Nuestra libertad en la Red está en peligro

La S.O.P.A. (Stop Online Piracy Act) o HR3261 es un proyecto de ley presentado en la Cámara de Representantes el 26 de Octubre de este año. Este proyecto de legislación fue pospuesto, día 16 de Diciembre, gracias a la gran presión que se ha ejercido sobre los políticos norteamericanos, ya sea por medio de internet (por medio de movimientos como AmericanCensorship y DemandProgress entre otros) como por la presión a la que los residentes en Estados Unidos han sometido a sus senadores por medio de emails, llamadas telefónicas o entrevistas personales. La votación, supuestamente, se canceló y fue movida a la “próxima fecha disponible”, que debería ser en Enero del 2012. Pero, a último momento, el Comité Judicial anunció que dicha elección será desplazada al próximo Miércoles 21 de Diciembre.

Lo más preocupante de esta ley es que sería un gran golpe en contra de nuestras libertades en uno de los medios que, hasta ahora, había permitido grandes proezas a nivel de comunicación; ya no solo gracias a sitios revolucionarios como YouTube o Facebook, si no como medio para grandes movimientos sociales como se pudo ver en las revueltas de Egipto (organizadas por medio de Twitter) y con el movimiento 15M en España.

Algunos os preguntaréis, “¿Esto en qué me afecta a mí? No vivo en los EEUU“. Y es una pregunta lógica, sobre todo teniendo en cuenta que la mayoría de nuestros lectores deben de ser españoles. Pero veréis, este proyecto no afectaba únicamente a los residentes en Estados Unidos, si no a todo el contenido depositado en servidores estadounidenses.

Esta ley daría poder a las entidades que tienen derechos de Copyright sobre cualquier material publicado en internet para denunciar e incluso cerrar sitios que pudiesen ya no solo infringir dicho copyright, pero también dar links ha dicho material. Aparte de eso, convertiría el hecho de compartir material con copyright via stream en un delito, y la gente que lo cometiese podría ser llevada a juicio llegando a consecuencias desproporcionadas.

Sitios que fomentasen la publicidad y la financiación, como Paypal, también podrían haber sido afectados, dependiendo de quién solicitase la orden judicial.

Pero no queda ahí la cosa, de pasar este proyecto de ley, se podría ordenar a los proveedores de internet que se bloquease el acceso a todo tipo de webs que pudiesen violar esos derechos de Copyright, llegando al punto de ni siquiera tener que demostrarlo.

Sitos web como Google, YouTube, Twitter, 4chan y Wikipedia, entre otros, y organizaciones como Mozilla, Wikimedia y EFF han estado alentando a todos sus usuarios a difundir mensajes de concienciación sobre esta ley; lo que ha dado lugar a un gran movimiento de presión colectiva internacional, que ha culminado con que la votación haya sido pospuesta hasta Enero, aunque luego se haya decidido que debe hacerse el próximo Miércoles.

Los medios opositores dicen que este cambio de fechas tan repentino es un indicio alarmante de cuánto se está empujando desde las organizaciones que controlan muchos elementos bajo copyright para que la ley pase lo antes posible; y lo mucho que éstos están logrando influenciar las acciones de los políticos detrás de las votaciones.

Desde DemandProgress.org ahora se está pidiendo la misma acción hacia una de las ramificaciones de la infame SOPA, la PIPA (Protect IP Act), que se opone a la distribución de material pirateado, anti-DRM y contra sitios que pudieran estar facilitando de manera directa o indirecta dichas actividades. En teoría, parece lógico que se haga algo contra este tipo de actividades, pero lo preocupante de la PIPA son las acciones que se podrían llevar acabo escudándose detrás de esta ley.

Lo alarmante de la PIPA es que, al contrario que la SOPA, podría afectar a los motores de búsqueda, como Google, ya que requiere que modifiquen su contenido para eliminar links a las páginas que puedan estar infringiendo esta ley, cosa que nunca antes se había propuesto y que, potencialmente, estaría abriendo la puerta a un tipo de censura en internet mucho más destructiva, no solo modificando el contenido al que tenemos acceso, si no también ocultándolo de nuestra vista de tal manera que estaríamos viendo únicamente lo que los defensores de esta ley de censura tan intrusiva consideran oportuno.

Para hacer que esto funcionase, también se debería ir en contra de la base del servicio de DNS y la manera en la que funciona el internet que conocemos hoy día, cambiando la manera en la que las URLs funcionan ya que los servidores situados en Estados Unidos estarían bajo un tipo de control y protocolos diferentes a los del resto del mundo.

Los defensores de estas leyes alegan que ayudarán a las industrias dañadas por la piratería y crearán más puesto de empleo, ya que los organismos dañados serán capaces de realizar sus actividades sin las grandes pérdidas que la distribución de material ilegal dejaría de frenar su crecimiento.

Sin embargo, las entidades que se oponen piden que se tenga en cuenta la gran vulnerabilidad de privacidad y libertades en un medio que, hasta ahora, había servido como plataforma para difundir mucho más que información y contenidos, si no también ideas; y que también había sido un trampolín hacia la libertad de expresión en muchos países donde ésta es más bien un lujo. Pudiendo controlar lo que podemos ver dentro de la Red, y siendo capaces de acusar de delitos graves a gente que no está distribuyendo material ilegal, si no compartiendo sus aficiones, además de poder tomar acciones legales contra sitios web sin necesidad de tener pruebas y usando como excusa el que es posible que dichos dominios alberguen contenidos ilegales les parece un acto que va en contra de todas las virtudes que tiene internet.

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