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10 de enero 2014

Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Un nuevo caso, la pluma de un cuervo y toda una aventura por delante. ¿Estás listo?

De manos de la desarrolladora King Art Games, responsable de otra aventura gráfica que también ha cosechado un enorme éxito entre los jugadores, The Book of Unwritten Tales, y de la distribuidora Nordic Games GmbH, nos traen desde el pasado año uno de los títulos que probablemente se haga con parte de nuestro aprecio y simpatía: The Raven: Legacy of a Master Thief. El juego viene dividido en tres episodios, a los cuales daré mi juicio en conjunto y no por separado.

The Raven Legacy of a Master Thief Introducción Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Esta aventura gráfica, influenciada por varios autores del género – pero en especial de Agatha Christie, cuyos guiños aparecen en el tren Orient Express o en la anciana escritora Clarissa Westmacott, que es el vivo reflejo de uno de sus personajes ficticios: Miss Marple -, nos hará vivir una serie de acontecimientos que nos dejarán boquiabiertos. Como toda novela negra, la trama se desarrollará con giros y sorpresas que nos cogerán incrédulos, y, por si fuera poco, disfrutaremos de un alarde de banda sonora y de doblaje que es digno de una obra maestra.

¿Seremos capaces de descubrir los misterios tras los robos que están sucediendo a nuestro alrededor? ¿Atraparemos a The Raven (El Cuervo)? Nada está asegurado en esta magnífica historia que, sin duda alguna, os impresionará.

Datos del juego:

  • Plataformas: Xbox 360 (versión analizada)
  • Otras plataformas: PlayStation 3, PC
  • Desarrolladora: King Art Games
  • Distribuidora: Nordic Games GmbH
  • Fecha de lanzamiento: 23 julio – 4 diciembre de 2013
  • Género: aventura gráfica, point-and-click, misterio
  • Idiomas: inglés y alemán (doblaje y subtitulado)

Requisitos mínimos Steam The Raven Legacy of a Master Thief Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Algo más que una simple trama policíaca

The Raven: Legacy of a Master Thief nos trae una historia enmarcada en los clásicos de culto al más puro estilo de Agatha Christie, donde la perspicacia, la satírica y la audacia harán que el detective cace al ladrón, aunque… ¿Quién es quién en esta misteriosa trama? Nada está asegurado hasta que al final se esclarezcan todos los hechos.

Encarnando el papel del alguacil Anton Jakob Zellner, un policía suizo de 57 años aficionado a la novela negra, inteligente, perspicaz y bastante observador, nos dirigiremos hacia una serie de acontecimientos que debemos esclarecer y que guardan estrecha relación con un viejo ladrón conocido: The Raven.

The Raven es, ni más ni menos, que la personificación del ladrón moral y elegante, donde planea sus movimientos a la perfección para finalizar el acto con la suficiente astucia como para dejar en duda a todos y quedar en el incógnito. No obstante, en el pasado tuvo un enfrentamiento con el Inspector Legrand, un obstinado detective que le sigue la pista, el cual le hirió de muerte. O eso se creía hasta entonces…

Años más tarde, en el Museo Británico de Londres, hubo otro golpe; esta vez el objetivo eran los Ojos de la Esfinge (The Eyes of the Sphinx), dos valiosísimas gemas pertenecientes al pasado Egipcio de las cuales, una estaba expuesta en el mismo museo. Tras el robo aparece una pluma de cuervo. The Raven regresa nuevamente.

The Raven Legacy of a Master Thief Imagen 11 Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

A través de una trama enmarañada donde nos encontraremos giros y sorpresas inesperadas, nos haremos un hueco en la investigación junto a Zellner, que, por casualidad del destino, se encontró directamente envuelto en el caso. Este alguacil no representa el estereotipado detective al que estamos acostumbrado; es un hombre bonachón, al que le pesan los años y tiene una barriguita de buena vida. No obstante, no os dejéis engañar, porque tras esa apariencia de inocencia se encuentra una mente brillante que nos asombrará con su inteligencia, la elegancia de sus diálogos y su carisma innato a la hora de reflexionar en voz alta (sí, no se guarda nada para sí mismo, hace las observaciones incluso en voz alta).

Los personajes que aparecen en escena cumplen todos un papel necesario en una novela negra: el falso acusado, la chica elegante, el chico de clase baja, el mayordomo, la baronesa,… No se deja a ninguno fuera de la trama. Tanto es así, que al final del juego no podréis evitar soltar un gran “¡Aaaaah!” con la boca abierta de par en par al comprender todos los entresijos que escondía la historia, y cómo, de manera precisa, se han dejado entrever algunas coletillas que ya anunciaban alguna pista del final entre medio del transcurso de la misma.

Además de un guión maduro, inteligente y con muchas reseñas de cultura interesantes, nos encontraremos ante un humor sencillo pero que nos hará esbozar una gran sonrisa. En general, el ambiente que desprende la historia es de intriga aderezada con un toque de moralidad, donde veremos desde diferentes perspectivas los acontecimientos que sucedieron. Sí, habéis leído bien, viviremos la historia desde el punto de vista del detective y – sorpresa, sorpresa -, también desde el ladrón. No diré más para daros algo de intriga.

