Shiny Entertainment se caracterizó por crear algunos juegos con una estética muy especial, y MDK es uno de ellos.
Un gran juego de los 90 que no se puede pasar por alto si se busca algo diferente.
- Plataforma: PC Windows, Macintosh y Playstation
- Desarrollador: Shiny Entertainment
- Distribuidor: Interplay
- Fecha de lanzamiento: 30 de Abril de 1997
- Género: Acción en tercera persona
- Precio: 5.99$ en GOG.com
- Versión utilizada para el análisis: PC Windows
- Requisitos del sistema:
- Sistema Operativo: Windows 95, \ Windows XP, Vista (32 & 64 Bit) en la versión de GOG.com
- Procesador: 90 Mhz
- Memoria: 16 MB RAM
- Gráfica: Tarjeta de video compatible con Direct3D o 3DFX Glide
- Disco Duro: 37MB \ 99MB en la versión de GOG.com
HISTORIA: Un heroe molón en un traje negro y aliens, muchos aliens.
Si bien su secuela profundizaba algo más en los personajes y contaba con algo más de historia, en este primer título de la saga la trama casi brilla por su ausencia. Es decir, más que nada uno se encuentra con lo que viene a ser un argumento de manual, lo que no quita que durante el juego haya variedad de escenarios y un hilo argumental que aunque leve proporciona cohesión a los diferentes niveles.
La trama es sencilla:
“El doctor Hawkins, en su excentrica visión del mundo, parte a vivir en una estación espacial con su perro robot y su ayudante para seguir adelante con sus investigaciones sin que nadie le moleste. Pero es gracias a esto que se da cuenta de que fuerzas alienigenas están llegando para conquistar al planeta, y da la alerta de ello, sin ningún resultado puesto que no le hacen ningún caso. Ante esto Hawkins no tendrá otra que enfrentarse él mismo a la amenaza alien, diseñando para ello un traje de última tecnología que tendrá que equiparse… Kurt, su ayudante.”
Y así es como comienza la aventura, que se extenderá a lo largo de 6 niveles en los que nos iremos infiltrando y acabando con los cabecillas de la invasión, hasta llegar por error hasta el propio planeta extraterrestre y acabar con la amenaza de una vez por todas.
No será por tanto un argumento al que echarle demasiada cuenta una vez presentado, pero eso tampoco le restará valor, ya que la temática y la jugabilidad de las fases del juego son lo suficientemente variadas y sobre todo entretenidas como para que nos resulte correcto. En este sentido estamos ante un tópico de los juegos de la época, una trama introductoria para un juego en el que destacan sus gráficos y ante todo su gran jugabilidad.
GRÁFICOS: un triple A de los 90.
MDK fue uno de los primeros juegos en necesitar de un Pentium o similar para funcionar, y que ganaba muchísimo si por aquel entonces eras de los afortunados que contaban con una gráfica que soportara Direct3D o Glide 3DFX.
A día de hoy aunque sus gráficos 3D ya hayan quedado desfasados llama la atención la cantidad de elementos o enemigos que podían encontrarse en pantalla a la vez, así como el movimiento de Kurt, nuestro protagonista, que era uno de los mejores de de su época.
Los escenarios cuentan con un buen acabado, si hay que achacarles algo es que en las primeras misiones se nos pueden hacer algo repetitivos debido al abuso de tonos metálicos y marrones oscuros, que aunque característicos pueden darnos la impresión de que no dejamos de estar ante lo mismo una y otra vez; esta sensación sin embargo se diluye a lo largo del juego según los niveles se van volviendo más variados.
Por otro lado una de las cosas que más llamó la atención en el título fue el efecto de zoom al usar el casco de Kurt como francotirador, puesto que el efecto de zoom era increíble, no perdía el más mínimo detalle y era todo un lujo ver como los enemigos se perfilaban sin movernos del sitio antes de eliminarlos o utilizar el visor para explorar el mapa a la lejanía.
JUGABILIDAD: Entre tanto enemigo y tanta arma no sabras a que ni como disparar, ahí está la diversión.
La jugabilidad en MDK es otra más de sus locuras, pero en el buen sentido. Es un título lleno de frenetismo como pocos en su género lo consiguen, siempre hay algo que nos llamará la atención o nos traerá de cabeza: bien sea la forma de dañar a un enemigo, el exagerado número que pueda atacarnos a la vez, o la variedad de armas a nuestra disposición.
Y es que aparte de las típicas armas que se encontraban en un arcade de este tipo hay algunas bombas que son autenticas obras de ingeniería (incluido el ataque aéreo que acababa con todo en pantalla), o los muñecos que engañaban a los enemigos haciéndoles creer que estaban ante el Kurt real y que eran a medio camino hilarantes y bastante útiles.
Simplemente me encanta.