Análisis A Game Of Dwarves

Paradox Interactive y Zeal Game Studio nos ponen en la piel de un príncipe enano que deberá demostrar que está a la altura de su clan. Metafóricamente hablando, claro.

image-48129

Plataforma: PC
Desarrollador: Paradox Interactive
Distribuidor: ZEAL Game Studio
Fecha de lanzamiento: 23 de octubre de 2012
Género: Estrategia / Construcción / Gestión
Idioma: Inglés
Jugadores: 1 jugador

Requerimientos mínimos.
Sistema operativo: Windows Vista, Windows 7
Procesador: Dual Core 2.4 GHz
Espacio libre en disco: 3 GB
Memoria RAM: 4 GB
Tarjeta gráfica: Nvidia GeForce 8000, AMD Radeon 2000 o superiores
Ratón y teclado

Una propuesta original, aunque no precisamente por única.

Seguramente muchos de vosotros habéis visto las fotos, se os ha encendido la bombilla y habéis pensado ¡Anda! ¡Un Dungeon Keeper con enanos! Pues no y sí. Eso ya se hizo en Dwarf Fortress. Ya está el enterado que todo lo sabe. Aunque se pueda parecer a estos dos juegos tan conocidos y, en su día, novedosos, A Game of Dwarves no es un simple Dungeon Keeper con enanos ni, mucho menos, un Dwarf Fortress en 3D. Es un juego de gestión indirecta con una mecánica simplificada y una propuesta tan entretenida y divertida como su trama. Las similitudes sólo quieren decir que tal vez estemos ante la consagración de este característico género dentro del mundo de los videojuegos.

Además, el planteamiento de Paradox cuenta con un estilo alegre y desenfadado en el apartado gráfico, dando gran importancia al humor en sus diseños. El hecho de que una de las esculturas más emblemáticas que podemos construir en el juego sea un enano gigante (bonita contradicción, todo sea dicho) sosteniendo una jarra de cerveza podría servir para concluir que sus desarrolladores se han esforzado en hacernos reír o simplemente que han sabido captar muy bien el espíritu de los enanos tanto estéticamente como a nivel jugable.

Tú ordenas, tus enanos cavan.

A Game of Dwarves es, como ya se ha dicho más arriba, un juego de gestión indirecta. Eso significa que no controlamos directamente a ninguno de nuestros enanos, sino que iremos dejando claras las órdenes que se deben cumplir y ellos ya se encargarán de llevarlas a cabo cuando puedan. Dicho así, la verdad es que parece que estamos al mando de un grupo de rebeldes barbudos que no nos hacen ni caso, pero lo cierto es que son todos la mar de obedientes y realizan su trabajo siempre… Aunque tengas que esperar a que terminen de comer y dormir. El sistema de juego es simple y muy fácil de aprender y dominar. Un sencillo tutorial nos enseñará a dirigir las acciones de todos y cada uno de nuestros subordinados para poder ponernos a buscar tesoros antes de que seamos capaces de gritar ¡fortuna a la vista! En él también podremos ver cómo con un simple click de ratón y un par de teclas podemos colocar nuestra vista donde queramos para vigilar que todo el trabajo se está realizando como nosotros queremos.

Nuestro cometido como príncipe enano no es otro que el de gestionar los recursos del clan, tanto ordenando su recolección como comerciando con ellos en una ventana diseñada a tal efecto. También deberemos ordenar la construcción de diferentes elementos, ya sean funcionales (como camas, mesas de comedor y escritorios de estudio) o puramente decorativos (como cuadros, antorchas y alfombras). Será importante mantener contentos a nuestros súbditos para que trabajen como es debido. Para ello deberemos mantener el asentamiento bien decorado y abastecido de comida y lugares donde dormir. Cuanto más contentos estén, más rápido llevarán a cabo su cometido. Recordad, un príncipe enano debe ser querido, no odiado, o no nos invitarán a cerveza enana.

image-48130

Tambores en la oscuridad.

