objetos, la comparación de estadísticas y el desarrollo de habilidades, conseguidas al subir de nivel, es el verdadero éxito de la fórmula, que se explota al máximo en esta tercera parte.
Era importante explicar este concepto, para todo aquel que no entienda por que la gente juega durante años a Diablo, a pesar de haber completado la historia principal varias veces. Aquí, lo único que importa es el nivel de nuestro personaje, las habilidades que escojamos y la amplitud de nuestro inventario, o más bien la calidad de los objetos que tengamos. Hay miles –por no decir millones- de objetos diferentes, que varían en estadísticas y que nos motivarán para recorrer los extensísimos territorios de Santuario, en busca de los más raros y potentes que nos hagan tener al mejor héroe posible. En esta ocasión, el dinero también nos ayudará a ello. Ya que Blizzard a puesto a disposición del usurario un sistema de subastas para que podamos comprar y vender todo tipo de equipamiento a través de Internet, con lo que podremos dedicarnos a sacar dinero de esta manera, o bien mejorar rápidamente sin necesidad de comernos el coco demasiado. Pronto, tendremos un sistema que también nos permita hacer esto a cambio de dinero real, lo que ha suscitado mucha polémica. Lo cierto, es que ya se venía haciendo en anteriores entregas; además de en otras franquicias de la compañía, mediante métodos como ebay y otros canales de distribución. Lo único que consigue Blizzard con esta medida, es mantener un cierto control sobre los intercambios, y no sabemos si sacar también algo de tajada: veremos en que queda todo.