The Raven Legacy of a Master Thief Imagen 30 Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Aun así, y si de una cosa peca la historia, es de la falta de esencia. A pesar de tener un guión tan bien elaborado y con un nivel notable, deja que desear la falta de misterio y tensión en la misma. Más adelante comprenderéis el por qué digo esto.

Detective o ladrón, todos son de igual condición

En este aspecto The Raven: Legacy of a Master Thief se hace amar y odiar a partes iguales, y es que es, quizá, el apartado donde desgraciadamente flaquea.

Lo primero y más destacable de todo, y no precisamente algo positivo: los controles de dirección del personaje son demasiado toscos. No reaccionan acorde a la velocidad del movimiento del stick analógico y, por ende, acabarás peleándote con él en más de una ocasión. Además, y para más inri, no hay ninguna acción que nos permita hacer que el personaje camine más rápido o corra. Será que con el paso de los años Zellner se nos ha hecho mayor y no le apetecía hacer ejercicio, quién sabe.

The Raven Legacy of a Master Thief Imagen 15 Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Siguiendo esta línea, otro fallo que duele mucho es que el personaje que manejamos le de por teletransportarse a lugares alejados. Sí, no estoy bromeando. Cuando el objeto o la persona con la que queremos interactuar está a cierta distancia del personaje, al paso de unos pocos segundos aparecerá automáticamente ahí realizando la acción que le ordenamos. Además, hay momentos en los que incluso no podremos llegar a interactuar con nada y tendremos que volver a reiniciar desde el último punto de guardado. Un verdadero lío.

Pero no estoy aquí solo para resaltar los evidentes fallos que tiene el título, si los pasamos por alto nos encontraremos ante una jugabilidad de mediana dificultad donde, el sistema de juego, se nos presenta bastante simplista al respecto.

Como bien es sabido, The Raven: Legacy of a Master Thief es parte de las clásicas aventuras gráficas con puzles, donde tendremos que hacer uso de nuestra inteligencia para poder lograr resolver los contratiempos que nos encontraremos a lo largo de nuestra aventura. No obstante, estamos ante una apuesta poco ambiciosa que deja el nivel de dificultad de los puzles a la altura del betún y, por si fuera poco, también cuenta con dos características que nos facilitarán la investigación dándonos pistas o resaltando aquello con lo que podremos interactuar.

The Raven Legacy of a Master Thief Imagen 36 Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Para un usuario al que le gustan los retos, como es mi caso, el título se queda un poco cojo en cuanto al misterio, la reflexión y la observación que debería desprender. Con puzles tan evidentes como rodar una camioneta para escalar hasta unas escaleras de incendios, o códigos de cuatro dígitos tan simples que los descubriremos hablando una y otra vez con los personajes, hace que la esencia se pierda en parte. Es como si, a medida que avanzara la historia, la calidad de los puzles descendiera en picado.

Aun así no lo veo como algo negativo, al contrario, para gustos colores. Digo esto porque, con la creciente influencia del sector casual en los videojuegos, se ha diseñado los mismos para que no interponga una barrera de frustración entre el jugador y el progreso en la historia. De todas maneras, repito, le falta la esencia de una novela negra: más asesinatos, menos inocencia, más armas, más análisis científicos y más variedad de objetos en la trama.

Sin embargo, algo que sí se agradece es la existencia de un diario de notas donde nuestro personaje irá escribiendo los acontecimientos, sus reflexiones y algunas de las ideas para poder luego saber qué deberíamos hacer. En él podremos solicitar una pista extra para esclarecer nuestras dudas, pero el marcador de puntos descendería en consecuencia. Este marcador aumenta a medida que progresemos en la investigación, y servirá únicamente de referencia para, al final del episodio, saber qué tan bien lo hemos hecho.

The Raven Legacy of a Master Thief Imagen 9 Análisis The Raven: Legacy of a Master Thief

Para terminar, nuestro personaje solo podrá realizar tres tipos de acciones: observar, dialogar e interactuar. Haremos uso de únicamente cuatro botones durante toda la historia, y ni siquiera contaremos con el d-pad (o cruceta), así que ya os podéis imaginar cuán poco explotado ha sido el sistema de juego. También tendremos acceso al inventario, donde encontraremos los objetos que tiene en poder, y con los cuales podremos interactuar con el resto del escenario, las personas o con otros objetos del inventario para elaborar algún artilugio al más puro estilo MacGyver, lo cual es algo habitual en este tipo de aventura gráfica y se agradece.

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José Mª Hernández Barreto - Jefe Redactor/a
22 años. Nacido en Tenerife, pasé largos ratos frente a una pantalla desde que era pequeño. Mi pasión por los juegos en general no sé de donde vino, pero sin ellos no puedo vivir. Amante del rol, la lectura, la buena música y la tecnología. Soy muy curioso y me encanta aprender, pero lo más divertido de mí es que ¡me encanta bailar!

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