En TecnoSlave tuvimos la oportunidad de probar este Shooter de naves, en el que la historia nos pone en el papel de un alma pérdida quien se despierta sin poder recordar nada, y está encerrada dentro de una estructura mecánica mientras oye una voz que le resulta familiar quien le pide que le ayude a vengarse. Despertaremos en un santuario con 4 pilares, cada uno de ellos representando un Dios; tendremos que quitar los sellos de cada pilar para poder enfrentarnos a los Dioses y así entender porque esa voz quiere que la ayudemos a vengarse y qué nos vincula a ella.
El título es de los pocos shooters de naves en tercera persona, lo que lo diferencia de otros títulos de este género es que trae un aire arcade, frenético, y mucha acción.
Lo primero que llama la atención en este juego son sus gráficos e iluminación. Los escenarios, con algunas estructuras y trampas, crean un contraste impactante con el fondo, que a medida que vayamos aniquilando enemigos en cadena, brillará cada vez más creando un reto para el jugador quien va a querer llegar hasta el límite para disfrutar de la espectacularidad de los mismos.