Hay muchas cosas en este mundo que pueden funcionar como anticonceptivo, pero pocas tan efectivas como la experiencia ajena.
Y es que, tras escuchar historias como la que le pasó a un jugador de WoW, lo último que se nos pasaría por la cabeza es llenar nuestra casa de churumbeles.
1004, que es el seudónimo del tipo en cuestión en los mundos virtuales de Blizzard, descubrió horrorizado un día que sus más de 4 millones y medio de monedas de oro habían desparecido casi en su totalidad de la noche a la mañana.
Al preguntar a su hijo, que también era jugador pero solo para jugar con las mascotas y luchar contra algún monstruito perdido, descubrió horrorizado que su hijo había aprendido que con el dinero se podían comprar cosas, y entre ellas mascotas a nivel 25, ¡cientos de ellas!
Tal ha sido el shock que 1004 ha decidido dejar de jugar por una buena temporada. Esperemos que haya aprendido que un PC y un niño solos, no son una buena combinación.