Tendréis que perdonar la cita de El Señor de los Anillos, pero uno no puede evitar sentirse como el rey Balin cuando pasa unas cuantas horas construyendo bajo tierra. Aunque no todo va a ser cavar, comer y dormir. Como cualquiera que se alce dos palmos por encima del suelo que pisa (no necesariamente mucho más) puede imaginar, los enanos no están solos en sus túneles, sino que tienen unos vecinos a los que no les gusta ser molestados. Desde simples topos y arañas en las capas más superficiales del subsuelo hasta terribles orcos y molestos goblins si bajamos un poco más. ¿Quién sabe qué encontraremos si nos acercamos demasiado al averno?

Los enanos conocen la variedad de enemigos que les acechan en las profundidades, pero no le tienen miedo a nada. Los guerreros no, por lo menos. Es bastante gracioso ver correr a todos los demás tipos de unidades ante la inofensiva presencia de un pequeño gnomo mientras los encargados de su protección se abalanzan sobre él sin piedad. Sin embargo, y a pesar de que hay criaturas bastante más despiadadas que nuestros amigos de sombrero rojo y picudo, estos enemigos no suelen resultar un problema para un soldado bien entrenado. Esto es debido, en parte, a la escasa inteligencia de quienes pretenden asaltar nuestros pequeños hogares. Además, el hecho de que sólo aparezcan al desvelar las zonas en las que se encuentran facilita bastante la anticipación, pudiendo apostar enanos a las puertas de sus casas para darles una calurosa bienvenida. ¡Que no se hable mal de la hospitalidad enana! Simplemente con llevar a nuestras tropas ante la zona en la que aparecerán los objetivos de los palos, por llamarlos de una forma cariñosa, podremos ver cómo reciben una buena tanda de hachazos de manos de los miembros de nuestro ejército, que atacarán automáticamente a cualquiera que suponga una amenaza. Por suerte, los jefes finales de cada nivel sí serán capaces de hacer sudar las barbas de nuestra élite, sobre todo si caemos en la trampa de subestimarlos una vez acostumbrados a la facilidad con la que machacamos a sus esbirros.

image-48131

¿Tú qué sabes hacer?

Cuenta con mi hacha, dijo Gimli en la ya citada saga, pero no todos los enanos son barbas de acción. Alguien tiene que encargarse de recoger los distintos tipos de recursos que mantienen el asentamiento, estudiar nuevas tecnologías para asegurarse de que no hay nadie más listo en los alrededores y construir las camas, estatuas y estructuras defensivas de la excavación. Para todo esto contamos con mineros que abrirán los bloques que necesitemos, trabajadores que recogerán la comida y madera que plantemos, estudiosos que investigarán noche y día en sus escritorios y constructores que se encargarán de poner en su sitio todo lo que les pidamos. Además, si nos sobra espacio, podemos dar cobijo a unos cuantos neonatos que ganarán experiencia con el tiempo y a los que podremos especializar para desempeñar cualquiera de estos trabajos llegado el momento.

Por si esto fuera poco, las tecnologías que desbloquearemos mediante la investigación y el estudio nos permitirán acceder a nuevas construcciones y unidades, como pueden ser trampas que mermarán la salud de todo el que se atreva a acercarse a nuestro territorio, murallas y puertas que frenarán el avance de los intrusos o incluso la posibilidad de convertir a nuestros simples soldaditos en temibles guerreros cuerpo a cuerpo o en certeros tiradores a distancia. Aunque esta distinción puede parecer superflua a simple vista, un príncipe experto sabe utilizar las distintas habilidades de cada uno de sus reclutas en combate y aprovechar la ausencia de tropas de ataque a distancia entre las líneas enemigas que descubriremos a las pocas horas de juego.

image-48132

Un príncipe enano es un líder nato pero, ¿qué tipo de líder?

