Comparándolo con…
Desde la primera entrega en 2005, Sniper Elite se situó de una forma diferente en el mundo de los videojuegos bélicos. Esta entrega, de aspecto diferente pero de misma mecánica, nos recuerda a una mezcla entre los dos primeros videojuegos pero trasladado a África -eso sí, con sus puntos negativos debido a la poca innovación entre entregas.
La experiencia de francotirador está correctamente trasladada y es una buena opción para aquellos que sintieron el fraude con la saga Sniper Ghost Warrior, donde lo de francotirador quedaba en un segundo plano totalmente injustificable. Sin duda es mucho mejor apuesta este Sniper Elite III que cualquiera de la saga nombrada.
Si tuviera que escoger entre un título de la saga Sniper Elite que recomendar, sin lugar a dudas el Sniper Elite V2 sería la mejor baza, pero para los que busquen una ambientación diferente a lo típico, Sniper Elite III ofrece una buena alternativa.
Conclusiones
No intentes huir de un francotirador, acabarás cansado. Si hay algo que recalca Sniper Elite III es la paciencia como principal carta a jugar, en una partida de poker donde el destino de la Segunda Guerra Mundial pasa también por tus manos, y como no, por tu rifle.
Ofreciendo África como escenario de la cruenta batalla, nos moveremos por unos escenarios extensos y seremos parte de la historia pasando por localizaciones reales que, aunque en algunos casos estén bien recreadas, les falta pequeños detalles que harían delicias de los más meticulosos. Aun así, la ambientación queda correctamente trasladada al observar detalles en los enemigos, esos Afrika Korps destacados con su indumentaria llena de terror y miedo.
No sorprende en la jugabilidad, y pasa por ser un Sniper Elite más con cuatro detalles no muy destacables. La kill cam es de lo poco que se ha visto mejorado -incluyendo la detonación de los vehículos enemigos- y la explosión de sangre al impactar en un órgano principal de nuestro enemigo.
Del apartado sonoro no se puede relatar mucho, el juego viene con un doblaje correcto y repitiendo el mismo elenco de voces que en anteriores ocasiones, y eso sí, con una escasa banda sonora que hace entristecer a aquellos que quieran intensidad y guerra también en la batuta.
En conclusión, nos encontramos un juego entretenido que, aunque no innova en la jugabilidad, cumple el cometido de trasladarnos a ser un francotirador. Ningún enemigo estará a salvo.