Nuestro santo padre, el Rey Padre, no confía en nuestras habilidades como cabecillas de nuestro clan y, por eso, nos ha encomendado una tarea de lo más sencilla: reconquistar el mundo que los magos les arrebataron a los enanos. Nada que no se pueda hacer después de una buena siesta. Esta trama tan sencilla llena de humor absurdo y la más típica bravuconería enana nos llevará a través de catorce niveles en los que podremos optar por llevar a cabo sólo la misión principal o demostrar que somos realmente merecedores del trono enano completando también las búsquedas del Rey: desafíos sin importancia como limpiar de alimañas todo el nivel o recolectar toneladas de oro. Una vez completados los objetivos primarios podremos optar por volver al mapa del mundo o seguir jugando hasta haber explotado al máximo los recursos de la zona. ¡Un auténtico enano no para hasta encontrar el tesoro!

Al regresar al mapa se nos recompensará con un número de puntos de influencia que dependerá de lo bien que lo hayamos hecho en nuestro último encargo. Con estos puntos podremos personalizar a nuestro príncipe eligiendo habilidades de tres ramas diferentes centradas en el combate, la investigación y la construcción. Así podremos ser un héroe acabando con las amenazas que se ciernen sobre nuestros hogares subterráneos o una eminencia inspiradora para los encargados de llevar a los enanos a la cima de la innovación.

image-48133

Dejémonos de tonterías. Construye un imperio bajo tierra.

Entonces podremos celebrarlo y beber como buenos enanos. A Game of Dwarves no acaba cuando llegamos al final de la trama, cosa que requiere bastante tiempo si se quiere hacer bien y explorando todos los rincones del subsuelo. En los dos meses que hace que se lanzó el juego Paradox nos ha ido obsequiando con un montón de contenido descargable que podemos usar para adecentar el sótano del mundo. Gracias a este contenido (mucho del cual es gratuito) podremos crear nuestras habitaciones de la forma más personal posible e incluso decorarlas para Halloween o Navidad. 

En el modo libre podremos excavar y construir un auténtico palacio enano digno de un auténtico rey del subsuelo. Antes de que el juego genere el mapa podremos marcar opciones que personalizarán al máximo nuestra experiencia. ¿No quieres encontrar ratas y gnomos? Marca el modo seguro. ¿Quieres recursos y tesoros prácticamente ilimitados? Indícalo en las opciones avanzadas y empieza a construir de una vez.

image-48134

Un juego muy grande hecho de gente pequeña.

Como veis, A Game Of Dwarves nos brinda la posibilidad de pasar mucho tiempo frente a la pantalla del ordenador excavando, explorando y construyendo un mundo para que nuestros enanos campen a sus anchas. El único límite es nuestra imaginación y, tal vez, el mismo infierno. ¿Cuán profundo puedes cavar?

El juego tiene una duración más que aceptable (supera las 30 horas si completamos todas las misiones, incluyendo las secundarias) y, a pesar de que su planteamiento pueda resultar repetitivo a primera vista y la inteligencia artificial de los enemigos se limite a destruir cuanto encuentran a su paso, la disparatada trama consigue divertir y entretener tanto a quien le gusten estos peculiares personajes fantásticos como a quien los odie. Todo esto queda aderezado con un apartado sonoro más que aceptable cuyo punto fuerte son los efectos de sonido y las voces de los personajes. Además, hablando en serio, estos simpáticos personajes beben cerveza, se ríen de todo y llevan una barba que llega hasta el suelo, ¿de verdad alguien puede odiar a los enanos?

[analisis imagen=”https://tecnoslave.com/wp-content/uploads/2012/12/Destacada.jpg” jugabilidad=”7″ historia=”8″ graficos=”7″ sonido=”6″]

Etiquetas A game of DwarvesanalisisconstrucciónEnanosEstrategiagestiónParadox InteractivePCZeal Game Studio

Compártelo

Juan Antonio Palacios

Juan Antonio Palacios

Juego, escribo y estudio informática a nivel amateur. Podría decirse que hago de todo en los descansos que me deja el no hacer nada. Paseé por varios blogs antes de aterrizar en TecnoSlave como redactor. El mejor add on para cualquier juego son unos pocos amigos y unas cuantas cervezas.

2 comments

deja el tuyo

Post a new comment